Vince estaba hecho un desastre, su boca picaba mientras veía directamente la botella de alcohol sobre la mesilla, el hotel en el que se había hospedado tenía un muy buen servicio, uno que no necesitaba ahora. Se sentía como una porquería a pesar de que estaba completamente satisfecho. Lo odiaba. Yuki saltó a sus piernas y comenzó a arañar su pantalón, Vince lo dejó en el suelo y le sirvió algo de comida. Vince tiró la camisa a un lado con enojo, aún estaba impregnada con el aroma de Cole y le recordaba constantemente lo que no podía tener.
Quería a ese muchacho.
Vince odiaba admitir que se había enamorado de él, ninguna mujer había conseguido tenerlo en el fondo tan mal y tan rápido ¿Todo esto había pasado por que era un chico? Vince dejó de pensar en ello y se metió a la ducha, casi sangró tratando de quitarse su olor, quizás también dejó caer un par de lágrimas.
Estaba llorando! Vince no lloraba, no era un hombre de lágrimas, él solo bebía hasta el cansancio y luego se resignaba de su vida, no lloró cuando la maldita de su ex lo traicionó y tampoco por el mejor amigo que prácticamente había crecido con él. Eran hermanos, pero Vince simplemente tomó hasta el cansancio y al otro día quemó el sofá y cambió de casa, no les daría nada a esas personas a parte de su resentimiento. Sin embargo, estaba aquí llorando porque no había podido hacer que un chiquillo se enamorara de él.
Era patético con todas sus letras. Vince se secó y tomó la bata de baño dejada ahí, al menos comenzaba a sentirse un poco mejor. Se sentó en la cama y miró la botella otra vez ¿Debería? Si lo hacía era probable que su entrenador lo dejara por incorregible. Vince dejó de pensarlo y tomó la botella, a punto de tomar un sorbo dos toques en su puerta resonaron, Vince abrió y miró a Javier con aburrimiento, en un momento de locura lo había llamado, ahora mismo se arrepentía.
— ¿Qué carajo Vince? — gruñó Javier tomando la botella de sus manos, Javier caminó al baño y lo vació en el lavamanos, Vince sintió lastima por todo el alcohol desperdiciado.
Javier le dio una mirada sucia y dejó la botella sobre la mesa, buscó en todos lados y le decomisó en total seis botellas que el generoso hotel había proveído para él. Vince se acostó en la gigantesca cama con un suspiro, Yuki encajó las uñas en la tela y logró subir para acurrucarse a su lado, Vince le acarició la cabeza.
— ¿En que estabas pensando? Mañana tienes una pelea gran tonto.
— Pensaba en mi estúpida vida — gruñó, Javier se sentó en la cama y lo miró.
— ¿Qué pasó?
— Nada, déjame en paz, te llevas mis botellas, ya que no tengo nada en que descargar mis penas me gustaría dormir.
— ¿Para qué crees que estoy aquí? — preguntó con una ceja arqueada, Vince resopló.
— ¿Quieres que me ponga a llorar como una nena frente a ti?
Javier se carcajeó.— ¿Ya estamos comportándonos como un machista cando resulta que eres homosexual?
— Tenías que decirlo ¿verdad?
— La verdad es que moría por hacerlo — dijo con una sonrisa, Vince cerró los ojos.
— He acabado con Cole.
— ¿Por qué?
— Porque solo era por cincuenta días, el plazo terminó.
— No entiendo nada — Vince no le explicó, sólo siguió hablando sin razón alguna.
— Me he acostado con él y es a la vez lo peor y mejor que he hecho en mi vida, me siento como una porquería.
— ¿Por qué fue con un hombre?
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Fighter (BL)
RomanceVince estuvo en la cima de su carrera. Él era el mejor boxeador de su liga, luego de ver a su mujer con su mejor amigo en una situación comprometedora, tanto su vida personal como la profesional se vienen abajo. Eso hasta que conoce a cierto strippe...