ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ-ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

Jugando among us con los demonios

"Hombre, estás como, así que vas a morir", dice Gyuutaro arrastrando las palabras.

Frunces el ceño al otro demonio. Por mucho que odies admitirlo, sabes que probablemente tenga razón. Bueno, eso es lo que obtienes cuando los chicos insisten en hacer partidos de "chicos contra chicas" cuando se trata de videojuegos. Lo cual, francamente, es un montón de tonterías. Sólo hay una otra chica que tú, así que no es puta es de extrañar que la mayoría de las veces ganan.

"Gyuutaro", chirría Douma, sus ojos nunca abandonaron la pantalla, "¡no lo digas así! ¡Muestre más entusiasmo! "

Hasta donde usted sabe, hay tres impostores entre ustedes. Sin embargo, dado que se trata de los tipos a los que te enfrentas, saben exactamente quién es culpable y quién no. De nuevo con la mierda.

Gyokko se ríe de alegría. "Tu derrota será hermosa", dice con picardía. "Pintaré un retrato para conmemorar este momento".

"Uf, asqueroso", resopla Daki. "Si vas a eso, al menos asegúrate de obtener mi lado bueno".

Por supuesto, hay cosas más importantes de las que preocuparse. Como, oh, no sabes, no ser asesinado . Le envías una mirada con el rabillo del ojo. Si ustedes dos pierden esta ronda, será por ella.

A un lado, Kokushibou simplemente pone los ojos en blanco. Maldito sea él y su silenciosa intimidación. Por otro lado, Kaigaku y Akaza tienen sonrisas de come mierda en sus rostros. Cualquiera de estos bastardos podría ser un impostor, esperando en silencio la muerte.

En la pantalla, te aseguras de que los personajes tuyos y de Daki se mantengan unidos. Si ustedes dos se separan, entonces se acabó el juego. Sin embargo, por mucho que a estas chicas les guste jugar, e injustamente, eso sí, ustedes dos cruzan la cafetería e inmediatamente se detienen.

Frente a la puerta, todos los personajes de los chicos están en una línea ordenada. ¿Formaron una maldita emboscada? ¿Seriamente?

"¿No creen que eso es ir demasiado lejos?" usted pregunta. Ignoras la inquietud que te araña el interior.

"Por supuesto que no", dice Gyokko con total naturalidad.

Escuchas a Daki tragar saliva. "Oh, mierda."