Ciclo de problemas y una solución [Kinktober 2021]

25. Belly bulge

Su cuerpo le duele de una forma que no le ha dolido en años, tiene serios problemas para levantarse de la cama mientras se cuestiona si realmente necesita tomar agua, pero siente la boca tan seca que se esfuerza por arrastrarse desde su lugar hasta la orilla de la cama, sus piernas tiemblan mientras usa los muebles y la pared para sostenerse. Hay cierta tranquilidad cuando mira al suelo y no hay nada parecido a un rastro de semen desde el cuarto hasta la pequeña cocina de la cabaña, es verdad que no es cómodo caminar con el vientre lleno y la imaginación trabajando al 100% haciéndole creer que el semen se reacomoda en su interior con cada paso que da, sobre todo porque el butt plug sigue estirando el interior de sus paredes, lo que lo tiene casi totalmente excitado cuando finalmente abre el refrigerador y saca una botella de agua.

Aprieta los labios cuando tiene que hacer fuerza para abrir la botella, recargándose en el refrigerador sin mucho problema cuando siente que ya es capaz de sostenerse casi por sí mismo sin problema, relajándose con sus cinco minutos tomando agua, sintiendo el alivio bajando por su garganta.

No hay ningún sonido a su alrededor, así que no es sorprendente el momento donde casi tira la botella del agua al sentir los brazos de Oneiros rodeándole por la espalda, pegándose nuevamente a él. Es algo que ya había notado en el transcurso de las horas, había estado medicado el tiempo suficiente que su propio calor tenía problemas para presentarse de forma correcta, no era inmune a las hormonas del joven alfa, pero necesitaba estar expuesto a ellas de la manera más directa posible para que no tardara mucho tiempo en hacer efecto que debería.

—Hypnos~ —frota su rostro contra su espalda, paseando sus manos por el pecho desnudo antes de bajar con dirección a su vientre, donde está seguro de que el semen se encuentra seguro y lentamente la ansiedad por seguirlo llenando regresa—. ¿Tienes hambre?

—No, solo, necesitaba agua —sus manos son más torpes que al principio y tiene un pequeño problema para poner la tapa en su lugar, no ayuda mucho a que las caricias en su vientre son satisfactorias y sentir como empieza a restregarse semi erecto contra sus piernas lo distrae lo suficiente, que al final solo abandona la botella sobre la encimera—, ¿Volvemos a la cama?

Intenta observar al menor por encima de su hombro, notando el momento donde una de las manos desaparece y comienza a jugar con el juguete que esta atorado en su culo, lo que le hace suspirar mientras abre las piernas, dejándose llevar por la emoción de seguir siendo cogido, manteniéndose lleno y completo aun cuando su cuello continue en blanco a pesar de que su pecho está lleno de chupetones y mordidas dispersas.

—Hagámoslo aquí, será rápido. —acaricia la gema que sobresale del juguete, antes de tomar la base con varios de sus dedos y comenzar a moverlo, buscando zafarlo con cuidado antes de volver a introducirlo, lentamente el semen empieza a filtrarse y no sabe si es porque sus sentidos se han agudizado de alguna manera sobrenatural o el silencio del lugar, pero está seguro de que puede escuchar cada gota que toca el suelo.

—El nudo Oneiros, no será cómodo de pie. —abre las piernas un poco más, con ambas manos sobre la encimera y sin oponer resistencia alguna, el nudo debería de ser más una preocupación para sí mismo que para el menor, pero esta más emocionado por lo obsceno que se siente el semen filtrándose lentamente de su agujero como para importarle ser anudado de pie.

—Tenemos el piso cerca —saca el tapón sin pensárselo mucho, pasea sus dientes por su espalda mientras permite que una cantidad del semen se escape de su lugar, antes de alinearse correctamente y empezar a deslizarse lentamente—, cuando quieras, te puedes recostar sobre el semen.

—Si, esto estaría bien —tiene la vista al frente, mirando a la pared mientras es empujado lentamente contra la encimera, donde termina por recargarse nuevamente antes de levantar una de sus piernas e intentar acomodar su rodilla ahí, la posición ayuda a encontrar un nuevo ángulo y simplemente deja salir un gemido sin vergüenza alguna, ni siquiera pensando en razonar sus propias palabras cuando calor empieza, nuevamente, a apoderarse de su cabeza a la par que algo en lo más profundo de su cuerpo exige ser estirado llenado nuevamente—, revolcarme en semen, hay que hacerlo.

Hay una mordida en sus omoplatos cuando las penetraciones empiezan, son lentas y se toman su tiempo para alcanzar una velocidad con la que ambos se sientan a gusto, aún están cansados de todo el tiempo que han permanecido dentro de la rutina, calentándose mutuamente aun cuando el cuerpo del otro desea descansar, el corto sueño que habían compartido realmente había sido su inconsciencia ante su incapacidad de seguir el ritmo, siendo el mayor de los dos obviamente su cuerpo ya no da la misma resistencia que antes, pero no por ello quiere que Oneiros se detenga, quiere que siga, que lo llene, que lo crie como dijo que quería hacerlo.

La cabeza le da vueltas nuevamente cuando siente su orgasmo aproximarse, sus gemidos no se detienen al igual que los jadeos de Oneiros mientras busca llegar a lo más profundo, consciente de la llegada de su propio orgasmo, por lo que se acomoda para estar en la posición correcta dentro de unos segundos. Su cuerpo aún está lleno de las descargas anteriores, pero aun así recibe con gusto el nuevo nudo, su interior se expande lentamente una vez más y el calor parece disminuir de nuevo sin dolor alguno, solo simple satisfacción por ser estirado y posteriormente, llenado del semen que su cuerpo desea.

Respira agitadamente antes de ser capaz de consciente de su entorno nuevamente, sus piernas tiemblan igual que Oneiros a sus espaldas, antes de resoplar con algo de disgusto cuando escucha un goteo no demasiado lejos de donde esta, la botella de agua permanece en su lugar, así que mira lentamente hacia abajo solo para darse cuenta que el goteo es culpa de su semen, el cual mancha la madera de la bonita alacena.

Tiembla cuando su vientre comienza a ser acariciado nuevamente por su hijo, su mirada busca , inconscientemente, el plug que será puesto en su ano una vez el nudo se deshaga y solo puede pensar en que, aunque dentro de algunos días esa inflación iba a desaparecer, posiblemente en algunos meses mantendría un vientre agradablemente lleno.