Capítulo Seis.

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No sabría que haría ahora. Solo tengo una oferta laboral y es de la empresa que mi padre respeta pero ir ahí... hay muy pocas mujeres que resisten ahí.

Tome mi auto y fui a casa. Me di una extensa ducha y luego de sacar todo mi llanto tome aire y me fui a vestir.

Luego de pasar la tarde desconectada, porque apague mi celular no quería que John o mis compañeros me pregunten de lo sucedido, me fui a la terraza a beber un té de frutilla y me quede pensando en que haría.

Mañana llamaré a la empresa.

El timbre sonó. Seguro era Ban. Me asomé por la terraza pero no era su auto. Baje algo desanimada.

—Hola John. —dije y el ni bien entro me abrazo.

—Lo siento tanto. —dijo el y me dieron más ganas de llorar.

—No quería que se haga un escándalo y todo el mundo supiera que estoy rota. —murmure y el acariciaba mi espalda dándome ánimos.

—No es tu culpa. No pienses mas en eso. Supuse que estarías sola y no quiero que lo estés. Puedes venir a casa con mi familia unos días y te ayudaré a buscar empleo. —dijo el cuando se alejó y sonreí.

John que era un colega y amigo de mi padre que básicamente lo conocía hace unos cinco años era incluso más amable y cariñoso que mi propio padre.

—Gracias pero estoy encariñada con mi soledad. Yo estoy bien solo... recordar lo qué pasó con Jasper... eso solo me explota y rompe en mil pedazos.

Lo hice pasar y le serví té.

—John dime, ¿que haré con Ban? Por favor dime que anularán la misión. —dije algo desesperada y el suspiro y sonrió.

—Sabía que te enamoraste de él. —dijo y cerré los ojos cubriéndome con las manos la cara de la vergüenza— No te preocupes me encargue de eliminar la misión. Ahora será tu problema. Te comento que preferiría que no les digas que tenías una misión para capturarlo. Solo dile que eres espía. Si quieres.

—Eso haré. Pero... temo que el no sea sincero conmigo. —dije y me levante tomando la caja con las cámaras microscópicas y micrófonos que encontré haciendo la limpieza hace unos días.

—Era de esperar el es un excelente espía.

—Lo se.

Seguimos conversando, John era muy amable y Yam cariñoso que por un momento me puse a pensar si así se sentiría el amor de un padre.

El se marchó y yo me fui a dormir temprano. Estaba agotada mentalmente.

(...)

Abrí los ojos por los rayos del sol. Mire el reloj y al ver la hora me levante rápido pero... ya no tenía trabajo. Me recosté y tome el celular. Lo encendí.

Tenía como veinte mensajes de preocupación de Ban y como unas quince llamadas perdidas.

Lo llame y no sonó ni el primer timbre que atendió.

—Hola, hey, me asuste. ¿Estas bien? —preguntar el notándose preocupado.

—Hola Ban, si lo estoy. Bueno no, en realidad ayer tuve un día fatal. ¿Podríamos vernos? Hoy no tengo trabajo así que si tienes tiempo te voy a ver a tu casa.

—Ven, justo estaba saliendo de ducharme. Prepárate los waffles. —dijo el.

Sonreí. —Bueno me ducho y voy.

—Aquí te espero amor. —dicho eso colgué.

Me di una ducha rápida sigo nerviosa. Tome unos pantalones blancos y una blusa azul con un escote algo suelta dejé mi cabello húmedo me maquille un poco las ojeras los labios y las pestañas. Me puse perfume y pase a comprar su café favorito y mi cappuccino.

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