[4]

7.2K 864 456
                                        

"Labios rotos"

—¡Basta, por favor déjalo en paz! —pidió Keiko con lágrimas en los ojos.

—No lo haré. Le enseñaré a este imbécil que no tiene que meterse en donde no lo llaman. —señaló el hombre mientras seguía golpeandolo salvajemente en todas partes.

La rubia bajó la mirada y pudo ver a Shinichiro inconsciente. La sangre estaba por doquier y ella no se podía sentir más impotente.

« ... »

3 horas antes...

Keiko llegó con una sonrisa a la casa de los Sano.

—Buenas tardes. —saludó al abuelo inclinándose.

—No tienes que tratarme tan formal. Ya eres parte de la familia. —le dio un abrazo y luego la guió hasta la cocina. —¿Quieres té?

—Sí, por favor. —se sentó en un banquito. —¿Shinichiro ya llegó?

—Dijo que iba a tardar más en la tienda. Tiene un cliente grande. —puso una tasa frente a ella. —Si entra feliz y te invita a salir es porque le fue bien. —palmeó su cabeza y se sentó a su lado.

—Señor Sano... ¿usted cree que se pueda amar a alguien llevando poco tiempo siendo pareja? —preguntó a Keiko con la mirada perdida.

—¿Sientes que amas a mi nieto? —ella asintió apenada con las mejillas rojas.

—Solo llevamos siendo novios desde hace dos meses pero por alguna razón siento que hemos estado juntos toda mi vida. —sonrió bebiendo el té. —¿Está mal que piense así? Debo parecer muy intensa, ¿no es cierto? Es algo extraño considerando nuestra relación en la Preparatoria.

—Yo conocí a mi señora cuando tenía 18 años. No nos llevábamos muy bien que digamos, pero el destino es impredecible, Keiko. Lo digo porque a los 20 ya estábamos casados. —tenía una mirada melancólica en el rostro. —Sé que podrás pensar que eran otros tiempos pero yo la amé desde que la conocí solo que no lo sabía o no me había dado cuenta. Sigo amandola aunque ya no esté.

—Eso es muy lindo. —ambos se vieron con pequeñas sonrisas. —Shinichiro y yo tenemos tantas cosas en común que no puedo creer que nos molestaramos cuando pudimos llevarnos bien. —sacudió su cabeza. —No es por quitarle méritos a usted, pero Shinichiro tuvo que crecer rápido por perder a sus padres, tuvo que ayudar a criar a sus hermanos y creo que está haciendo un gran trabajo. Yo también hice mi mejor esfuerzo con Kenny, no sé si usted sabía pero perdí a mis padres cuando tenía 11 años, mi hermano era solo un bebé y yo no sabía que hacer. —suspiró. —Un hombre se ofreció a ayudarnos pero yo no confiaba en él, pensé que estaría perdida y que me obligaría a trabajar en el burdel del cual era dueño. No lo hizo. Solo me dio un lugar donde vivir a cambio de que yo limpiara algunas cosas. Ese hombre nos salvó a Kenny y a mí, pero eso no significa que no fuera difícil. —entrelazó sus propias manos recordando todos los duros momentos. —Draken me decía mamá hasta que lloré diciéndole que nuestros padres estaban muertos cuando él tenía 8 años. Fue cruel pero ya no lo soportaba más, me sentía muy presionada por todo.

—Hiciste lo más que podías. Sé que ellos estarían orgullosos de ti. —el viejo palmeó su hombro.

—Gracias.

—Siempre le he dicho a Shinichiro que el tiempo es algo que no se puede asegurar. Mírame a mí, pensé que moriría antes de mi hijo y me equivoqué. Así que por eso le digo que viva la vida al máximo, pero obviamente aprovecha eso para hacer sus tonterías y luego justificarse. —ambos rieron.

bonita ⍟ shinichiro sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora