Capítulo 40

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Alyson odiaba que las actitudes de su todavía marido la salpicasen y más aún en su trabajo. Había estado hablando con Lisa de aquel tema cuando habían ido a tomar un café. Ella siempre le repetía que estaba mejor sin él, pero Alyson pensaba en las consecuencias para Leslie. Ni si quiera había sido capaz de contarle a su propia hija que Garret había vuelto a llamarla, que quería verla y hablar, a Lisa se lo había contado y ella le había recomendado que bajo ningún concepto fuese. Pero Alyson no estaba del todo segura, una parte de ella quería escuchar lo que tenía para decirle, para dejarle las cosas claras, gritarle, verle, lo que fuera, pero quitarse esa duda de la cabeza, ya que tenía la sensación de que si no iba más tarde se arrepentiría. Por eso mismo no avisó a nadie de lo que pensaba hacer, incluso actuó como si no pasase nada, como si fuese un día como otro cualquiera y no pensase hacer lo que todo el mundo le decía que no hiciese. Sabía más o menos como era Garret, en los años que habían estado juntos algo le había llegado a conocer, y le había querido, no podía engañarse, aunque no por eso iba a caer en sus trampas, no pensaba volver con él, pero necesitaba decirle muchas cosas que llevaba años callándose.
Alyson era muy consciente de que el Garret de la actualidad no tenía nada que ver con el Garret que había conocido cuando eran simplemente unos adolescentes y sabía sobre todas las cosas que había vivido engañada respecto a él y le había costado quitarse la venda de los ojos.
También estaba preocupada por Leslie, los médicos decían que evolucionaba bien pero aún no le daban el alta y eso asustaba un poco a Alyson pues no lograba comprender que les echaba para atrás, como si hubiese algo que no les decían, aunque quizá fuesen imaginaciones suyas.
Había pasado por el hospital, como de costumbre, para ver a su hija. No quería que nadie se diese cuenta de que iba a ver a su futuro ex marido, sobre todo Lisa ya que al ser la única que lo sabía era probable que se diese cuenta. Por suerte logró que ni ella se diese cuenta.
Se le hizo raro volver a la mansión de Garret, lugar al que hace un tiempo también había considerado su hogar y ahora era un sitio del que estaba deseando salir. Uno de los empleados fue el que le abrió la puerta y le indicó donde la esperaba.

—Buenas señora Alyson, Garret la espera en su despacho, ¿Quiere que le recuerde el camino?
—No, gracias. Me sé el camino.

Sabía que los empleados no tenían la culpa de trabajar para quien trabajaban pero ser algo borde le había salido solo, simplemente estaba practicando para cuando viese a Garret. No le veía desde que había estado en aquella casa por última vez, por un lado le asustaba un poco aquella situación pues no tenía ni idea de con qué le iba a salir ahora Garret, porque si quería hablar con ella nada bueno sería. Alyson inspiró hondo y subió las escaleras . El despacho estaba nada más subir la escalera, se sabía la colocación de aquella casa como la palma de su mano, pero ahora se sentía como una extraña en aquel lugar. Debían de haberle avisado que ya había llegado porque en cuanto subió el último escalón , la puerta del despacho se abrió y por ella se asomó Garret.

—Alyson, gracias por venir.
—Tampoco me dejaste mucha opción.

Garret negó con la cabeza dejando pasar a la mujer a su despacho y ella pasó. Garret ocupó su lugar detrás de la mesa y ella se sentó en una de las sillas que había frente a él.

—Bueno, Garret, tu dirás. ¿Qué es lo que quieres?
—Parece que tienes ganas de irte. ¿Es qué no querías verme?
—¿Sinceramente? Pues no. No me siento nada cómoda estando aquí, así que dime ya que quieres para que pueda irme.
—Pues esta fue tu casa mucho tiempo.
—No hace falta que me lo recuerdes.
—Oh vamos, aún puede volver a serlo. Leslie, tú y yo, aún podemos volver a ser una familia.
—Esto es una broma, ¿Verdad?
—Estoy hablando enserio, Alyson.
—Como si hablas en chino o en japonés, Garret, ¿Enserio me hiciste venir para esto? Es que si lo llego a saber no vengo.

Alyson se levantó de la silla , se dio media vuelta y abrió la puerta para salir del despacho. Garret no conforme ya que él no había dado por acabada la conversación la siguió.

—Vamos, Alyson, hablemos de esto.

