Capitulo Uno.

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Addison.

No quiero mas trabajo de oficina, John. —me quejé cruzando de brazos.

El se sirvió café y suspiro mientras se sentaba en su escritorio.

—Se bueno y dame una misión real, tu sabes que estoy total y completamente lista. —dije entusiasmada sentándome sobre su escritorio.

El bebió pacientemente su café sin mirarme ni prestarme atención.

—Oh mira aquí llego una misión. ¿La quieres? —preguntó leyendo de la pantalla de la computadora.

—¡Si! —grite emocionada.

—Oh lo siento está no. —dijo al leerla y lo empuje para leerla.

Archivo oficial y secreto.

Ban Astordience es un espía independiente sospechoso de estar trabajando de encubierto en nuestras misiones y robandonos clientes.

Casos menores.

Caso principalmente grave: confidencial.

Detalles: hombre blanco de 192 cm de alto, peso aproximado entre 75 y 85 kg, ojos de color, cabello oscuro, sin tatuajes a la vista pero con un lunar característico en su cuello en forma de corazón. Entre 25 a 28 años de edad.

Importancia de criminal: el más buscado de la ciudad.

Misión rango: S1.

Luego de leer todo eso y ver algunas fotografías suspire y mire a John.

—Por favor ese desgraciado debe ser mío. —canturree a John emocionada.

—Es una misión de clase S1. Tú aún empiezas tus misiones. No puedo. Tu estás calificada para misiones de C o B. —dijo el de mala manera.

—Si la niña insiste en una misión de rango alto permítala, comandante. —habló un hombre atrás. Me levante enseguida. Era el jefe.

—Señor ella no está calificada para esta misión.

—¿El criminal es un asesino? —preguntó el jefe.

Posdata, el jefe era mi padre.

El mejor espía de toda Italia.

—No señor pero no enviaron lo censurado.

—¿Addison crees estar lista y responsabilizarte de tus actos? —me hablo y rodé mis ojos.

—Si me vas a facilitar la misión no la quiero. —le dije y el se rio.

Sus ojos cafés iguales a los míos, lamentablemente, yo quería los ojos verdes de mamá, me miraron.

—Pues lastima porque tu te encargaras de ese espía que nos causa tantos inconvenientes. —dijo el y bufé.

—Dejé que le prepare un equipo. —habló John.

—No lo necesito, traeré a ese imbecil sola. —dije caminando a mi escritorio en busca de mi chaqueta negra y mis lentes.

—Tu me envías la información por inbox, John. —le dije yéndome de la base.

Unos minutos después mientras manejaba me llegó el documento del criminal.

Se supone que todos los jueves visita una cafetería solo a beber un café o lo que sea.

Más fácil imposible.

Me dirigí a esa dirección y al llegar me senté donde usualmente el se sentaba y pedi una infusión. Claro que antes de venir con mis fachas de chica legal busque un top rojo y me cambie en el auto y mi pantalón negro engomado me hacían lucir mas como una chica de mi edad.

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