Capítulo 48

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James había sabido adaptarse muy bien a su tapadera. Parecía haberse ganado a Garret en un segundo, y eso sin duda era un punto a su favor. ¿Sería capaz de resolver aquel caso y encerrar a aquel hombre? O por el contrario, ¿moriría en el intento? Eran preguntas que no dejaba de hacerse, aunque era demasiado orgulloso para admitir que sentía algo de miedo, era su caso más importante hasta la fecha y no quería cagarla, por eso mismo prefería pensar en la primera pregunta más que en la segunda, que conseguiría sus objetivos.
Por otro lado parecía que había un pequeño problema, la hija secreta de Garret. La manera en la que le había mirado... Era como si le conociese, como si supiese quien era en realidad, su verdadero nombre. Pero había algo que no le encajaba, si aquello que pensaba era cierto, ¿Por qué no le había delatado a Garret? James mentiría si dijese que a él, ella no le había resultado cara conocida, ¿La habría visto antes? No tenía tiempo para pensar en esas cosas, tenía algo más importante entre manos, destapar las mentiras de aquel hombre.

-Thomas.

Tenía que acostumbrarse a aquel nombre, aún se le hacía raro pero aún así se volvió sabiendo que era Garret quien le había llamado.

-¿Qué necesita?

-Voy a salir.

-¿Quiere que le lleve?

-No será necesario, me llevarán otros dos de mis hombres. Necesito que te quedes y vigiles a Julia.

Lo que le faltaba tener que vigilar a la hija secreta de aquel hombre. Pero aún así asintió, no le quedaba otra. Julia estaba encerrada en la habitación que Garret había dispuesto para ella, no había querido salir en todo el día así que quizá no tendría que hacer mucho, quizá podría investigar un poco mientras Garret estaba fuera.

Garret no tardó en irse, James se había quedado en una de las sillas del jardín, sabía que Garret tardaría bastantes horas en volver o eso le había informado. Empezó a escuchar unas voces de la parte de arriba e instintivamente se levantó de la silla y se adentró un poco más en el jardín para mirar quien estaba en el balcón y no era otra que Julia, que estaba hablando por teléfono. Se la quedó mirando unos instantes intentando descifrar de que la conocía pero aún no era capaz de darse cuenta.
Ella debió de sentir su mirada porque se giró para mirarle desde arriba, se despidió de la persona con la que hablaba y se acercó un poco a la barandilla.

-¿También te dedicas a escuchar mis conversaciones para luego contárselo a Garret, Thomas?

Había pronunciado el nombre de una manera extraña, como si supiese que mentía, que ese no era su nombre. Quizá eran imaginaciones suyas.

-Lo siento, no quería molestarla.

James vio como frunció el ceño cuando la trató de usted metiéndose en su papel. Soltó un suspiro y volvió a la silla en la que estaba sentado antes. Como si estuviese molesta porque ella no había dado por terminada la conversación no tardó en aparecer y se sentó en la silla que había enfrente de la suya.

Sin duda no se daba por vencida.

-¿Por qué me tratas de usted, Thomas?

Otra vez ese tonillo con el nombre, que estaba empezando a mosquear al chico pues no entendía si era cosa suya o que ella lo hacía a propósito.

-Porque trabajo para su padre.

-Ya...pues no quiero que lo hagas.

-Como quieras.

-Tengo una pregunta.

Encima era curiosa, lo que le faltaba.

-Pues pregunta.

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