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El otoño en Cloud Recesses estaba en su apogeo, con el cambio de estación las hojas de los árboles perdían su color y morían antes de caer, creando un sendero dorado en el camino de ascenso a la montaña. Wei Wuxian nunca lo admitiría pero la vista de los árboles desnudos siempre le traía a la memoria recuerdos dolorosos, se veía a sí mismo con un niño en brazos, subiendo por un camino oscuro igual de empinado mientras negras ramas le acariciaban el rostro dándole la bienvenida a su lugar de sufrimiento; veía también una espalda ancha con un guqin a cuestas alejándose al tiempo que él trataba desesperadamente detenerlo.
Ese día no parecía muy diferente.

Wei Wuxian observaba como las blancas túnicas de GusuLan ondeaban con el viento, cada paso que Lan Wangji daba era para alejarse de él, sin embargo, en esta ocasión, el Segundo Jade, sí miró hacia atrás y tras sonreír suavemente, la palabra "Volveré" salió de sus labios para perderse entre los surruros del aire.

Lan Qiren no podía sosportar más aquello, haciendo algo muy impropio de él, puso los ojos en blanco y dejó salir un fuerte suspiro de exasperación. Su sobrino siempre se mostraba reacio a separarse se Wei Wuxian pero ¿Era necesario todo ese drama?
Sin querer perder más tiempo, tomó al más joven del cuello de sus túnicas para evitar que saliera corriendo en algún momento de descuido.

- Ve con cuidado, Wangji.- dijo.

Y sin esperar respuesta, comenzó a arrastrar a Wei Wuxian al interior.

Ya había anochecido cuando el Maestro Lan leía una carta que le fue entregada días atrás, el mensaje era simple y directo, su petición fue atendida pero necesitaba ir personalmente a esclarecer los últimos detalles, la nota adjunta lo ponía nervioso "Traiga al muchacho", clamaba. Su aura serena en ningún momento se quebrantó, acercó la esquina del papel a la llama de una vela y observó consumirse la evidencia de lo que estaba planeando.
Se esforzó arduamente para enviar lejos a su sobrino menor, si sus cálculos eran correctos estaría de regreso a fin de mes, lo que le dejaba un plazo de aproximandamente una semana para llevar a cabo su cometido, no podía permitirse ningún error.
Inspeccionó los papeles de su escritorio para encontrarse con otra carta, de contenido muy diferente a la anterior. Una pequeña aldea envió un pedido de ayuda, al parecer el hijo de una reconocida famila había fallecido no hace mucho y su cadáver desapareció al poco tiempo después, algunas personas aseguraban que estaba vivo, pues lo habían visto rondar las inmediaciones.
Era perfecto, de ese modo tendría una razón válida para visitar la ciudad.

No eran ni las 5 de la mañana cuando Lan Qiren se encontraba listo para partir, no tenía por qué darle explicaciones a Wei Wuxian, simplemente le ordenaría que lo siguiera y el no podría desobedecer; preparó sus cosas y salió de su dormitorio, el Jingshi se encontraba relativamente cerca de sus aposentos, sin embargo, ese no era su destino. Caminó hasta que dió con las habitaciones de los discípulos y preguntó por Sizhui.

- Llama a Wei Wuxian.

- Pero...- Sizhui dudó.

- Ve a despertarlo, no me importa si se niega, haz que se levante y dile que necesito que me acompañe a la ciudad, hay... un asunto.- Sentenció Lan Qiren.

- Sí maestro- Dijo antes de despedirse y obedecer la orden.

Pasaron más de dos horas antes de que Wei Wuxian hiciera su aparición, el muy cínico no ocultó que se había levantado tarde, ni siquiera se había peinado, sus ojos aún estaban vidriosos y sonreía tontamente mientras se acercaba. Lan Qiren no quería enojarse tan temprano así que lo ignoró por el momento.

- Mestro- Sizhui también había vuelto y le llamaba en voz baja.

- ¿Si?

- ¿Va a salir con Wei-Quianbei?- inquirió.

WangXian One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora