Paige llevaba semanas intentando averiguar cosas para ayudar a Bianca con el artículo. No habían vuelto a verse desde el beso, pero solían hablar casi todos los días para que Paige le contase las novedades. Que no había muchas , ya que era casi imposible que Garret no estuviese en su despacho. Pero extrañamente aquella tarde su despacho estaba vacío por lo que Paige aprovechó para colarse y registrar aquellos cajones.
Mientras revisaba las cosas de los cajones en todo momento vigilaba la puerta por si volvía. No tenía nada pensado para justificar que estuviese ahí, pero era capaz de improvisar, de mentir, ya estaba acostumbrada a ello. Encontró un papel que parecía contener algo comprometedor para el novio de su madre.
Paige no podía creerse lo que ponía en aquel documento. Al parecer Garret hace un tiempo había pagado una buena suma de dinero a unos hombres para que provocasen el derrumbe de una casa de vacaciones con una pareja dentro. Ella sabía que aquel hombre era un monstruo pero no se imaginaba hasta que punto. Cuanto más leía más se horrorizaba, había más papeles y es que Garret Mcmahon tenía algunos negocios bastante turbios que uno de sus socios había descubierto, un señor apellidado Mercy y pensaba denunciarle, por lo visto Garret se encargó de silenciarlo antes de que eso pasase, ese no era otro que el hombre que había ido a aquella casa de vacaciones con su mujer.
El caso había quedado archivado por la policía pues no se pudo demostrar otra cosa que no fuese un fallo en la construcción de la casa. Paige se había imaginado que Garret era poderoso pero no se había imaginado que también sería capaz de librarse de pagar sus atrocidades, pero ella y Bianca se lo harían pagar.
La chica intuía que seguramente hubiese más cosas que habría conseguido tapar, pero de momento con eso le valía, tenía que salir de allí antes de que él volviese al despacho, pero antes tenía que pasarle fotos a Bianca de aquellos documentos. Estaba distraída buscando la cámara de su móvil para hacer las fotos que había descuidado su vigilancia de la puerta, no fue consciente de que Garret acababa de pillarla con los documentos en una mano y el móvil en la otra, hasta que carraspeó para llamar su atención. A Paige del susto se le cayeron las documentos de la mano, sabía muy bien que en aquel momento no le serviría una mentira ni si quiera fingir que le estaba buscando, estaba metida en un buen lío y la cara de Garret no apuntaba que fuese a pasar nada bueno.—Paige….¿Se puede saber qué es lo que estás buscando tan entretenida?
—¿Yo? Nada…Te estaba buscando y vi estos papeles aquí encima y te les iba a ordenar…Se maldijo a ella misma por caer en esa mentira tan básica que no se iba a creer ni loco . Y que efectivamente no se había creído.
—Los leíste, ¿Verdad? Sabía que tenía un espía en mi casa, por un momento pensé que era tu madre, o quizá mi chófer, pero nunca había sospechado de ti, muy mal por mi parte.
En aquel momento Paige sintió miedo, si sospechaba de que alguien le espiaba quería decir que su extraña ausencia en el despacho había sido intencionada y ella había caído como una tonta. Siempre se había creído más lista espiando a sus narices sin que se diese cuenta y en verdad casi que él había ido todo el tiempo por delante.
—Que no estuvieses en el despacho era una trampa, ¿Verdad?
—Efectivamente y caíste como una tonta. ¿Qué es lo que has leído?
—Nada, te lo prometo.Garret podía notar la deseperación en la voz de la chica y podía oler la mentira en sus palabras , quería darle la oportunidad de decirle la verdad, de remediar aquella situación ya que en el fondo le había cogido cariño y tenía muchas esperanzas y ella irremediablemente le había fallado.
—¿Cuánto creerías que tardaría en darme cuenta? Tendré que despedir a mis espías, no son muy eficientes con esto, tendré que contratar a unos mejores. Pero hay algo que esperaba que fuese mentira, debí haberme dado cuenta de que la espía eras tú cuando te vieron en el pasillo del hospital con la periodista, quise creer que era una coincidencia. Mi instinto nunca falla.
—¿Y qué te dice tu instinto que hagas conmigo?
—No sé, dímelo tú.Grave error preguntar aquello y lo sabía, tenía que buscar la manera de escapar de allí, o gritar, su madre estaba en el piso de arriba la oiría y bajaría, pero cuando más quería gritar menos salía su voz.
—Garret, por favor, espiaré para ti si así lo quieres. Hundiremos a Bianca y nunca la dejarán trabajar más en el periodismo, puedo darle información falsa.
