7. Domination

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Está consciente de que trata con un adolescente, un alfa que no había tenido su rutina en una edad adecuada donde era más fácil tenerlo bajo control, tenía que admitirlo, no era lo mismo tratar con la fuerza de alguien con 15 o 16 años que 18, donde parte de su fuerza y musculatura ya está más desarrollada.

Aunque claro, normalmente un alfa solía tener el instinto por obedecer a su madre omega, por escuchar aun cuando estuvieran en medio de una rutina y posteriormente se les educaba para mantenerse encerrados en su rutina siempre que fuera posible, evitando peleas con otros alfa o algunos problemas como lanzarse encima de algún omega que se encontraran en el camino.

Lamentablemente, Oneiros no era como aquel tipo de alfa, de serlo probablemente no habría tenido que aumentar su medicación hace unos días. Su hijo había tardado casi cuatro años para finalmente presentarse y las hormonas literalmente explotaron, manteniéndolo en un limbo entre tranquilidad y algunas rutinas falsas que aparecían de vez en cuando sin aparente explicación alguna, justo como en ese momento, donde empezó a ser asaltado no mucho después de haberse recostado en la cama.

Probablemente era la confianza, costumbre o simplemente es la resignación de permitir que pase lo que tenga que pasar, pero no desconfía ni hace nada por evitar que el otro aprenda que su rutina la tiene que pasar como los alfas de su edad, en su habitación sin molestar a los demás y aunque regañarlo es una opción, solo le permite subirse en la cama antes de empezar a tratar con él, no importaba que tan febril se pudiera ver su rostro, sabe que debe educarlo, así que le ordena, en un susurro mientras pasa sus manos por sus hombros, que se recueste en el colchón. Nunca había sido verdaderamente dominante en el pasado, en su momento, había querido tanto a su hermano que simplemente se dejaba hacer como el deseaba y su tranquila esposa era eso, una beta con un perfecto equilibrio a la que jamás se impuso de ninguna forma porque no era necesario.

Pero su hijo, sin embargo, es un alfa que claramente desea dominarlo, pero su instinto le hace obedecer, su cabeza se acomoda contra la almohada mientras se levanta y es entonces cuando se sienta encima de su cadera, frotándose contra la ya despierta erección que no debería de tardar mucho en doler. Tranquilamente esboza una sonrisa mientras solo toca superficialmente, con su dedo índice, el centro del pecho de Oneiros, lo que hace que se quede quieto instantáneamente a pesar de que parecía estar a punto de levantarse.

Al menos por ahora, debería de aprovechar que aún puede dominar al adolescente, antes de que crezca lo suficiente como para salirse de sus manos.

Ciclo de problemas y una solución [Kinktober 2021]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora