"Despierta"
⍟
Miles de recuerdos pasaron por la mente de Keiko Ryuguji.
Algunos reales.
La mayoría falsos.
¿Qué estaba ocurriendo?
—Es tu culpa.
—No.
—Sí. Es tu culpa que yo esté muerto, Keiko.
—Basta.
—Tú te quedaste dormida y ahora estoy muerto.
—¡Cállate!
—¿Cómo me superaste tan rápido?
—No lo hice.
—Ese bebé no es mío.
—Sí lo es.
—Yo no tendría hijos con la mujer culpable de mi muerte.
—Deja de decir eso.
—¡Despierta!
« ... »
Algunas vidas se sienten tan falsas como los sueños.
Algunos sueños se sienten tan reales como las vidas.
La pesadilla de Keiko se disfrazó de vida y provocó que Shinichiro se sobresaltara por los sollozos y palabras que ella soltaba por esas falsas alucinaciones.
—Shinichiro regresa, por favor. —murmuró. La rubia todavía estaba en los brazos del azabache.
—Estoy aquí, bonita. ¿No sientes cómo te abrazo? —apretó su agarre.
—Quiero pasear contigo en la motocicleta como siempre. Anda, vuelve. —siguió murmurando con el ceño fruncido y los ojos cerrados.
—Hey, estoy aquí. Todo está bien. —Shinichiro besó su frente.
Keiko comenzó a llorar más fuerte, causando que Shinichiro se asustara. Nunca la había visto tan exaltada.
—Estás teniendo una pesadilla. —dió un pequeños beso en sus labios y luego se acerco a su oído. —Te amo, bonita.
Keiko se quedó callada y su novio pensó que eso había sido todo, por lo que volvió a cerrar los ojos.
Obviamente estaba equivocado.
—Serás igual de apuesto que tu padre.
Shinichiro alzó las cejas con confusión al ver como Keiko tenía las manos en su vientre.
—¿Eh? —el azabache palideció.
La joven Ryuguji inició a llorar de nuevo. Murmuró varias cosas que para el hombre a su lado no eran identificables hasta que pronunció una frase que provocó un escalofrío en él.
—Te amo, Shinichiro. Bebé Sano y yo te amamos y nos despedimos. Adiós, bonito.
—¿Me dijiste bonito? —preguntó esbozando una media sonrisa mientras comenzaba a sonrojarse. —Espera, ¿cómo que bebé? Acabamos de tener sexo por primera vez, no puedes saberlo todavía y estoy seguro de que usé condón. —suspiró sentándose. —Aunque bebé Sano no suena mal. —se pasó una mano por el cabello. —Ah, no puedes escucharme. —se recostó nuevamente a su lado. —Sigue soñando con nuestro bebé. —acarició su cabellera rubia.
Keiko volvió a llorar nuevamente, pero ahora era algo diferente, se oía un gigantesco dolor en sus sollozos.
—Bonita, me estás asustando. —Shinichiro acarició su mejilla para que ella pudiera salir de la pesadilla que parecía estar teniendo. —Despierta. Despierta. Despierta. —pidió en voz alta.
No estaba funcionando. Ella seguía llorando y ahora tenía las manos en su propio rostro.
Shinichiro estaba desesperado moviendola, no parecía poder despertar.
—Keiko. —la tomó de las mejillas. —¡Despierta! —dio un fuerte grito.
Había funcionado. Ella se había despertado.
Lo primero que la rubia hizo al abrir sus ojos repletos de lágrimas fue lanzarse encima suyo.
—¡Estás bien! —sollozó pasando sus dedos por su cara como si estuviera impresionada de poder tocarlo.
—Pues ni tanto, me diste un susto horrible. No querías despertarte. —sostuvo sus caderas. —¿Tuviste un mal sueño?
—Una maldita pesadilla.
—¿Tener un hijo conmigo es una pesadilla? —ella lo miró confundida. —Estabas hablando dormida.
—No era por eso. —se dejó caer encima suyo con el rostro cansado —En mi sueño tú... no estabas.
—Oye, sabes que aunque me gusta fumar yo nunca me iría por cigarrillos para no volver como hacen algunos. —dio una risita.
—No me refiero a eso. —Shinichiro secó las lágrimas en el rostro ajeno con sus pulgares.
—Tú estabas muerto. —murmuró en un sonido apenas audible pero que hizo que el azabache abriera los ojos con sorpresa.—¿Qué me pasaba?
—No lo sé. Yo me desmayé al recibir la noticia y cuando desperté estaba embarazada. No era un sueño en donde yo controlara mi acciones, era más bien como si muchos recuerdos estuvieran ocurriendo.
—Ok, mi teoría es que mi yo fantasma te embarazó.
—¡Shinichiro! —ella dio un quejido aferrándose a su torso. —No es gracioso. Fue algo horrible. —sus ojos se cristalizaron. —Después de eso, tú me decías que había sido mi culpa y que nunca tendrías hijos conmigo.
—Yo nunca diría eso. Tus sueños mienten.
—Se sintió muy real. —la rubia cerró los ojos aliviada.
—Mírame. —la tomó del mentón y ambos conectaron sus ojos que transmitían el mismo color y los mismos sentimientos. —Estoy aquí. Estoy vivo. Estoy bien. —se acercó lo suficiente para que sus respiraciones se mezclaran. —Siente mis labios, Keiko. —comenzó a dar pequeños besos por todo su rostro. —Soy real y estoy enamorado de ti.
—Nunca te vayas de mi lado. —pidió suplicante.
—Siempre estaré contigo, bonita.
Keiko al oír esas palabras iluminó sus ojos y lo besó con ternura, pero también con miedo a que algún día su pesadilla se volviera realidad.
⍟
nota de la autora♡:
Estoy 100% segura de que Shinichiro le diría "mi tilina" a Keiko. 🤕
—Sophie
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bonita ⍟ shinichiro sano
Romance⊹ꮺ˚♡ ❝ ━ ¿por qué me dices bonita, Shinichiro? ━ porque todos conocemos varios ejemplos de esa palabra. El primero que cruza por mi mente al escucharla eres tú. ❞ ▌│█║▌║▌║║▌║▌║██║▌║▌║║▌║▌║█ ⦁estado: completada. ⦁prohibida su adaptación o copia (t...