Agarró a Alyson del brazo y esta le miró molesta.

—¿De verdad, Garret? ¿Es que no te das cuenta? Yo no quiero estar contigo. Y tampoco nos engañemos, tú tampoco quieres, pero soy la segunda opción, ¿No? Como ya no tienes a Kelly y a Paige nos quieres otra vez a Leslie y a mi.
—Sois mi familia.
—¿Familia? Tú no sabes ni lo que es eso, Garret.
—Tú nunca has sido un segundo plato.
—¿No? Oh vamos, Garret. Es que hasta cuando empezamos a salir lo fui. ¿O es qué no te acuerdas de que solamente me pediste salir porque aquella chica te rechazó? Nunca me has querido y yo tardé mucho en darme cuenta. Pero es que ya no quiero nada de ti. No quiero volver contigo, si me engañaste una vez puedes hacerlo de nuevo.
—No lo volveré a hacer. Fue un pequeño desliz, pero de verdad que Leslie y tú sois lo más importante que tengo.
—Tarde te diste cuenta de que lo somos. Pero lamentablemente no creo en tus palabras, eres tan bueno al hablar y tan malo para amar, es que no me vuelves a engañar. No vas a cambiar, ambos lo sabemos y no pienso engañarme ni vivir en una mentira . Te conozco, Garret y a ti te importante más ganar en lo que sea que perderme a mi o a cualquier mujer, a la vista está lo poco que te importaba Kelly. Tú para mi eres un error, siempre viví engañada en cuanto a ti y lo mejor que me diste fue a Leslie.
—No tienes ni idea de lo que me importaba Kelly.

Las palabras de Alyson habían cabreado a Garret que la agarraba con bastante fuerza.

—Hablo de lo que demuestras con tus actos. ¿Te molesta lo que te digo? Siempre te molestó que te dijesen la verdad y te debe sorprender pues nunca me atreví a decirte lo que pienso, pero aquí lo tienes, ya no me das ningún miedo.
—Me estás haciendo perder la paciencia, Alyson. Vamos a volver a ser una familia lo queráis Leslie y tú, o no. No me importa.

Garret continuaba agarrando demasiado fuerte, incluso había comenzado a zarandearla. La mujer había olvidado lo cerca que estaban de las escaleras, pero a pesar del visible enfado del contrario no la intimidaba para nada. Llevaba muchos años callada como para dejar de hablar ahora que había empezado.

—Nunca vamos a volver juntos, Garret, que se te meta en la cabeza. ¿Que harás? ¿Obligarnos? ¿No?
— Recuerda que quería hacer lo que fuese por desconectar a nuestra hija. ¿Qué crees qué le haré si no hacéis lo que digo?
—¿Es una amenaza? Garret, por si se te había olvidado también es tu hija.
—Tómatelo como quieras, pero no te conviene cabrearme.

Garret soltó demasiado deprisa a Alyson de su agarre, a la mujer se le había olvidado que estaban tan cerca de las escaleras que perdió el equilibrio cayendo por ellas. Garret había previsto que eso ocurriría al estar tan cerca de las escaleras y al haber soltado tan deprisa a la contraria de su agarre, pero al momento , al ver que estaba al final de las escaleras y no se movía, se arrepintió. Sólo pretendía darle un pequeño escarmiento para que recapacitase. Bajó las escaleras y le tomó el pulso, el cual no tardó en encontrar. En aquel momento su mente empezó a maquinar, tenía dos opciones, o acabar el trabajo, o llamar a una ambulancia y que la llevasen al hospital. Quedaría como un desafortunado accidente y podría seguir tanteando el terreno para conseguir lo que quería. Pues sabía muy bien que con su primera opción, faltando su madre no consegiría a su hija.
Soltó un suspiro, Alyson y su hija sólo le daban trabajo. Enseguida sacó su móvil y llamó a una ambulancia. Se quedaría al lado de su todavía mujer para que pensasen que estaba de lo más conmocionado y preocupado por lo que había pasado. Algo conocía a su hija como para saber que una buena manera de atraerla era mediante su madre y lo siguiente que haría sería alejarla del chico de los Mercy a él no le convenía nada que fuesen tan cercanos. Ese plan ya le había puesto en marcha y le tenía que continuar, al igual que este otro. Nadie se hacía a la idea de todo lo que la cabeza de Garret Mcmahon tenía planeado y él tenía de lo más claro que conseguría todo lo que quería.

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