然 𓏲 ⁜ ( 𝓑𝐀𝐃 𝓑𝐋𝐎𝐎𝐃 ) ༞ ⍣ 𓄼∴
⇰ ❝ Now we got problems, And I don't think we can solve them. You made a really deep cut And baby now we got bad blood. Band-aids don't fix bullet holes
You say sorry just for show, You...
Invernalia era un lugar sombrío, lejos de la calidez que podían brindar los exquisitos rayos de sol y el abrasamiento que este provocaba; lo único que había era nieve en monstruosas cantidades, kilómetros de ella. Estaba por todas partes, aún cuando todavía no era invierno y en poblados atrás eran bendecidos con el sol. Era un paisaje impresionante de ver, uno que Joanna admiraba a través de la ventanilla del carruaje; allí rodeada de los suyos donde se sentía protegida, sin embargo, el Norte le hacía saber que la situación afuera no la haría sentirse de la misma manera, estaría sola en el cruel y despiadado mundo, con lobos de grandes fauces haciéndole compañía.
Los lannister de la soleada Roca Casterly no eran admiradores de las temperaturas extremadamente bajas ni de los cielos poblados de nubes; los leones eran de un clima cálido tal como el de su hogar ancestral, disfrutaban del sol enfatizar sus brillantes cabellos dorados de los cuales estaban muy orgullosos, de este mismo reposar en sus pieles blancas, alumbrar sus suspicaces ojos esmeralda y descansar al fulgor con una refrescante bebida. Por estos motivos y muchos más aquella visita no les generaba ningún sentimiento agradable. No eran afines a la casa Stark, los señores de Invernalia. Sorprendentemente Joanna era la más positiva a pesar de la situación.
Invernalia era todo lo que la joven Lannister esperaba: glacial. Todo allí era opaco, de aspecto lúgubre y lánguido; se preguntaba, altamente consternada, qué harían los norteños para entretenerse en aquel lugar tan tétrico de aire melancólico y apesadumbrado. Pero a su entrada se le figuraba que un poco de luz y ánimo también irrumpía en el pueblo que encontraba tan inhóspito. Sin embargo, aún con todas sus deficiencias, sentía curiosidad y un emocionante deseo de aventura; era joven y quería conocerlo todo. Sin importar su compromiso con el primogénito del señor de Invernalia, se hallaba extrañamente entusiasta, observando atenta el territorio que algún día sería su hogar y del cuál sería señora, expectante. En cambio, su madre tenía el ceño fruncido y ni siquiera pensaba en echar una mirada fuera del carruaje, no le interesaba en absoluto; el Norte era el fin del mundo, el que tanto recordaba como el hogar de la "zorra Stark", como ella llamaba a aquella mujer por la cual se había iniciado toda una guerra.
—¿Madre, ya habías estado antes en el Norte?— Joanna preguntó, curiosa, intentando averiguar más.
Cersei hubiera respondido severa a cualquiera que le hiciera tal pregunta, pero jamás contestaría de aquella manera tratándose de su hija. Con la mayor dulzura posible, se decidió por contestar:
—He estado en ciudades cercanas, pero nunca tan en el Norte.
Notando el descontento y amargura que su madre procuró ocultar, sintió la necesidad de disculparse.
