Capítulo 9. De regreso a la Aldea de la Hoja.

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En la Torre del Uzukage, Naruto, Fu, Yugito y B aparecieron en un destello amarillo.

B se hincó sobre su rodilla y al ver esto Naruto de inmediato tomó un bote de basura que estaba cerca y se lo dio para que B comenzara a vomitar.

Yugito y Fu vieron esto con una gota de sudor.

- ¿Ese fue el Hiraishin? - preguntó Yugito, recibiendo un asentimiento del rubio.

Después de que B se repuso, Naruto los llevó al campo de entrenamiento donde se podían ver toda la aldea.

- Bienvenidos a su nuevo y momentáneo hogar - dijo Naruto sonriente al ver las caras de asombro de B y Yugito.

Naruto llamó a los demás Jinchurikis y los presentó, ahora eran 7 Jinchurikis.

Los meses pasaron, Fu y Yugito se habían hecho buenas amigas, juntas y con la ayuda de Naruto lograron hacerse mucho más fuertes, siendo ninjas de rango S actualmente.

B y Yagura estuvieron entrenando juntos, haciéndose mucho más fuertes, Yagura y B ahora estaban empatados en nivel de fuerza siendo los dos Jinchurikis más fuertes después de Naruto, rozando así el rango SS.

Han y Roshi habían logrado limar las asperezas y ahora eran buenos amigos.

Naruto estaba muy orgulloso de lo que había logrado en su viaje de entrenamiento, Había reconstruido su aldea y reunido a sus Jinchurikis. La aldea ahora tenía una buena fuerza ninja, teniendo a un par de refugiados del Clan Yuki y el Clan Kaguya, a su vez, varios civiles se habían convertido en ninjas competentes siendo la mayoría Chunin y algunos Jonin.

Viendo que ya era hora de ir a la hoja, Naruto convocó una reunión entre los Jinchurikis.

- Chicos, me temo que es hora de que regrese a mi aldea - dijo Naruto.

- ¿Qué? ¿Por qué? - preguntó Fu.

- Cuando me fui de mi aldea en un viaje de entrenamiento, me dieron 3 años de plazo que ya se han cumplido por lo que debo regresar - dijo Naruto viendo una cara triste de Fu.

- Tranquila, regresaré antes de lo que crees - dijo Naruto agitando su cabello - Yagura, quedas a cargo como Uzukage, los demás sigan entrenando.

Después de eso Naruto se dispuso a irse, no sin antes tener una cálida despedida de los habitantes de la nueva aldea.

Naruto se fue usando su Hiraishin apareciendo así en un destello amarillo en la mansión Namikaze.

Naruto se enfocó en sus habilidades sensoriales y finalmente encontró la persona que buscaba, saliendo así velozmente en su búsqueda.

Naruto estaba corriendo por las calle de la aldea y no pudo frenarse un poco para ver los lugares, fue entonces cuando pasó por el hospital y ahí la vio, se quedó parado observándola, asombrado ante su belleza, qué hermosa sonrisa, qué hermosos ojos.

Hinata estaba rumbo al hospital cuando sintió que alguien la miraba, volteó y vio a un chico rubio, sus mejillas se sonrojaron al ver lo atractivo que era y de inmediato lo reconoció, sus ojos se veían diferentes pero tenían la misma calidez y de inmediato se lanzó hacia él.

- ¡¡Naruto!! - gritó Hinata lanzándose a los brazos del rubio.

Naruto la recibió con los brazos extendidos y se encontraron en un cariñoso y fuerte abrazo.

- Me alegra que por fin regresaras - dijo Hinata.

Aunque Naruto le había dejado el Kunai Hinata nunca lo usó.

- ¿Por qué nunca me llamaste? - preguntó Naruto un poco triste.

- Lo intenté varias veces el primer año - dijo Hinata viendo a Naruto a los ojos.

Naruto: El Salvador UzumakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora