CAPÍTULO 5

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Termino de desayunar después me cepillo los dientes, me observo por última vez en el espejo y agarro las llaves de la casa, mi mochila, salgo y comienzo a caminar.

Mientras camino por la banqueta de la calle me pongo mis audífonos y escucho una de mis canciones favoritas
"all i want" de olivia rodrigo.
No se por que me pongo sentimental si nunca me he enamorado de alguien o amado...
Por supuesto que algunos chicos me parecen atractivos pero soy muy reservada y timida en ese sentido.
Tengo miedo a ser lastimada o que solo me quieran para divertirse o para pasar el rato, se que no todos los hombres son iguales por eso no generalizo pero vamos, hoy día es difícil diferenciar a un chico que realmente valga la pena del resto, no pierdo la esperanza  de enamorarme perdidamente de alguien pero todo a su tiempo y por el momento solo disfruto de lo que tengo a mi alrededor, vivo la vida un día a la vez y disfruto de cada cosa y momento como si fuera mi último día.

Algo curioso en mi es que me encantan las canciones tristes, me hace feliz.
Se que es raro por que una canción escrita con tristeza no puede generarte sentimientos de felicidad pero a mi realmente me gusta, tampoco es que me ponga a bailar pero si la disfruto mucho, enserió las disfruto...
Las canciones siguen pasando hasta que llegó a la universidad.
llegó con facilidad pues una amiga de mi madre me dio un tour por toda la vecindad incluyendo instituciones educativas.

Cuando entro a la universidad se  acerca una señorita de recepción.

- Recepcionista
hola mucho gusto mi nombre es Ana ¿Eres Emely verdad?
- Dijo con una delicada sonrisa.

- Emely
¡hola! Si soy yo.
- contesté regresandole la sonrisa.

- Recepcionista
Vamos te llevare a tu salón, si necesitas algo, lo que sea, no dudes en buscarme.
- Dijo mientras abría la puerta del salón.

¡Muchas Gracias! Le contesté y un poco nerviosa entre al salón, rápidamente sentí como las miradas se centraron en mi, estoy muy nerviosa como para decir "buenos días" o algo así entonces busco un lugar comodo y me siento.
De repente entra el maestro se acerca a mi y me da la bienvenida, le agradezco y el salón se queda en absoluto silencio,
Las horas pasan rápido, de repente escucho el timbre de recreo sonar, me levanto rápidamente de mi silla y salgo del salón para dirigirme a la cafetería.

Estando aqui me doy cuenta  que todas las personas me observan, paso mi mano derecha por la nariz y ¡Dios mio!
¿Que me paso?

¿Amarte o Valorarme? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora