bonita ⍟ shinichiro sano

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"Algo bonito"

⍟

La marcha nupcial comenzó, haciendo que Shinichiro, quien estaba acomodándose la corbata, diera un saltito con sorpresa. Su mirada de inmediato se posó en la mujer que se acercaba lentamente a él.

—Soy el bastardo con más suerte del mundo. —susurró para sí mismo con los ojos cristalizados por la angelical imagen que se plasmaba frente suyo.

Keiko llevaba un vestido blanco, largo y sin mangas. Su cabello rubio estaba recogido y llevaba un velo en la parte de atrás. Sus mejillas estaban rosadas y sus pestañas largas hacían que sus ojos, también cristalizados, expresaran una mueca de amor que sólo podía darle a su pareja. Su vientre abultado relucía como señal de que en un par de meses se convertiría en madre primeriza.

Se veía completamente hermosa.

Draken la tomaba del brazo guiándola hasta Shinichiro. Se aguantaba las lágrimas como todo un campeón. Ver a su hermana por fin siendo feliz después de tanto sufrimiento lo ponía emocional.

En la sección de los padrinos, Takeomi se sonaba la nariz con un pañuelo proporcionado por Benkei, quien se mantenía con una mueca seria pero por dentro estaba tan emocional como su amigo. Izana y Wakasa estaban a su lado burlándose silenciosamente de el mayor de los Akashi mientras que Mikey, posicionado algo cerca de su hermano, le daba palmaditas de apoyo a este.

Por cada paso que Keiko daba, Shinichiro se sentía más nervioso, quizá era porque ambos se estaban viendo fijamente, y el amor puro los recorría de arriba a abajo.

La tonada terminó y Draken le dio una mirada eternecedora a Keiko, soltándola suavemente del brazo para dejarla con el que en unos minutos se convertiría en su cuñado oficialmente.

—Te ves tan preciosa. —Shinichiro la tomó de las manos y le dio un beso en la frente.

Ambos se observaron entre sí y todos los recuerdos de los años pasados llegaron a sus mentes como una ola; algo efímero, suave y calmado.

Cada beso, cada noche apasionante, cada abrazo cálido, cada pelea. Simplemente la poco o mucho que habían vivido juntos estaba ahí. Estaba ahí justamente para recordarles que no importaba cuántos baches pasaran en su camino, ellos acabarían juntos porque era así: Keiko Ryuguji y Shinichiro Sano se amaban tanto que ya no había cabida para otro amor más que para su futura hija.

La ceremonia pasó junto con las lágrimas, los votos y el beso que selló todo. Los labios unidos que se habían tocado más de mil veces en todo ese tiempo significaron que ahora ellos estaban juntos, dando el último paso.

Keiko y Shinichiro salieron de la iglesia sonrientes con sus manos entrelazadas bajo la atenta mirada de todos los invitados que esperaban a la otra parte del festejo, ya que habían decidido tener una pequeña fiesta en la playa para celebrar sus nupcias.

Minutos después al llegar al lugar, Keiko de inmediato fue separada de su amado para ser jalada ligeramente del brazo por Emma.

—¿Cómo está la bebé? ¿Tienes náuseas? ¿Patea mucho? —preguntó preocupada.

—Em, estoy bien. —sonrió tranquilamente. —La verdad solo quiero pasar un tiempo a solas con tu hermano. —su mirada se posó en su ahora esposo. —Siento que no hemos hablado bien desde que comenzamos con los preparativos de la boda. Y conmigo así... —señaló su vientre. —todo lo que yo he hecho es dormir y comer. —dio una risita.

—¡Espera! tengo algo que contarte, es sobre Draken y yo. —se sonrojó.

—¿Qué sucede?

Al otro lado de esa carpa decorada con guirnaldas de girasoles y luces, Shinichiro hablaba con Takeomi mientras miraba de reojo a Keiko.