Cap 3: Soy tu perra

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--I-zu-ku
Listo para ir a divertirte.

Decía la castaña muy contenta mientras iba caminando a la fiesta de Graduación de la universidad.

A pesar de que eran de aulas distintas siempre hallaban tiempo para pasar juntos.

La fiesta era en un gran local que estaba no muy apartado a la uni.

El ruido de la música resonaba a unas cuadras antes de llegar y con forme se acercaban se iba intensificando. Una vez estando dentro tenían que gritar para poder escucharse, el pecoso estaba algo nervioso de estar entre tanta gente pues se hallaba casi la mitad de los estudiantes.

--¿Uraraka, dime por qué acepte venir aquí?

A parte del motivo principal, pues ni bien entraron pudo divisar al cenizo en una de las mesas con sus amigos.

--¡Por qué toy chiquita y es tu deber protegerme! ¡Además te divertirás mucho hoy y quien sabe hasta consigas una novia o novio!

Caminaron entre el tumulto de gente hasta llegar a un lugar no muy alejado de la mesa del cenizo.

--Oh mira, yo conozco a esos chicos.

--Uraraka no creo que debas...

--¿Por qué? Son buena onda ¡Menos el amargado del centro!

Grito y alzó la mano para que los de la otra mesa los escucharán, parecían personas amables.

Se reunieron hablaron o mejor dicho gritaron hasta que la música terminó.

--Hola yo soy Eijiro, ellos son Sero, Shindo y Katsuki. Un gusto conocerte.

--Un gusto Eijiro, yo soy Izuku Midoriya.

--¿Midoriya? Teníamos algunas materias juntos, verdad bakugo -Hanta mencionó al recordar haber escuchado su apellido en alguna clase.

--Y dime ¿Qué es lo que te atrajo a esa aburrida clase del profesor Silver? -Hablo Shindo haciendo algunas señas.

--Que le preguntan a este maldito nerd si lo único que sabe es soltar puras tonterías.

--Katsuki, son análisis y no son tonterías como tú dices. -Izuku se veía un poco molesto por aquel comentario.

--La misma vaina

-Okey chico y que más sabes hacer.

-Sé cómo domar a una bestia -Alzo la voz en la última palabra.

Todos se asombraron por eso, su amigo sabía tratar con animales salvajes.

--Oh, verdad que me dijiste algo sobre tu antiguo trabajo-Uraraka dijo con inocencia.

--¿Y eso que? No te hace mejor que yo, perdedor.

Kirishima y Uraraka se acercaron a hacerle preguntas ignorando completamente al cenizo.

--¿Y que clase de bestia es?-Dijo la castaña.

--Es una leona salvaje- decía medio nervioso.

A Katsuki le resaltaba una vena ya que sabía perfectamente a quien se refería.

--Hombre y no le tienes miedo -Dijo kiri

--Nop, cuando estoy a su lado es bien mansita aunque con los demás es agresiva.

--¿Igual a este sujetó?- señala Uraraka al rubio

--Uraraka que dices, este tipo no es para nada mansito.-dijo susurrando

--¡Te escuche pelos de mierda! -Comenzó a alejarse del grupo mientras que el pelirrojo trataba de detenerlo.

-- ¿Alguien quiere tragos? -mensiono Shindo.

--Yop, pero tú no vas te conozco y te pondrás coqueto con cuántas chicas te encuentres.

--Uraraka... -Recibio un codazo de parte de su amigo pelirojo- Ah...ok.

--Bien, Izuku puedes ir por las bebidas por favor. -Decía la castaña haciéndole ojitos de cachorro al pecoso.

--Esta bien -soltó un suspiro antes de empezar a caminar y luego de un tiempo se percató de que no conocía el lugar, ni dónde estaban las bebidas y para colmo estaba perdido entre tanta gente.

Comenzó a dar vueltas tratando de visualizar a su amiga pero no la encontro, seguía caminando para ver si la podía hallar cuando sintió como era arrastrado hasta un lugar apartado de la gente y era empujado contra la pared.

-¡Que mierda haces tú aquí!

--Primero, hola y segundo, se que te alegra verme.

--¡No te hagas el payaso y responde!

--Mira, vine para acompañar a mi amiga y despejarme un rato de todo el estrés.

--¿Estrés? Qué estrés ,dime

--No tengo por qué decirte

--Maldito hijo de puta acaso yo no te quito el estrés ¡¿eh?!

--¿Tú? No lo creo y el único hijo de puta eres tú ok.

--Arg, soy tu perra maldito imbécil y ahora quiero jugar señor "domador de bestias"

--Jaja, perdón por eso

--Maldito cabrón mal parido hijo de tu chingada madre ya cógeme idiota!

Se abalanzó contra el peliverde y comenzaron un beso tosco y torpe, cada ves que se juntaban el peliverde comenzaba el beso pero está vez por la adrenalina que sentía en este momento fue el rubio quien lo inicio y estaba acostumbrado a seguir el ritmo del beso pero está vez no sabía ni que hacer y el pecoso no ayudaba pues solo lo tomo de la cintura y se quedó viendo como el rubio descubría como dar un beso.

--¡Mierda no te quedes ahí parado!

--Que te dije de tu lenguaje cuando estés conmigo.

--Arg, ...A-Ayudame que no sé cómo se hace esto, p-por favor...

--Pero aquí no.

Lo tomo del brazo y asegurándose que nadie los siga lo condujo por un pasillo que tenía dormitorios y entraron en uno de ellos, cerraron la puerta con seguro antes de comenzar con las lecciones.

--Abre la boca

El cenizo hizo lo que se le ordenó antes de ver como el pecoso se acercaba a él. El beso era cálido y tranquilo pero él no quería eso.

--Ahora saca la lengua y comienza a moverla dentro de mi boca.

Poco a poco el cenizo se acostumbro a como iniciar un beso francés que luego paso a uno impaciente por más, hasta que comenzó a dar pequeños gemidos entre cada beso y eso excito al pecoso.

--Joder, Katsuki.

Cogió las nalgas redonditas del cenizo antes de comenzar a restregar su pene con la del rubio.

--Liberame de estas telas y podré follarte cuántas veces quieras.

Ante estas palabras el rubio bajo sus manos hasta el cinturón del pecoso para comenzar a sacárselo al igual que sus pantalones y ropa interior.

Sin soltar el beso el pecoso cargo al rubio tomándolo del culo para levantarlo y poder posicionar sus pies en sus hombros.

--Oh mier- sí, esto quería.

--comienza a moverte

Katsuki comenzó a dar pequeños saltos mientras se agarraba del cuello del pecoso para no caer.

Entre Cuatro ParedesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora