Cuando el cielo sobre ti retumbó y se oscureció, descubriste que estabas sintiendo cosas similares a lo que era el cielo. Cuando eras más joven, tu madre siempre decía que el cielo lloraba cuando alguien estaba pasando por una pérdida inimaginable. Fue bastante irónico. Lo odiabas.
No querías llorar, pero el cielo tenía otros planes. Tan pronto como se despidió de Inosuke, que había sido arrastrado por Zenitsu, se despidió, viajando por caminos de tierra vacíos, sin prestar atención a la forma en que las diminutas y punzantes gotas empapaban su ropa y su piel. Te congeló hasta los huesos, pero casi no lo sentiste. El hielo que había cubierto tu corazón era más frío que cualquier lluvia.
Tirando del haori verde a cuadros remendado más cerca de tu persona, te detuviste en las puertas del cementerio. Nunca pensaste que tendrías que venir aquí, nunca, pero ciertamente no tenías ningún tipo de buena suerte de tu lado.
Caminando a través de los terrenos embarrados del cementerio, te preparaste para lo que te sobrevendría, deteniéndote en cierta lápida cerca de la parte de atrás, sentada sombríamente sola. El nombre grabado en la lápida, una vez un nombre que llenaría tu corazón de calidez, ahora era algo en lo que intentabas evitar pensar a toda costa. A pesar de saber lo imposible que es, deseas olvidar todo lo que implica el nombre y seguir con tu vida. Nunca lo harías. Tú sabías esto.
"Tanjirou, ¿por qué tuvo que terminar así?"
Un relámpago crujió a tu alrededor mientras te sentabas frente a la lápida, el haori del chico muerto envolvía fuertemente tu cuerpo. Nadie más que él lo sabía, pero tú siempre habías odiado los truenos. De niño, fue peor que nunca, pero aun así no supiste cómo manejarlo. Tanjirou, por siempre tu luz brillante, te ayudó a superar el mal tiempo. Sin él, estabas perdido. No serías capaz de vivir en paz sin él.
Después de venir tan lejos para ver la tumba, empezaste a preguntarte por qué lo intentaste. No era como si la visita lo traería de vuelta de entre los muertos, como si nunca se hubiera ido para empezar. Así no funcionaban las cosas. Lo sabías bastante bien, al menos.
"Tanjirou, tu hermana te extraña", dijiste en voz baja, como si el cadáver pudiera escucharte, "Nezuko te extraña mucho. Yo también. Y solo ha sido un corto tiempo. Tal vez ni siquiera un mes. No logro llevar la cuenta de los días..."
Por el rabillo del ojo, podrías jurar que ves su figura en todas partes. La amable sonrisa de Tanjirou siempre perseguirá tu descanso, asomándose a los lados de tu visión, justo fuera del alcance de tus brazos.
"Si no hubieras muerto, ¿qué habríamos hecho? ¿Adónde habríamos ido juntos, después de que todo hubiera terminado finalmente? Ojalá lo supiera, pero no...
Mientras los sonidos profundos y rodantes del trueno perforaban tus oídos y los relámpagos encendían tu visión, dejaste caer tus lágrimas. No había forma de que pudieras contenerlos, enterrando tu cara en tus manos mientras la tormenta se intensificaba.
"¡Lo lamento!" Le gritaste a la lápida, sintiéndote débil sin la cálida presencia de Tanjirou a tu lado, "¡Lamento no haber podido protegerte! ¡Protegeré a Nezuko, lo prometo!"
Tu promesa cayó en oídos sordos, pero eso no impidió que tu lamentable forma llorara toda la noche, y eventualmente tuvo que ser llevado a casa por Inosuke y Zenitsu, quienes habían venido a buscarte.
No importa lo que hicieras, nunca podrías perdonarte por fallarle al chico que habías llegado a amar y dejar que su vida se te escurriera de la punta de los dedos.
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ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ-ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ
Fanfiction❧ | ❝"No te defraudaré, no importa lo que cueste"❞ ࿐ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ [ꜱᴏʟɪᴄɪᴛᴜᴅ ᴅᴇ ᴘᴇᴅɪᴅᴏꜱ: ᴀʙɪᴇʀᴛᴏꜱ] ➱oneѕнoтѕ + ➱ѕcenarιoѕ + ➱headcanons+ • ᴛᴏᴅᴏꜱ ʟᴏꜱ ᴘᴇʀꜱᴏɴᴀᴊᴇꜱ (ᴘɪʟᴀʀᴇꜱ ʏ ᴅᴇᴍᴏɴɪᴏꜱ) • ! ᴄᴏɴᴛɪᴇɴᴇ ꜱᴘᴏɪʟᴇʀꜱ ᴅᴇʟ ᴍᴀɴɢᴀ! (𝐊𝐢𝐦𝐞𝐭𝐬𝐮 𝐧𝐨 𝐲𝐚𝐢𝐛𝐚...