7.5

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La joven doncella Hua se levantó cuando la luz del alba comenzaba a romper la noche, la densa neblina nocturna tardó un poco en levantarse, al hacerlo daba la impresión de que las montañas descendían del cielo, Hua Lin pensó entonces que el nombre de Cloud Recesses estaba bien merecido. Se vistió y salió de su habitación de invitada, en su andar saludó a su padre, algunos ancianos Lan y al líder de secta quien, aunque le dedico una cálida sonrisa no pudo ocultar cierta incomodidad, ella sabía que su propuesta no había sido aceptada del todo pero no le importó, estaba acostumbrada a luchar por las cosas que merecía y quienes le importaban, si algo había aprendido de todo el caos en su hogar era que rendirse no era una opción.

- Doncella Hua, buen día.- la saludó un jovencito, que venía acompañado de otro al parecer de la misma edad, sonrió en reconocimiento  y devolvió el saludo.

- Buenos días, Sizhui, JingYi- Notó que parecían mas calmados con respecto al día anterior, pensar que el culpable de su entusiasmo era cierto cultivador hizo que las comisuras de sus labios se curvaran hacia arriba.

- ¿Está buscando a alguien?- Sizhui preguntó.

- De hecho sí, me preguntaba dónde puedo encontrar al joven maestro Wei.

- Me temo que eso no será posible, señorita Hua.- dijo JingYi con frustración.

- ¿Cómo dices?- parpadeó confundida.

- Verá, Wei-Quianbei no aparece hasta después del medio día.

- Creí que el horario Lan comenzaba a las 5 de la mañana- ¿Lo había entendido mal? Ahora no estaba completamente segura.

- Eso es cierto- confirmo JingYi- pero Wei-Quianbei es la excepción a esa regla, - pensó por un momento- A decir verdad él es la excepción a todo lo que... ¡Argh! ¡Sizhui!

- Si no le molesta podemos hacerle compañía hasta que Wei-Quianbei despierte.- ofreció amablemente y Hua Lin no podía estar mas complacida.

- Sería perfecto ¿Hacía dónde se dirigían?

Los jóvenes ante ella parecían demasiado mayores como para seguir tomando las lecciones de Lan Qiren, debían haber terminado su educación hace algun tiempo, sabía que Wei Wuxian era su instructor durante las cacerías nocturnas pero que el grupo era capaz de valerse por sí mismo, reparó en el arma espiritual que uno de los jóvenes sostenía contra su pecho como si fuera un tesoro, si hacía memoria recordaba haber visto esa espada ser arrojada sin escrúpulos a un rincón.

- ¡A la armería!- JingYi estaba entusiasmado.- Wei-Quianbei me asignó personalmente la tarea de pulir su espada cada día.

- Porque le rogaste JingYi- le recordó su amigo.

- Detalles- respondió restándole importancia al asunto mediante un ademán- Le pedí a Sizhui que me acompañara para que sostuviera la vaina. La espada de un cultivador es parte de él mismo, debe estar siempre reluciente e impecable, a Wei-Quianbei no le gusta pulirla él mismo pero a mí sí, ambos ganamos en este acuerdo. Además quién no querría tener el honor de sostener esta espada ¿Sabía que es muy famosa en esta parte del mundo?

- ¿En verdad?- Hua Lin estaba verdaderamente interesada en la historia, la compañía de los niños era muy grata.

- ¡Sí señorita!- JingYi le arrebató velozmente la vaina a Sizhui para enfundar la espada.

- JingYi ¡No!- Su compañero quiso detenerlo pero ya nada podía parar el creciente entusiasmo de JingYi.- ¿Ahora que vamos a hacer?- se lamentó.

Lan JingYi mostró triunfante la espada envainada, al principio Hua Lin no entendía porque el hecho de enfundarla era algo increíble, no fue hasta que el joven le pasó la empuñadura a Sizhui, quién despues de exhalar toda su frustración cedió a los juegos de su amigo. JingYi tiró fuertemente de la vaina y nada sucedió, dejó caer todo su peso hacia atrás sin soltar la espada para halar mas fuerte y nada sucedió.

WangXian One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora