Capitulo Nueve.

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Le avisé a Ban que dormiría en casa y el quería venir porque creyó que algo malo sucedió pero lo tranquilice.

Me hice un té y tome mi diario, subí a la terraza a escribir como me sentía. Esa era una de las maneras en las que sentía que descargaba lo que sentía.

Cuando me di cuenta ya había escrito tres paginas y la mano me dolía por escribir tan rapido. Termine el té y seguí escribiendo sobre Ban, sobre lo del psicólogo.

La mañana siguiente me vestí para el trabajo y me hice el desayuno.

Ban🖤: Buen día, ¿quieres que pase por ti?

Yo: No es necesario, iré en el auto, si quieres haz una mochila así nos quedamos en mi apartamento unos días. Y nos turnamos.

Ban🖤: Bien eso haré. Nos vemos luego. Te amo.

Sonreí como boba y le mande un corazón.

Mientras desayunaba me puse a ver las noticias. En eso tocan el timbre. Voy a abrir creyendo que era Ban y que me mintió.

Abrí con una sonrisa pero se borro al instante al ver a Jasper.

—Hola Addie Didy. —dijo e intente cerrar la puerta pero el fue rápido dejando su pie evitando que cierre.

—Vete o llamaré a la policía ya renové mi restricción a doscientos metros de distancia de ti. —-dije y el empujó la puerta.

—Vine a disculparme. —dijo y abrí la puerta indignada. Por dentro temblaba del miedo. El verlo solo me causaba dolor y miedo.

—Ok te perdono ven bésame. —dije y el sonrió— Eres un maldito idiota, ni drogada diría eso. Tu no mereces mi perdón. Ahora vete o te saco a la fuerza.

Me sentía inferior, como si intentar sacarlo sería una tarea difícil.

—BAN VEN RÁPIDO. —grite mirando hacia dentro de casa para que crea que no estoy sola.

—Bien me voy. Pero tú estás saliendo con un criminal incluso peor de lo que yo era. —dijo y le di una bofetada.

—Prefiero a ese "criminal" que a un violador como tú. —dije tu el rodo sus ojos.

Se alejó y sonrió guiñándome el ojo.

—Tu padre me encargo una misión muy especial. Espero mantengas vigilado a tu novio. —dijo el bajando las escaleras de acuerda de mi departamento.

—No, me dijeron que cancelaron la misión.

—Tu padre la aprobó nuevamente. En fin adiós. Nos vemos otro día. —dijo y se subió a su auto.

Cerré la puerta con llave y caí al suelo temblando y llorando del miedo que me generó verlo y hablar con el a solas.

Corrí a mi cuarto y armé mis valijas con mi ropa. Guarde mi dinero en efectivo. Mis documentos importantes y todo lo necesario. Tome mi caja especial de tés. Transporte todo a mi auto. Conduje lo más rápido a la casa de Ban.

Al llegar el estaba saliendo del edificio. Al verme sonrió confundido y se acercó. Cuando baje del auto sentía que iba a caerme, mi pecho latía y mi cabeza daba vueltas.

Mi cuerpo estaba por impactar el suelo pero los enormes brazos de Ban me tomaron y alzaron. Unos minutos después estaba sentada en el auto y el venteando mi rostro y repitiendo mi nombre muchas veces.

—Addison, al fin. ¿Que sucedió? ¿Por qué trajiste tus maletas? ¿Te vas?

—Dejame quedarme contigo hasta que consiga otro departamento. —pedí desesperada.

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