Entre Cuatro Paredes

Cap 5: Deliciosa tortura

Tomo un pedazo de la pizza que había pedido y la empezó a comer sin dejar de embestir al cuerpo debajo suyo.

--mmm, esta rica, no la quieres probar cariño~

El rubio lo vio y solo pudo abrir la boca para que también le diera un pedazo, aunque también fue por el éxtasis del momento.

--Cuidado que el queso quema un poco.

Bajo su cara hasta quedar frente a frente con su tierno amante, solamente le pasó el queso ya que Katsuki no podría tolerar un trozo de pizza en estos momentos.

--Ups. Lo siento tanto, se me soltó sin querer.

Sonrió al ver como su amante se quejaba por lo caliente del alimento que le pasaron y que sabía no fue ningún accidente de que callera directamente a sus labios.

--Ups~

--A-Ahhhh!!! Quema-

El pecoso sacó todo el queso y los pepperonis de su pizza para luego dejar caer en pequeñas cantidades pequeños trozos que terminarían por cubrir todo su pecho. Los pepperonis fueron a dar a los sensibles pezones del rubio quien trato de moverse para sacar todos esos alimentos calientes de sí.

--No te muevas cariño, quiero disfrutar la vista... Para comerte lenta y tortuosamente. -Susurro lo último en el oído del rubio.

Los gemidos de placer y dolor salían de la boca de Katsuki, no es fácil tener queso recién salido del horno en el pecho.

--Ahhh mmgh D-Deku, por favor...-Suplicaba por ayuda mientras era embestido repetidas veces.

Al ver los ojos lagrimosos de su amante y sus uñas clavarse en el colchón supo que era demasiado dolor y él no es tan malo.

--Pero veo que lo disfrutas. Bueno, tal vez retire un poco.

Comenzó a comer y lamer la piel roja del cenizo lo que provocaba pequeños espasmos.

--Hey, no me arruines la comida con tu asqueroso semen o lo pagarás caro.

El rubio se asustó al escuchar ese tono de voz así que trato de reprimir sus ganas de querer correrse, pero la lengua de Deku lamiendo su cuerpo era algo que le gustaba, pero nunca lo admitiría.

--Vamos cariño, resiste un poco más.

Las embestidas pasaron a ser lentas para el cenizo quien no podía quejarse o Deku seguiría con eso.

Sintió como su piel dejaba de arder solo sus pezones aún estaban adoloridos.

--Sin duda prefiero la pizza de Kacchan -Lo miró y le dedicó una sonrisa lujuriosa y juguetona.

--Ya puedes correrte... amor -con esa última palabra Deku lo embistió fuerte en el punto exacto e hizo que todo el líquido que su amante contenía saliera a chorro acompañado de un sonoro gemido de placer.

--Mierda, no me aprietes así... Arrg!

Katsuki quien apenas y podía recuperar su cordura hablo.

--Solo te pertenezco a ti...

Escurría semen, tenía las muñecas con marcas, el pecho rojo, mordidas en sus pezones y piernas, dejaba caer un fino hilo de saliva por uno de los lados de sus labios, en el cuello quedó marcada la mano del pecoso quien lo estuvo ahorcando un rato y con su respiración acelerada.

--Mírate nomás, estás hermoso.

Le dio un beso en la frente, se paró para dirigirse al baño del cual salió ya cambiado con el pelo tirado para atrás.

--Bueno, ya me voy, tú te puedes ir mañana -tomo la perilla de la puerta y antes de salir se volteó y sonrió tiernamente- Eres el mejor, Kacchan.

Una vez Katsuki sintió la puerta ser cerrada pudo quejarse todo lo que quisiera.

--Maldito bastardo, ¡¿Casi muero ahogado y tú lo disfrutas?!

Mierda...

Duele, pero...

Me gusta, mi dulce tortura.