En un intento por cambiar de aires y salir de su zona de confort, Marinette decide visitar a su tía en Londres por todo el mes de noviembre a pesar de saber que es una mujer un tanto especial.
Sin embargo, antes de siquiera empezar, aquel intento d...
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Día 27 » Apático «
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—Entonces yo le dije que me la había regalado su primo; Adrien, y se quedó callado y de un momento a otro quiso irse. ¡De la nada! —Marinette exclamó de manera exasperada, golpeando la mesa con sus palmas—. Ugh, me desespera. ¡Todo estaba bien! Estábamos pasando un bonito día. ¿Qué le pasa?
Claude se cruzó de brazos e hizo una trompita con sus labios, tratando de pensar en una buena razón para el cambio repentino de su mejor amigo con Marinette.
Pero es que solo había una, y era la existencia de Adrien en la ecuación de "Félix + Marinette". Sin embargo, le costaba creer eso. Félix le había comentado lo mucho que quería a su primo. Lo mucho que le gustaría alejarlo de su padre debido a lo estricto que era con él. No podía ser posible que su distancia repentina con su vecina sea porque mantenga una amistad con Adrien. Además, eso se sabía desde hacía tiempo.
Entonces, ¿qué? ¿En serio Félix estaba experimentando la etapa de celos? No, Claude no conocía todo de él, pero lo conocía lo suficiente como para decir que no estaba celoso, sino mas bien... ¿Triste? ¿Decaído?
Definitivamente, no tenía todas las piezas del rompecabezas.
—Hay veces que tampoco entiendo algunas actitudes de Félix —admitió el londinense en medio de un susurro—. Pero siempre hay una buena razón detrás de todo lo que hace —sonrió levemente verla resoplar y rodar los ojos con cansancio—. ¿Qué te parece si le haces esa pulsera y vas a hablar con él?
—No lo sé... Preferiría que él sea quien se acerque. ¿Y si me rechaza la pulsera? ¿Y si me ignora y hace como que no existo? Este Félix apático no me hace tanta gracia, me hace recordar al Félix que se hizo pasar por Adrien en París e hizo que tres amigas se akumaticen —masculló, cruzándose de brazos al igual que él.
—¿Al Félix que hizo qué? —Claude la miró con el entrecejo fruncido.
—Que se hizo pasar por Adrien y...—Marinette cayó en cuenta que su amigo no tenía la más mínima idea de lo que hablaba, y entonces negó con la cabeza en medio de una risa—. Pues claro que no te lo iba a contar. Fue un idiota. Digamos que no nos dio la mejor primera impresión.