A Garret le parecía de lo más divertido verla suplicar de aquella manera pero no le importaban para nada las súplicas de la contraria, ya le daba igual lo que pudiese decirle. Garret Mcmahon no da segundas oportunidades a quien no lo merece y sólo las da si van en su propio beneficio.
—Lamentablemente para ti querida Paige, mi instinto no te cree y esta vez si me voy a fiar de mi instinto.
Después de que el mayor de los dos dijo aquello todo pasó muy deprisa y a Paige no le dio tiempo a recaccionar. Garret sacó una pistola del bolsillo interno de su americana, Paige gritó pero ni le dio tiempo a correr. Los años de caza le habían hecho adquirir a Garret una precisión y una una puntería asombrosa. El disparo, al igual que el grito, se escucharon por toda la mansión del señor Mcmahon y la bala había ido a parar a la frente de la chica, que había caído al suelo, sin vida.
Los empleados de aquella mansión estaban muy bien enseñados como para saber que no debían decir ni una palabra si oían algún disparo en aquel lugar o ellos mismos sufrirían represalias de aquel hombre.
Garret contó hasta tres, sabía que la dramática de su novia no tardaría más de tres segundos en bajar corriendo y no se equivocó, Kelly Salata entró en aquel despacho y al ver el cuerpo de su hija, tendido en el suelo, sin vida su grito inundó toda la mansión. Tardó unos segundos en darse cuenta de que Garret llevaba en la mano la pistola que había sido la causante de la muerte de su hija y sintió miedo, miedo que Garret identificó y más gracia le hacía la situación.—¿Qué, Kelly? ¿Ahora me dirás que tendría que haberme controlado?
—Era mi hija…no entiendo….no sé como fuiste capaz…creía que estabas llegando a quererla…
—Y lo hacía pero ella me traicionó, me estaba espiando.Kelly se quedó muda, no hubiese pensado que su hija estuviese metida en algo contra Garret y al no saberlo se había quedado sin argumentos frente a aquel hombre, aunque eso solía pasarle a menudo. Para su buena suerte o más bien su mala suerte Garret si parecía saber demasiado bien que decir.
—Kelly…Kelly…Esto me da una pena tremenda aunque no lo creas. Pero por nuestra relación, te voy a dar dos opciones.
Garret aún continuaba con la pistola en la mano y mantenía la vista fija en la contraria, que en aquel momento estaba de lo más asustada temiendo que la esperase algo peor que la muerte.
—La primera opción es que no me delates, que me demuestres que estás de mi parte, que de verdad no sabías nada de lo que tramaba tu hija, que mientas a todos. A ojos de la gente lo de tu hija posiblemente sea un suicidio, no esperes que sepan la verdad. Y la otra opción es que con la misma pistola que quité la vida a tu hija te quites tu misma tu propia vida.
En aquel momento Kelly empezó a ver a Garret como era en realidad, se le había caído la venda de los ojos y prefería irse de aquel mundo, reunirse con su hija a vivir atrapada con esa clase de persona. Ella había cometido muchos errores en su vida, pero no pensaba ser partícipe de la mentira de la muerte de su hija.
—No tienes mucho tiempo para decidir, tengo cosas que hacer.
Kelly con las manos temblorosas le quitó la pistola a Garret y se la puso en la sien. No se atreveía a apretar el gatillo. Le temblaba la mano y lágrimas bajaban por sus mejillas. Garret cansado de tanta tontería rodeó a la que en unos instantes dejaría de ser su amante y su secretaria y puso la mano sobre la que ella sujetaba la pistola. El msmo pulsó el gatillo con su mano sobre la de ella. Garret Mcmahon no se andaba con tonterías, sabía de sobra que ella no tenía ni idea de lo que tramaba su hija pero la conocía bien como para saber que no aceptaría la condición de quedarse.
Al estar tan cerca en el momento del disparo, gotas de sangre habían salpicado su rostro, cogió su pañuelo del bolsillo de su americana y se limpió la cara al tiempo que cogía su móvil del bolsillo de sus pantalones y marcaba un número en concreto.—Tenéis trabajo del que deshaceros y llama a mi policía de confianza, que tape todo esto.
Tras decir eso colgó, no tenía nada más que decirles. Su nueva familia no había funcionado, pero aunque fuese por la fuerza haría funcionar a su antiga familia, y es que a pesar de la maldad que Garret tenía encima no sabía estar solo ni quería estarlo y si Leslie y Alyson no querían estar de nuevo a su lado, lo estarían a la fuerza.
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Donde las historias viven.
AcakUn lugar donde millones de historias se juntan y encuentran la manera de arreglar los problemas o de crear otros. Un hospital, que no es sólo un lugar donde operan a personas o curan enfermedades es un corredor de historias. Donde sin duda se pueden...