[6]

6.3K 642 630
                                    

"Te amo"

Las gotas dejaron de caer de la regadera. Shinichiro tomó el cuerpo desnudo de Keiko y lo secó con la toalla blanca. Besó su hombro y dejó que ella saliera del baño con una pequeña sonrisa.

Ella llegó al cuarto de Shinichiro, el cual estaba justamente enfrente. Se fijó por la ventana y pudo notar los primeros rayos de sol. Sonrió recordando esa noche y el contacto apasionante de sus pieles. Como lo habían acordado, estuvieron juntos toda la noche hasta que la mañana comenzó.

Salió a un pequeño balcón que estaba a menos de tres metros del suelo. Hacía algo de frío, pero no le hacía mucho caso, tenía el cuerpo cubierto por la tela blanca.

—Te vas a enfermar. —regañó Shinichiro entrando al cuarto con la toalla solo cubriendo su cintura.

—No importa.

—A mí me importa mucho. —se quedó callado. —Oye... ¿Regresarás al burdel? —preguntó con preocupación.

—No me gusta mucho estar ahí, pero si estorbo puedo quedarme allá. —se alzó de hombros.

—Keiko, tú nunca vas a estorbar. —Shinichiro rodeó sus caderas de atrás a enfrente y besó un poco su cuello. —Lo preguntaba para acompañarte.

—Solo iré por ropa. —su mirada tranquila se alzó al cielo. —Me acostumbré tanto a que me digas bonita, que cuando me llamas por mi nombre me siento extraña, como si estuvieras enojado conmigo. —suspiró. —De hecho nunca me lo había preguntado... —se giró hacia él, quedando frente a frente. —¿Por qué me dices bonita, Shinichiro? —recargó su cabeza en su pecho desnudo.

—Porque todos conocemos varios ejemplos de esa palabra. El primero que cruza por mi mente al escucharla eres tú. —respondió acariciando su cabello rubio.

Al oír eso, ella se quedó callada y alzó la cabeza encontrándose con sus ojos pacíficos. Se sentía amada de una buena manera y eso la alegró. Acarició su mejilla lentamente y unió sus labios con la misma velocidad.

—¿Quieres otra ronda? —preguntó Shinichiro dando un suspiro pesado cerca de su oído.

—No. De hecho tengo sueño. —talló sus ojos y bostezó.

—Ven acá, bonita. —la tomó de los muslos y la cargó en sus brazos hasta la cama.

Ambos se acostaron quedando frente a frente, admirándose.

—Espera, todavía no cierres los ojos. —pidió el azabache parándose y tomando la cámara de video.

—Hey, estoy semi-desnuda. —cubrió su rostro, avergonzada.

—De cualquier forma eres hermosa. —prendió la cámara y comenzó a grabar.

—Está bien, pero nada sexual, eh. —entrecerró los ojos y él asintió.

—Buenos días, Shinichiro del futuro. —habló el ojinegro sonriente apuntando la cámara a su pareja. —Aquí está tu bella novia diciendo que quiere hacer un video sexual.

—¡Shinichiro! —se quejó aventándole una almohada.

—Es una broma. —dio una carcajada girando la cámara hacia él. —Probablemente esta bonita chica esté preguntándose por qué saque la cámara en un momento tan íntimo y por qué estoy evitando que se duerma.

—La verdad que sí. —se quejó presionando un poco su rostro con la almohada, su rostro se arrugó con falsa molestia.

—¿Recuerdas que me prometiste ayudarme a grabar momentos lindos? —ella asintió extrañada. —Pues no creo que la memoria de esta cámara sea suficiente, porque cada momento que paso contigo es algo que quiero recordar por siempre. Te amo, Keiko Ryuguji. Te amo, bonita. Me he estado guardando mis sentimientos por temor a apresurar las cosas, como siempre, pero ya no importa porque si algún día me pasa algo quiero que tengas presente que siempre te he amado y siempre lo haré. —habló mirándola con cariño.

bonita ⍟ shinichiro sanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora