En un intento por cambiar de aires y salir de su zona de confort, Marinette decide visitar a su tía en Londres por todo el mes de noviembre a pesar de saber que es una mujer un tanto especial.
Sin embargo, antes de siquiera empezar, aquel intento d...
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Día 04 » Granada AU « Parte 1.
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Contexto: Corea del Sur y Corea del Norte siempre han vivido en guerra entre ambas partes. Y hasta hoy en día, las peleas no parecen querer cesar.
En Corea del Norte, todos los varones están obligados a servir al ejército militar por 10 años. De no querer cumplir con la regla, se les prohíbe la salida del país para siempre.
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Octubre 04, 2021
Marinette tenía miedo.
En todos los diez años que llevaba practicando parapentismo, el clima nunca le había jugado en contra.
Jamás.
Sin embargo, ha escuchado que hay una primera vez para todo. Y si era completamente sincera, prefería tener una mala primera vez conduciendo su auto a tener un primer problema con su amado parapente.
Su corazón latía descontrolado dentro de su pecho, Marinette juraba que lo escuchaba tan rápido y fuerte que podría explotar en cualquier momento. Chilló cerrando los ojos cuando sintió un fuerte nudo en el estómago al estar descendiendo de súbito. Sus manos instintivamente se aferraron más a los suspentes y encogió su cuerpo tanto como podía, lista para recibir un impacto que de seguro era capaz de dejarla en cama por unos cuantos meses. Si no es que para toda la vida.
El nudo en su estómago se deshizo y sintió un vuelco al caer más y más rápido, sin nada ni nadie que detenga su caída de más de dos metros por encima del suelo.
Después, todo fue un borrón.
Solo fue capaz de sentir raspones en cada parte de su cuerpo. Un golpe en su cabeza, otro en su espalda y por último en el abdomen, el cual hizo que todo el aire escapara de ella para dejar salir un gruñido de dolor.
Escuchó rasgones. Y en lo único que pudo atinar como opción dentro de su mareada mente, fue que aquello se debía a su enterizo de deporte. Sin embargo, al abrir los ojos y ver sus pies suspendidos en el aire —y sentir que evidentemente todo su cuerpo colgaba—, alzó la vista inmediatamente hacia su parapente, soltando un gritito de horror al verlo rasgado y atrapado entre las ramas de un árbol .
