❝A Kim le gustan las chicas y se ha esforzado en mantener ese secreto. Pero ahora que conoce a Lilian, sus sentimientos amenazan con revelarse❞.
SINOPSIS EN EL INTERIOR
Inicia: 7/Enero-2023
Termina: 21/Marzo-2023
PROHIBIDA TODA COPIA, ADAPTACIÓN O...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Gael tenía razón al no llamar fiesta o bar al lugar al que nos llevó; sería engrandecerlo demasiado.
En uno de los límites del pueblo —y se sabía que era el límite porque a un lado estaba la población, de donde veníamos, y al otro solamente oscuridad y montañas— había un sector que, supuse, antaño fue un vecindario habitado.
Había casas... o los esqueletos de ellas, no eran muchas, pero todas estaban en abandono, con vidrios rotos, puertas ausentes y olor persistente a moho. Aún con todo, no estaba en completa destrucción y cuando alguno —creo que Derek— preguntó el motivo, Diabla dijo que se había convertido en el sector fiestero de la juventud y que ellos mismos evitaban que se cayera a pedazos.
Había música proveniente de algún auto a todo volumen y la luz en general era poca, viniendo solo de algunas farolas puestas cada tantos metros, lo que indicaba que en general el vecindario no tendría servicio de electricidad permanente.
—En la ciudad, un sitio de estos sería de mala muerte —murmuró Sandy a mi lado. Lili la miró.
—Sí, pero como es un pueblito mágico, tiene su encanto.
Y era cierto. Imaginé un lugar en penumbras, lleno de extraños en la noche, en medio de edificios abandonados en la ciudad, licor incluido y me recorrió un escalofrío.
Pero acá era cómodo.
El clima era perfecto, íbamos en grupo y eso disminuía las reservas ante lo extraño, y además, mirando a los que estaban allí, nadie lucía amenazador. No a simple vista, al menos. Todos eran jóvenes desde la adolescencia hasta los veintitantos, riendo con sus grupos de amigos o bailando; varios puestos cada tantos metros vendían licores, cervezas o snacks.
Nuestro grupo se unió al grupo de Gael y su hermana, que, cerca de sus motos, congeniaban. Eran más de quince de ellos, y con nosotros sumados, ocupamos un enorme espacio de lo que era una especie de plaza rodeada de edificaciones. La gente se mezcló, las copas se repartieron, hubo presentaciones y en poco tiempo el grupo se disolvió en parejas, tríos o grupos de cuatro.
Addie fue a bailar con Derek, Mau los miraba con recelo. Vicky, Samuel y Sandy estaban bailando juntos y riendo en una esquina. Patrick se tomaba fotos con Alexa y Lili me dejó sola cuando un chico la invitó a bailar. Me quedé sentada en una roca larga y baja, mirando a Lili con su pareja.
—¿Te dejaron cuidando las pertenencias? —escuché a mi lado.
Desvié la mirada y vi a Peter, el amigo de Gael. Sin la expresión seria y sin casco era completamente diferente. Estaba sonriendo, sus mejillas se elevaban cuando lo hacía. Tenía un cabello castaño ligeramente despeinado y unos ojos ambarinos bonitos; su piel era blanca como la leche y era un contraste curioso con su ropa de colores chillones que no combinaban entre prenda y prenda.
