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—¿Y entonces? —insistió, mirando a su mejor amigo.

—No es nada —contestó, acomodando sus lentes y abrazando su mochila contra su pecho. En todo momento evadiendo la mirada del chico con traje.

—No es normal que te pongas de esa manera, y...

—¿Podrías dejarme bajar del auto? —preguntó, observando como Taehyung daba la vuelta en alguna esquina.

—No —contestó, con simpleza, y sin mirar al peligris.

—Taehyung...

—Veo que no estás contento de verme. Me llamaste por error, ¿o algo así? —cuestionó—. Parecías sorprendido —agregó.

Jimin se encogió de hombros.

—Lo siento... No quería molestarte. Creo que lo mejor será que me dejes aquí y sigas con tu camino. Estoy seguro que estás bastante ocupado.

—Nada es más importante que el bienestar de mi mejor amigo —dijo, seriamente.

—No creo ser merecedor de tu tiempo... —dijo, bajando la mirada a sus manos—. Te di la espalda cuando más me necesitaste... No merezco siquiera que me hables.

—Jimin... —Taehyung se detuvo en algún lugar—. No digas cosas como esas —dijo, tomando la mano temblorosa de su amigo—. No sabes cuanto te quiero, y por una tontería como esa no dejaré de hablarte.

—Lo siento mucho... —Su voz se cortó—. Yo también te quiero, y... No sabes lo mucho que me arrepentí de hacer eso.

—Creo que es hora de que dejes de pensarlo, ¿no lo crees? —Jimin le miró a los ojos—. Aquí estoy, y no iré a ningún lado al menos de que tú así lo quieras.

Taehyung sonrió, mientras limpiaba el resto de lágrimas que habían quedado sobre el rostro de Jimin.

Jimin lo miró en silencio, embelesado por el gesto encantador sobre los labios del pelinegro. Taehyung alejó sus manos, para ahora posarlas sobre el volante.

—Y... —Taehyung no sabía si hablar de ello era buena idea, pero de alguna manera se obligó a hablarlo—. ¿Y Taemin?

—Terminé con él —expuso, llevando su mirada nuevamente hacia la ventana.

—¿Y cómo estás con eso?

—Supongo que es lo mejor...

Él no me amaba, ¿qué más debía hacer?

—¿Cómo estás? —Los labios de Jimin temblaron—. ¿Jimin?

Jimin no contestó.

—¿Te gustaría comer una rebanada de pastel?

• • •

El chico de las pecas sorbió su nariz después de darle una pequeña probada a su pastel de vainilla con relleno de fresa. Aquel que Taehyung siempre le compraba cuando estaba triste o las veces en las que simplemente querían pasar el rato.

—Me alegra bastante que también haya una cafetería como esta aquí —comentó, mirando alrededor—. Siento como si estuviéramos en Busan —agregó.

—Por lo que vi en internet están pensando extenderse a países extranjeros.

—Eso es bueno.... Así puedes comer un delicioso postre en cualquier lugar.

—Supongo... —susurró y bebió de su batido.

—¿Ha sido difícil tu estadía aquí? Recuerdo lo complicado que fue encontrar el departamento ideal para ti —rio, suavemente—. Ninguno parecía gustarte.

"Un par de copas"  →YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora