En un intento por cambiar de aires y salir de su zona de confort, Marinette decide visitar a su tía en Londres por todo el mes de noviembre a pesar de saber que es una mujer un tanto especial.
Sin embargo, antes de siquiera empezar, aquel intento d...
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Día 04 »Granada AU« Parte 2.
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—¿Qué haces a tres kilómetros de la frontera con el Sur, Graham?
Félix se adelantó a encarar a Theo mientras Luka, nerviosa y disimuladamente, sacaba dos granadas aturdidoras de la parte trasera del camión. Las escondió en su cinturón, y dándole una rápida mirada a Marinette, alcanzó a su capitán para respaldarlo.
—Mi compañero y yo vigilábamos más de cerca de las fronteras, coronel. —Respondió tranquilamente, y Luka a su lado volteó a verlo con el ceño imperceptiblemente fruncido.
—Claro, vigilabas yéndote hacia el Sur.
—Asumimos que no vendría de supervisión a nuestra guarida el día de hoy, coronel. —El soldado menor intervino, ganándose una mirada fulminante de parte de Theo que lo hizo encogerse en su sitio. —N-No importa —susurró bajando la mirada—, olvídelo.
—Me pareció ver a alguien dirigiéndose hacia las fronteras —habló Félix queriendo retomar la atención del mayor en él—. Le pedí a Luka que me acompañara a revisar, pero al parecer no era nada. —Se encogió de hombros fingiendo desinterés después de ladear la cabeza a los lados.
—Pudiste notificármelo a mí y lo sabes. —Theo frunció el ceño con evidente molestia, y el rubio tuvo que convertir ambas manos en puños para no estallar.
—No quería molestarlo si es que terminaba siendo una falsa alarma —Se excusó—. Además, yo también estoy apto para hacer este tipo de trabajos.
Theo alzó la barbilla y avanzó hacia Félix con el ceño fruncido, queriendo dejar en claro que él era el de mayor autoridad entre todos.
—Cuida tus palabras, Graham —Sonrió complacido ante el miedo y nerviosismo evidente en Couffaine—. A pesar de la posición que tienes, que no se te olvide que soy superior a ti. Y puedo hacer y deshacer a mi antojo.
El rubio entrecerró los ojos con molestia, sin inmutarse para nada ante la advertencia que bien sabía, era completamente cierta.
—Eso lo veremos. —Contestó levantando su ceja derecha, haciendo que Luka quiera pegarle una cinta en la boca en ese instante.
