Capítulo 4

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Jimin despertó al sentir como su lobo comenzaba a removerse en su interior, además de lo excitado que se encontraba. Sin ningún pudor comenzó a acariciar su duro pene, comenzando con suaves caricias para después acariciarlo de manera más rápida.

Comenzó a gemir por lo bien que se sentía, pero no era suficiente así que llevo dos dedos a su entrada para meterlos de un solo golpe haciéndolo gemir más fuerte. Estuvo sacando y metiendo sus dedos mientras acariciaba su pene cuando comenzó a sentir un cosquilleo en su bajo vientre para segundos después llegar a su orgasmo.

Pero ese no fue suficiente para calmar a su agitado lobo, así que dando la vuelta quedó encima de su estómago para después levantar sus piernas quedando con el culo al aire. Metió dos dedos nuevamente a su agujero pero se sentía tan vacío así que metió otro mientras comenzaba a acariciar su pene nuevamente, pasaron algunos minutos acariciándose cuando volvió a llegar a su orgasmo quedando tan cansado que volvió a dormirse.

La segunda vez que se despertó el sol estaba comenzando a ocultarse y el sentía un vacío en su estómago. No sabía cuánto tiempo había pasado desde la última vez que comió. Abriendo sus ojos pudo ver qué no se encontraba en la banca dónde había despertado estos últimos días. Si no que se encontraba en una habitación bastante grande.

La habitación tenía una cama matrimonial con dos buros a cada lado además de un pequeño escritorio frente a la cama y aún lado un gran ventanal donde se podía ver un hermoso jardín. También había una puerta que supuso daba aún baño y un armario color blanco como todos los demás muebles.

Levantándose de la cama se acercó a la ventana necesitaba ver dónde se encontraba. Lo último que recordaba era a un tipo con un traje negro que lo llevaba a un auto. Se sobresalto al escuchar como la puerta se abría, dando la vuelta se encontró con un Omega Muy hermoso.

— ¡Oh! Al fin despiertas. Dijo acercándose. — Pensé que estarías hambriento así que te traje algo de comer.

— ¿Dónde estoy?. Pregunto Jimin. Sin moverse de su lugar.

— No te preocupes, ya estás a salvó, mi esposo y yo te trajimos a nuestra casa para que pudieras pasar tu celo.

— ¿Mi celo?. Dijo Jimin en un susurro, no recordaba nada después de que ese hombre lo llevará a su auto. — ¿Quien eres?

— Mi nombre es Kim Seokjin, pero puedes llamarme Jin ¿Cuál es tu nombre?

— Me llamo Park Jimin.

— Mucho gusto Jimin, porque no comes algo debes de estar hambriento después de estos dos días.

— ¿Dos días?. Pregunto Jimin sorprendido

— Si, trate de alimentarte pero era lo último que querías.

Jimin al escuchar eso se sonrojo, sabía que su celo era muy intenso ya que tenía dos destinados haciendo que su celo fuera el doble de intenso.

— G-gracias por ayudarme. Dijo sin poder verlo a la cara.

— No tienes nada que agradecer pequeño, mejor ven y come algo.

Jimin se acercó a la cama para sentarse y comenzar a comer, todo estaba delicioso y no sabía cuánta hambre tenía hasta que comenzó a comer.

— Y dime Jimin, ¿Que hacías solo a esas horas de la noche?

— Estaba buscando un lugar para dormir

— ¿Y tu casa?

— No tengo, soy... de un pueblo a las afueras de Busan.

— Oh pequeño, ¿Y que haces en Seúl?

— Es... una larga historia. Contesto dando un suspiro.

 TRES LUNAS |Omegaverse|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora