ᴋɪᴍᴇᴛꜱᴜ ɴᴏ ʏᴀɪʙᴀ-ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

Iguro

—La luz del sol atraviesa los cristales de las ventanas y las finas cortinas de un blanco puro, iluminando la habitación que por lo que recuerdas es tuya — obviamente. sin embargo, no es al mismo tiempo.

miras el mechón de cabello oscuro a tu lado, como resultado de estar enfrentado por la parte de atrás de la cabeza de Obanai. había una sensación de paz en las cuatro esquinas del espacio que nunca antes había sentido y estaba bastante seguro de que era por el hombre que yacía a su lado en ese momento.

inclinándote más hacia su figura, envuelves un brazo en su cintura, colocas la cabeza a un lado de su rostro y le das un suave beso entre el pómulo y la oreja.

" Feliz cumpleaños, cariño ".

tu voz era un susurro pero él se despertó. obanai tiene el sueño ligero e incluso si no tuvieras la intención de hacerlo, lentamente se sacudió el sueño para enfrentarte con los ojos bien abiertos.

" ¿Eso es hoy? —Sonaba como si no le importara, lo que ya sabías. por eso no le ofreciste fiestas sorpresa desde que conociste su historia. sabes que apreciará más a menos gente que al contrario.

acercándome a él para no permitirle recordar ningún mal recuerdo, enfocando mi mirada en sus ojos de dos colores. " ¿Quieres ir a algún lado hoy, obanai? o... ¿quieres quedarte en casa? "

Cierra los ojos y se acurruca más cerca de ti también, refunfuña un poco antes de dar una respuesta. " No es seguro salir. No quiero que te contagies  de ese maldito virus. "

te ríes de las palabras y el tono, obviamente todavía en un estado de sueño. "Entonces, ¿debería hornearte un pastel? cuál prefieres; bosque negro o una tarta de queso oreo? "

" O ... tus pasteles saben bien de cualquier manera ". su voz salió ahogada y solo intensificó la adoración que sentías por el hombre. sonriendo ante su respuesta, te inclinas para darle otro beso en la frente. estabas a punto de bajar las mantas y la cama cuando él te toma la mano y te tira hacia atrás.

" Quédate un poco más ". por lo general, no es una persona mañanera y no exige ser pegajoso, por lo que te alegraba la forma en que estaba actuando. te gustan estas raras ocasiones, obanai en realidad expresa sin preocupaciones sus deseos y no solo te deja hacer lo que pretendes hacer. no significa que te guste su otro lado, pero es genial que ya se sienta cómodo mostrándote todas sus personalidades.

Realmente no podías negar al cumpleañero y volviste a recostarte a su lado, ajustándote un poco para recuperar tu antigua posición.

abre los ojos y se pueden ver sus tonos verdes y amarillos, siempre sintiendo esta admiración por ambos, sobre todo porque estamos hablando de obanai.

¿ Estás seguro? ¿todavía no tienes hambre?

él niega con la cabeza como respuesta antes de cerrar los ojos de nuevo, acercándose a tu pecho y envolviendo sus brazos sobre ti, acercándote más. su corazón latía más fuerte y el calor subió a sus mejillas mientras levantaba una mano sobre su cabello, enredándolo para cepillar suavemente los mechones oscuros.

la pandemia podría haberlos dejado a ambos atrapados dentro de su apartamento recién compartido, pero al menos estaban con alguien a quien amaban