Lan WangJi abrió los ojos como cada día, el alba aún no despuntaba y la densa niebla matutina se colaba por su ventana abierta, esto último fue lo que lo hizo despertar un poco antes de su hora habitual, pero estaba bien.
Sus músculos estaban tensos y sentía el pecho extrañamente pesado, como si le costara respirar, de la misma forma que al inhalar después de haber estado a punto de ahogarse en un lago, cada respiración quemaba dolorosamente.
Su cama se sentía fría y vacía, lo cual era sumamente extraño, pues Wei Ying no tendía a levantarse hasta que el sol se hallaba en su punto más alto, cuando ya era imposible ignorar la llegada de un nuevo día; aunque, tal vez el susodicho no había ni siquiera tenido la oportunidad de acostarse, considerando que últimamente trabajaba hasta tarde en unos proyectos que se había impuesto con la intención de ayudar a la secta y, no menos importante, complacer al tío. Lan WangJi suspiró con cariño y comenzó a prepararse.
Todo transcurrió con normalidad, impartió sus clases y tuvo una incómoda reunión con Lan Qiren antes de que esté último le diera las indicaciones de su próxima encomienda, tendría que ir solo, puesto que los discípulos a su cargo recién habían vuelto de su última cacería y Wei WuXian había impuesto una regla tácita, y no negociable, que indicaba por lo menos tres días de descanso entre misiones para que los jóvenes no colapsaran debido al agotamiento.
Recorrió la secta con paso firme, decidido a encontrar a su esposo, no era raro para los demás verlo rondar después del amanecer, sin embargo, él tenía el privilegio de despertar a su lado, bañarse en la dulzura de sus párpados cerrados y beber de sus respiraciones tranquilas, las escasas ocasiones en que eso no había ocurrido se debía a que Wei WuXian estaba tan estresado que no alcanzaba a conciliar el sueño.
Lan Zhan tampoco recordaba haber visto sus túnicas oscuras dispersas en el suelo del Jingshi ¿Habría salido de viaje? Tenía toda la libertad de hacerlo, se negaba a creer que tenía aprisionado al hombre, a pesar de todos los maliciosos murmullos que parecían estar escritos entre los caracteres de su nombre; no obstante, nunca se iba sin despedirse o dejar alguna nota, Wei WuXian sabía lo mucho que le dolía a Lan Wangji la ausencia, por eso se encargaba de hacerle saber que cada vez que desaparecía de su vista, tenía la intención de regresar, de retornar a casa, de volver a él.
Sumido en sus pensamientos, divisó a Lan SiZhui a lo lejos y elegantemente acortó la distancia que los separaba.
—HanGuang-Jun. —Saludó el menor.
—Mn. —Contestó levemente, después hizo la pregunta que rondaba su mente desde que despertó —¿Wei Ying...?
Al ver la expresión confusa en el rostro del niño, se sorprendió ¿Wei WuXian tampoco no le había informado a SiZhui de su paradero?
La situación se tornaba cada vez más extraña, a pesar de eso, en ningún momento, dejó que la expresión en su rostro delatara la creciente ansiedad que luchaba por abriste pasó a través de su pecho.
Repitió la pregunta en caso de no haberse dado a entender correctamente en una primera instancia.
—¿Donde está Wei Ying?
SiZhui pareció dudar un poco antes de dar su respuesta, Lan WangJi era una persona muy paciente, pero tenía un límite, no entendía por qué se negaban a decirle dónde estaba su pareja.
—¿Yiling... Yiling Laozu? —Balbuceó el joven.
Lan WangJi sintió la sangre drenarse de su rostro y su aliento se detuvo un efímero momento, la ira burbujeante comenzó a invadirlo, su mandíbula estaba tensa cuando habló.
—No te dirijas a él de esa manera. —Siseó.
—Pero HanGuang-Jun...
—Silencio —Sentenció —haz una copia de Virtud, el apartado de familia.
—Sí, HanGuang-Jun. —Supiró derrotado SiZhui y se dirigió a cumplir su castigo.
Con un ánimo peor que antes, el Jade reanudó su búsqueda.
—WangJi. —Saludó Lan XiChen con un asentimiento.
Su hermano tenía buen aspecto ese día, podría decirse que hasta lucía radiante, feliz y tranquilo.
—Wei Ying...
Lan XiChen exhaló derrotado, su expresión se oscureció inmediatamente y las palabras que brotaron de sus labios carecían de la calidez que caracterizaba al hombre.
—Ya es esa época del año, ¿Cierto?
¿Qué época del año?
—¿Disculpa? —Lan WangJi parpadeó sorprendido.
Su respiración se aceleró al instante, la sangre en su corazón fluía con tal rapidez que los latidos de éste le dificultaban escuchar cualquier cosa, su visión comenzó a tornarse borrosa en los bordes, por lo que cerró los ojos para evitar el mareo subsecuente.
¿Que día era hoy? ¿A qué se refería Lan XiChen?
La mente de Lan WangJi solo podía gritar un nombre, en un vórtice infinito.
Wei Ying, Wei Ying, Wei Ying...
—Tienes que dejar de hacer esto, WangJi, no sólo te lastimas a ti mismo, nos haces daño también a nosotros.
—No entiendo. —Murmuró.
—Estoy consciente de los sentimientos que tenías por él, pero... Ya no podía redimirse. Ha pasado tanto tiempo, WangJi, por favor... Déjalo ir.
Déjalo ir.
Un aluvión de memorias, hizo flaquear sus rodillas, sus ojos se nublaron y cuándo la vorágine de dolor y anhelo lo invadió, el único sonido que salió desde lo más profundo de su garganta, fue un sollozo entrecortado.
Lan WangJi, corrió, como pocas veces lo había hecho, cada una de ellas, tras el mismo objetivo, buscando alcanzar a la misma persona.
El camino hacia sus habitaciones personales nunca le había parecido eterno como en ese momento.
No podía ser cierto ¿Verdad?
Wei WuXian le había dicho que lo amaba tan solo una noche anterior... ¿O no lo hizo?
Wei Ying...
¡Wei Ying!
Con el corazón latiendo desbocado dentro de su pecho, abrió las puertas del Jingshi con gran estruendo y, la familiaridad del lugar, le dolió.
Aquel que no había cambiado, desde que tenía memoria.
Todo estaba pulcramente ordenado, no había nada fuera de lugar, no había ropa oscura regada por el piso de madera, las blancas túnicas impolutas estaban guardadas dónde correspondía.
No había talismanes o dibujos decorando las paredes, todo estaba tan escasamente decorado que se sintió fuera de lugar.
HanGuang-Jun se desplomó en el suelo y lloró, Lan Zhan derramó sus lágrimas una vez más por la perdida de su amor, de su alma gemela, estaba incompleto pues, la otra mitad de su corazón había muerto muchos años atrás, solo y olvidado.
Al caer la noche, pulsó las cuerdas de su guqin nuevamente, rogando respuestas que jamás llegaron.
¿Wei Ying estaba en paz?
¿Era feliz?
Oró por la tranquilidad de su alma, para que pudiera alcanzar la calma que le fue negada cruelmente en vida.
Ni siquiera se percató del momento en que se quedó dormido.
El amanecer lo golpeó con indiferencia.
Resignado, se preparó para un día más de ausencia.
Tanto tiempo había pasado ya, y el aniversario de la muerte de Wei WuXian seguía doliendo como el primer día.
Ya habían pasado más de 20 años y Lan Zhan no olvidaba.
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WangXian One Shots
FanfictionHistorias cortitas post canon (ノ◕ヮ◕)ノ*.✧ No hay orden cronológico. Los acontecimientos están situados después del final de la novela. OCC, a veces. Cacerías, maldiciones, malos entendidos y relaciones <3 Cada capítulo es una historia diferente. Act...