Capitulo Cinco.

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Terminamos exitosamente la misión entregando al tipo.

Pero cuando lo estábamos llevando al avión vinieron unos matones a buscarlo. Yo tuve que entrar en combate y casi mato a muchos.

En una pelea a larga distancia, las cuales no soy buena, llegó a tocarme una bala pero luego de eso Carter me tomo y corrimos huyendo en el avión.

Me trataron las azafatas pero estaba perdiendo mucha sangre.

—Tengo sueño. —dije y tosí escupiendo sangre. La bala fue directo a mi abdomen.

—No puedes dormirte, agente. Si lo haces moriras. —habló Carter y note como una de sus lagrimas cayó en mi mejilla.

—Vamos mantente despierta. Ya estamos llegando. —dijo Jules preocupada y agitada.

De pronto mi vista se nubló y una luz blanca me hizo pestañear.

Una figura blanca que transmitía tranquilidad se acercó.

—Despierta Addison. Aun no es momento de vernos hija. Vive por mi. —habló una voz y casi me ahogo y escupí sangre para luego toser.

—Vamos ya estamos llegando a la sala de emergencias. —un extraño me miraba sonriendo y el fondo se movía rápido.

Entre a una sala blanca y luego no recuerdo más porque morí.





















Es broma, no morí. Solo me operaron pero cuando desperté me dolió muchísimo el cuerpo.

—Por dios al fin despiertas. —una voz cariñosa hablo.

Al ver a no más que Jules y Carter allí preocupados supe cuán sola estaba, cuán sola me encontraba. No tenía hermanos ni hermanas. Mi madre murió y mi padre es muy orgulloso como para ver que su hija tuvo un error.

—Hola chicos. ¿La misión fue exitosa? —pregunte y ellos me miraron y asintieron.

Parecían aliviados.

—¡Como es que terminaste así Addie! —entró John preocupado.

El era como el tío cool que todos aman.

—Hola John. ¿Temiste que tu agente favorita muera?

—No lo digas ni de chiste. —dijo dejando el ramo de flores a mi lado y me abrazo fuerte que me queje del dolor— Lo lamento.

—¿Addie? —Steve entró y noté sus ojos rojos. Al verme pude notar su claro alivio.

—¿Steve como...?

—Tu padre me llamo y me dijo. Por dios me asuste demasiado. —dijo dejando un beso en mi frente.

Mi vida estaba quebrada, tenía a personas que no eran tan significativas para mi a mi lado. No hay nadie que piense y diga "quisiera que esté aquí dándome ánimos" y si pienso en alguien lo primero que se me viene a la mente es el idiota que durmió conmigo y me hizo el desayuno.

Que va, parezco una adolescente enamorándome del primero que me da atención.

Luego de unas semanas de recuperación y de Steve estando conmigo todos los días cuidándome me recupere por fin.

Mi celular lo había perdido en la pelea pero Steve se tomó el tiempo de comprarme uno nuevo y dejándome mi número antiguo. Lo configure y recibí varias llamadas y mensajes de mis compañeros, mensajes de animo y aliento.

Pero lo que llamo mi atención eran los veinte mensajes sin leer de Ban.

Ban: Hola, hace mucho no respondes mis mensajes, estoy algo preocupado. Si crees que fue un error lo que sucedió te pido disculpas porque insistí yo cuando tú me había rechazado. Lo siento. Si no quieres que hablemos lo entiendo. Pero dímelo.
entregado hace dos semanas, jue 20:03.

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