Cap 3.5: Soy tu perra (parte 2)

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Los movimientos de Kacchan eran demasiado lentos por eso Izuku lo tomo bien de las caderas y comenzó a llevar el ritmo el mismo, gritaba y gemía, era el paraíso para el rubio quien bajo la vista para ver cómo era embestido repetidas veces mientras su cordura comenzaba a desaparecer.

--¿Que eres?

--T-Tu perra

--¿Y que quieres?

--Tu leche, joder

--Cuida esa boquita

--Mmmahhhh!!!

Los movimientos fueron más rápidos hasta que un gran gemido salió de los labios del rubio e Izuku supo que había tocado su punto dulce comenzando a embestirlo con más rapidez y sin importarle ser brusco.
Al cabo de unos minutos ambos se corrieron al mismo tiempo.

--Otro vez, follame otra vez...

Lo bajo y lo posicionó contra una mesa teniendo una buena vista de su pequeña y estrecha entrada que escurría su semen, estaba tan empapado que entraría sin ningún problema.

Volvió a entrar en el cenizo que gemía alegremente al volver a sentirse lleno. Esta vez pudo estar más profundo dentro del cenizo volviendo a profanar ese hermoso culito al cual le había quitado la virginidad.

Tenían libertad de hacer todos los ruidos obscenos que querían ya que la música opacaba sus voces y nadie se enteraría de lo que están haciendo esos dos amantes, Deku gruñía cada vez que el interior de Kacchan lo succionaba más siempre está tan apretada y tan mojada para él que solo le interesaba dejar su semen dentro, embarazarlo si es que se podía, que ese hermoso rubio tenga a sus hijos aunque sea imposible, esa perrita calenturienta lo lograba volver loco con tan solo un roze de sus manos suaves sobre su miembro.

Izuku seguía empujando cada vez más y más profundo hasta volver a hacer gritar al pequeño rubio.

El éxtasis solo volvia loco a Katsuki al sentir como ese gran pedazo de carne lo llenaba, su sentido común se nublaba y estando enzima de esa mesa que no le permitía agarrarse a algo como método de reprimir su voz, lo único que le quedó fue apretar la mandíbula o morderse el labio inferior mientras rasguñaba la superficie de madera con sus uñas, las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos cuando sintió como era llenado por segunda vez y eso provocó que arqueara la espalda en respuesta mientras sacaba la lengua por inercia y sus ojos se abrían a la par que sus manos sostenían el peso de su cuerpo semidesnudo.

Ambos siguieron en lo suyo, parecían conejos en celo pero debían de apurarse antes de que sus amigos empiecen a sospechar.

Luego de la quinta ronda ambos acomodaron sus ropas para poder salir de ese cuarto que a de saber a quién pertenecía pero ahora olía a sexo.

--Kacchan, anda tu primero yo iré atrás tuyo.

El rubio le dio una afirmación con la cabeza mientras rozaba la virilidad de Izuku con su mano.

Espero un par de minutos luego salió para encontrar a su grupo que lo buscaba.

--¿Izuku, donde estabas? -pregunto la castaña preocupada.

--Estaba... Perdido -Dijo mirando discretamente a su rubio quien gritaba a un chico junto a él y que volteó la vista para encontrarse con esas esmeraldas que lo pusieron nervioso.

--Tsk

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