Entre Cuatro Paredes

Cap 4: Mi odiosa enamorada

Izuku estaba de muy mal humor, no era nada raro si su acompañante era Kendo Itsuka su adorable enamorada a quien odiaba con todo su ser, ellos no eran compatibles en ningún aspecto.

¿Pero entonces por qué son novios? Se preguntarán.

Pues fácil, ella simplemente amenazó con mandar a su familia a la bancarrota ya que sus padres trabajaban para la empresa que ella manejaba. Era una loca obsesionada pero el pecoso esperaba que algún día ella se aburriera de él y lo dejara vivir tranquilo y en paz.

La noche que llegó tarde a la casa de Kendo tuvo que responder toda una sarta de preguntas como:

¿Dónde estuviste?¿Con quién?¿Me estas engañando con alguien más?¿Por que llegas tan tarde? Entre otras cosas.

Él solo respondió que estuvo en casa de un amigo jugando unos partido de fútbol en la play y sin querer se les pasó la hora volando.

Kendo no le creyó y le comenzó a oler el cuello de su polo para comprobar que estaba diciendo la verdad y no estuvo con otra mujer.

Al final Kendo fue a su habitación e Izuku se quedó en el mueble. Era verdad que no la engañaba con una mujer, pero al menos ella no sospechaba que su prometido tiraba de vez en cuando pa la otra cancha y esa era la razón por la que aveces llega tarde.

La situación actual lo estresaba pero al menos su familia seguiría viviendo sin ningún problema.

Volvemos al presente donde se ve al pecoso dejar a su "novia" en la puerta de su trabajo mientras le daba un pequeño beso y le sonrió para despedirla. A penas vio como Kendo volteó su mirada de odio y asco apareció.

Su rutina era dejar a Kendo en su trabajo por las mañanas, tener toda la tarde libre para hacer sus cosas sin molestias hasta que llegaba en la noche y finjir ser un chico enamorado.

De regreso a casa se tuvo que desviar del camino para dirigirse a la del cenizo.

¿Como conocía su casa? Pues a veces le toco hacer un trabajo de la universidad junto a Katsuki, aunque estuvo muy poco ya que antes siempre, siempre lo sacaba a patadas, ahora era diferente.

Tocó el timbre y nadie respondió hasta que pudo escuchar la tosca voz de su amante a sus espaldas.

--¿Qué haces en mi casa, bastardo? -estaba molesto de tan solo ver como el pecoso pedía alojamiento en su hogar.

Una vez dentro el pecoso miró con más detalle la pequeña pero cómoda vivienda decorada con algunos muebles, retratos y demás hasta que Katsuki se paró frente a él y lo miró directo a los ojos con las manos a la cintura.

--En que estás pensando, te he estado preguntando qué es lo que quieres aquí y no me respondes.

--N-Nada importante solamente estoy cansado es todo pero no quiero ir a mi casa.

--Ven -el ojirubi tomo a Izuku de la muñeca y lo condujo a su habitación sin decir ninguna palabra.

Una vez dentro, el rubio se sentó en una esquina de su cama y lo miró con el ceño fruncido.

--No quiero hablar ya te dije.

De un momento a otro Izuku estaba en el suave colchón siendo su camisa desabrochada pero paro este acto enseguida.

--¡Tampoco quiero tener sexo! Solo quiero descansar, no he tenido un buen día Kacchan.

Katsuki suspiro y se hecho en la cama dándole la espalda al pecoso que solo trataba de no molestarse al recordar que solo se buscarían para satisfacer sus deseos y como había roto esa norma el cenizo solo lo ignoraba.

--Kacchan...

--¡Cierra el maldito hocico!

--Katsuki...

--¡Maldición ya cállate!

De un momento a otro el pecoso estaba encima del cenizo besándolo agresivamente mientras el otro trataba de quejarse pero al no poder solo apretó los ojos e hizo puño sus manos.

--Mmmgh Blah... Jah... Jah...

Ambos jadeaban en busca de aire pero el más avergonzado era el cenizo pues sintió como una erección se formaba en su pantalón y trato de no mirar a esos profundos ojos verdes.

--Te dije varias veces que no uses ese lenguaje.

--Como si te fuera a hacer caso, idiota.

Otro beso húmedo comenzó y dejó a Katsuki hecho un lío pues ahora sus pupilas estaban dilatadas, un hilo de saliva salía de la comisura de sus labios, estaba más rojo que un tomate con la respiración agitada y cuando Izuku bajo su vista pudo ver la erección de su amante y sus pantalones manchados con su espeso líquido pre-seminal.

--Eres un pervertido, ¿Lo sabías?... Cariño -Dijo con sarcasmo y un toque de diversión en su voz.

--D-Dejame -trato de soltarse pero era inútil todo lo que pudo hacer fue sentir como sus muñecas ahora eran aprisionadas por una sola mano del pecoso mientras la mano libre bajaba hasta levantar la tela de su pantalón y ropa interior.

El cenizo miraba los ojos del pecoso y como su cara se acercaba para volver a besarlo. Sabía lo que pasaría y le entusiasmaba la idea, pero está vez Izuku no pensaba lo mismo.

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Solo para que sepan que no odio a Kendo, ella me cae super bien solo cambie su personalidad al igual que los demás personajes para hacer este fic.

No me odien por lo que he hecho con la hermosa Kendo :(