Capitulo Diecisiete.

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Ban y Elle partieron juntos y yo los despedí, esperaba que Elle volviera recuperada y que el trabajo la distrajera.

Tome un vestido negro con unos tacones negros y alise mi cabello. Me maquille muy natural y tome el auto yendo al cementerio.

Al llegar vi a Nate hablando con muchos familiares suponía. Habían policías y militares allí.

Me acerqué hasta que el me vio y vino hacia mi.

—Hola, lamentó llegar tarde. Había tránsito.

—No te preocupes, llegas a tiempo. Gracias por venir. —dijo el dejando un beso en mi mejilla como saludo.

Camine a su lado hasta sentarnos y escuchar la ceremonia. Muchas personas estaban llorando, otras solo la recordaban. Yo sinceramente no pude evitar llorar al verla con su poco cabello tintado de negro. Fría pálida. Estoy segura que ella no querría verse así.

—Ahora si alguien quiere pasar a compartir algún memorable recuerdo con Joanne que pase ahora. —habló el padre. Mire a Nate esperando a que vaya pero el solo negó. Y vi sus lagrimas caer.

Nadie se levantó, así que fui yo.

Todos me miraron. —Buen día a todos. Mi nombre es Addison, yo en verdad solo la conocí estos dos últimos días a Joanne y lo único que puedo decir es que ella realmente me diría que "soy muy joven para llorar", la puedo recordar como a una mujer valiente y fuerte. Como una guerrera que aceptó su enfermedad y vivió como deseo este último tiempo. Estoy segura que ella no querría verlos tristes, porque yo creo que ella no morirá si seguimos recordándola como es. Porque una persona tan buena y valiente como ella jamás se borrará de nuestros corazones, espero de todo corazón que nunca la olviden porque yo jamás lo haré. Gracias y que en paz descanses Joanne. —dije y seque mis lagrimas. Volví a mi lugar y no me di cuenta de que Nate estaba llorando hasta que me miró.

—Gracias por decir lo que no pude. —susurró entre lágrimas y tome su mano asintiendo.

Cerraron el ataúd una chica nos alcanzó unas rosas rojas. Nos levantamos y las tiramos mientras enterraban a Joanne.

Luego de eso vinieron familiares a darle el pésame a Nate, me sorprendió no ver aquí al señor Vogge.

Cuando todo termino éramos los únicos en el cementerio.

—¿Te llevó Nate? —pregunté y el asintió.

—No traje el auto. —dijo el mirando la tumba de Joanne.

—Vamos. —dije y el camino tras de mi.

Lo dejé en su casa, el me pidió llevarlo a su casa y no a la mansión porque sentiría un gran vacío, así que lo dejé ahí.

—¿Quieres pasar? —preguntó el y asentí. No quería dejarlo solo, debía sentirse muy mal.

Nunca había estado en su departamento, era muy similar al de Ban.

—Lamento el desorden no estuve estos días...

—No te preocupes. Si quieres preparo café. —dije y el asintió.

—Siéntete como en tu casa, iré a ducharme estoy cansado. —dijo el y yo asentí sin más. Camine hasta su cocina algo desorientada.

Busque como loca el café hasta que lo encontré. Luego de prepararlo noté que tenía una caja llena de distintos tés.

Tenía té rosa, mi favorito. Me prepare para mi, espero que no le importe.

Mientras esperaba a que caliente me puse a recorrer su enorme departamento. Tenía una vista magnífica y algunos cuadros de pinturas elegantes. Noté unas fotos de el y Elle también.

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