Mares de Inferno - RenGiyuu - KNY -

XXIII - Sol Letárgico

Sakonji podía sentir que algo andaba mal, aquel par estaba tardando demasiado y las llamas del edificio de atras estaban alcanzando el cuartel general de Kibutsuji, pronto los guardias y otros espectadores llegarían allí y podrían ser atrapados.

"Señor. U, todo salió según el plan, ¿y ahora qué?" Uno de los cuatro tripulantes le preguntó al hombre enmascarado.

"Ve a buscar otro carro con un caballo, tenemos que irnos de inmediato". Ordenó el hombre mayor.

"¿Dónde está el capitán?" Otro hombre preguntó.

"Iré a buscarlos, nos vemos aquí en un momento". El teniente dejó su lugar y caminó hacia el edificio en llamas.

El pelinegro trataba de abrir la puerta frenéticamente pero estaba bloqueada, ahora estaba atrapado dentro de una habitación en llamas y el humo comenzaba a ser un problema, ¿Había sido este su plan desde el principio? ¿Traerlo al interior del edificio y atraparlo?

"¡Cap! ¿Qué estás haciendo?" Le demandó.

"Destruir Kibutsuji y tú también cuentas como parte de eso". El hombre explicó con apatía. "Adiós y no te preocupes por Kyojuro, estará más que bien sin ti".

Giyuu se mordió el labio por la ira mientras golpeaba la puerta rígida. Tenía que pensar en una forma de salir de allí ahora o el humo lo ahogaría. Miró las bisagras, afortunadamente, estaban de su lado y él estaba usando sus botas, podía quitárselas y escapar.

Levantando lo que quedaba de la falda rota para que su bota no quedara atrapada en ella, pateó las bisagras desesperadamente hasta que escuchó cómo se rompían. Rápidamente sacudió la puerta hasta que se desprendió del marco y la tiró a un lado, había una silla en el camino que bloqueaba la puerta anteriormente. Enfurecido por las acciones del capitán, pateó la silla y fue tras Yoriichi.

-*-

Un joven rubio con mechones rojos de cabello caminaba por las calles tenuemente iluminadas de cierta isla pirata, tarareando una canción mientras se dirigía a la casa de su estudiante de violín. Sin notar la mirada curiosa de un rubio muy parecido siguiéndolo.

Kyojuro tenía curiosidad por la enamorada de su hermano, incluso si había dicho que esperaría a que él la presentara, se moría de curiosidad por la identidad de la niña, ¿quién era la afortunada que logró robar el corazón de oro de su hermano?

En algún momento Senjuro sintió los ojos citrinos sobre él y se dio la vuelta para ver si estaba siendo observado. Kyojuro, cuyos reflejos eran tan agudos como los de un gato, logró esconderse detrás de una pared justo a tiempo. Pero lo que nunca esperó fue que alguien más lo encontrara.

"¿Están espiando a Senjuro? ¿De verdad?" La voz de Sabito junto a su oreja también lo hizo saltar como un gato asustado. "El Capitán Inferno espiando a su hermano pequeño porque aparentemente no tiene vida". El hombre de cabello color salmón continuó con un deje divertido en su sonrisa malevola, quien pensaría que estaba celoso.

"Tengo ansiedad, ¿de acuerdo?" Trató de excusarse con una ligera vergüenza.

"¿De qué? ¿Que tu hermano menor, pero ahora adulto, este haciendo el delicioso?" El hombre de ojos lavanda evitó la bofetada de su capitán.

"¡Cállate!" Su rostro enrojeció de vergüenza, no podía imaginar tal escenario en su mente, si hubiera una posibilidad, preferiría no hablar de esas cosas. La imagen de su hermano pequeño siendo un niño todavía estaba fresca en su mente.