ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ-ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

Iguro

"¡ Mierda ...! "

Obanai se estremece de dolor cuando la joven le cose la carne. Mira hacia el techo, siseando mientras cierra los ojos con tanta fuerza como puede para desnudar la aguja.

Maldita sea, esto duele como el infierno.

" Lo siento, Obanai-sama, ¡solo necesitas quedarte quieto un poco más! "

Lo estoy intentando, ¡joder!

La chica usa unas tijeras para cortar el trozo de hilo restante al final. Limpiando el sudor de su frente, Obanai se asoma para mirar su torso, ahora de vuelta en una sola pieza. Mas o menos.

"¡ Ahí ...! Ya terminé. Ahora solo necesito vendarte y deberías estar bien. Gracias a Dios que estás vivo. Heridas como estas hubieran matado a cualquier otra persona ... pero, después de todo, eres un pilar, ¿verdad? "

"Tch ..."

¿Se suponía que eso me haría sentir mejor? Solo quiero irme. Necesito ver (T / N).

"Cuánto tiempo más hasta que pueda irme- ¡uf! "

" ¡Oh, no, no, no te sientes, Obanai-sama, tus heridas se abrirán de nuevo! ¡Ah, AOI! AOI, ¿HAY MÁS VENDAJES? "

Obanai mira a la chica, tapándose la oreja derecha mientras ella grita, sin darse cuenta de lo fuerte que es.

No me grites al oído. Shinobu necesita entrenar mejor a estas chicas.

" Oye.. "

" ¡Oh! ¡No vayas a ningún lado, vuelvo enseguida! "

La joven huye, sus diminutas piernas se apresuran lo más rápido que puede. Obanai la observa mientras se va, frunciendo el ceño mientras se masajea la cabeza.

¿A dónde diablos va ella ahora? Nunca saldré de aquí a este ritmo ... (T/ N) ..

Ella no me ha contactado en los últimos días. Seguí enviándole carta tras carta y sin respuesta. Ella es todo en lo que podía pensar durante esa pelea. Me golpearon tanto porque no podía concentrarme en una maldita cosa. Dios, espero que esté bien ...

Obanai se sienta abruptamente, mirando alrededor de la habitación para ver si la chica regresó. Cuando no la ve, comienza a girar su cuerpo, sus piernas se balancean fuera de la cama.

¿Qué diablos estoy haciendo aquí? Puedo levantarme bien. ¡Ni siquiera me importa esto!

" ¡Puaj! ¡Maldita sea! "

Cae al suelo, agarrándose el lado del estómago, que ahora sangraba a través del hilo, goteando sobre sus manos. Agarra las sábanas. Tirando de él hacia abajo, lo rompe por la mitad.

"¡ Obanai-sama! ¿Qué estás haciendo? Vuelve a la cama, necesitas descansar ... "

"Estoy bien. "

El hombre se pone de pie, las sábanas rotas en la mano. Lo envuelve alrededor de su torso, cubriendo su herida ahora abierta y atándolo con fuerza. Empieza a alejarse, pero Aoi se pone delante de él.

Solo déjame ir.

"¡ No estás bien! Como dijo Naho, ¡tus heridas se abrirán si no dejas que se cure primero! Recuéstate y yo ...

"Dije que estoy bien. Me he enfrentado a cosas peores, así que déjame en paz. "

No quiero ser tan malo contigo, Aoi, pero tengo que irme. Ahora.