🅂🄸🄴🅃🄴

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Cualquier día libre y fuera del trabajo era algo que disfrutaba, siempre buscaba una excusa para no asistir sin embargo no conseguía deslindarse de sus responsabilidades debido a Tanjiro que era como su voz de la razón, una muy molesta a veces, ja...

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Cualquier día libre y fuera del trabajo era algo que disfrutaba, siempre buscaba una excusa para no asistir sin embargo no conseguía deslindarse de sus responsabilidades debido a Tanjiro que era como su voz de la razón, una muy molesta a veces, jamás le permitió faltar a excepción de ese jueves que le dio el día "libre".

Su novio no había mentido cuando le dijo que lo haría suyo una y otra vez, ni siquiera supo cuántas horas pasaron haciéndolo hasta que por fin se sintió satisfecho y lo dejó en paz, pero más impresionante era como el peliburdeos había conseguido reunir fuerzas para salir a pesar de dormir tan solo unas horas y tener que lidiar con el cansancio de haberlo hecho como bestias en celo.

Inosuke ni siquiera podía caminar bien sin que le temblaran las piernas, todo su cuerpo estaba sensible y solo quería ignorar la sensación de incomodidad que tenía al sentarse, lo había disfrutado sin duda y lo repetiría en cuanto tuvieran oportunidad, pero como odiaba las consecuencias de dejar que el peliburdeos lo tomara tan salvaje y sin descanso.

Durante la tarde solo se levantó de la cama para asearse además de ir a buscar provisiones a la cocina, Tanjiro le había dejado curry preparado, pero si era honesto lo que menos quería era algo picante, por lo que husmeando entre todos los cajones consiguió dos barras de chocolate, un paquete de galletas y un poco de helado, si, aquello le haría recuperar sus energías antes, eso o solamente lo dejaría hiperactivo por unas horas hasta que pasara el efecto del azúcar y volviera a caer sin fuerzas.

Estar solo lo desanimaba más, solo quería que llegara Tanjiro y le hiciera cariños, además de que le pidiera disculpas por dejarlo fuera de combate un día completo, pronto escucho su celular sonar, pensó que sería a quien tanto extrañaba por lo que lo tomo de inmediato para responder, aunque el número que resaltaba en la pantalla pertenecía a Zenitsu.

No quería involucrarse si este le llamaba llorando por cualquier tontería, por lo que dudo en responder, pero tan pronto como se cortó esa llamada volvió a recibir otra del mismo rubio, supuso sería algo de urgencia por lo que sin más opción respondió.

-Hey Inosuke, Tanjiro dijo que enfermaste, ¿Cómo te sientes? – Tras su teléfono el rubio se escuchaba preocupado, no espero que el peliburdeos mintiera realmente con eso, de hecho, creyó que abiertamente diría que su ausencia se debía a su maratón de sexo nocturna.

-Sí, posiblemente mis defensas bajaron por no tener lo que necesito de Tanjiro – Intento tantear de nuevo el terreno, necesitaba saber si su rubio amigo aún seguía compitiendo por su absurdo reto.

-Puede ser posible, después de todo llevas más tiempo que yo, aun no siento ese desespero - Ahí Inosuke había conseguido su respuesta, solo sonrió, sería divertido ver cuantos días realmente lo soportaba su amigo.

-Si, al menos estar enfermo desviara mi atención unos días de Tanjiro.

-Eso o quedaras más propenso a él y terminara abusando de ti, aun que dudo que él pueda hacer esas cosas –Zenitsu definitivamente era muy inocente y no conocía de lo que Tanjiro era capaz – Tengo que volver al trabajo, cuídate, espero verte el fin de semana.

30 Días  [ Inotan - TanIno] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora