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Capítulo 1 de 2 actualizados.

El fin de semana había vuelto a llegar y George amaba poder ir a dormir tarde, ya que no se tenía que preocupar sobre a que hora se levantaría así que podía jugar con Dream hasta tarde. A veces deseaba hacer alguna rutina como salir a correr por la mañana, pero al tocar la cama sabía que prefería disfrutar de su tiempo.

Esta vez no pudo disfrutar por completo, ya que Karl le había levantado, se ve que su madre le había dejado entrar a casa y él corriendo se le tiró encima.

No sabía si preferir eso o que le tiraran agua.

Así que fue sacado fuera de la cama por el chico que se había vuelto su mejor amigo, haciéndole cambiarse y sin desayunar ir al centro comercial, aunque por suerte él pagó el desayuno una vez allá.

– ¿Qué hacemos aquí? – Preguntó mientras comía un bocadillo de pollo, su boca llena.

– Vamos a ir a la tienda de animales – Contestó Karl, el donut sin a acabar en su plato.

– ¿Tienda? – George le miró confuso – Pensé que querías adoptar.

– Sí, adoptaremos, pero quiero comprar todo lo necesario antes – agarró el donut y se lo acabó de una, bebiendo la leche de chocolate para poder tragarlo todo.

– Haberlo dicho antes, me dejé mis ahorros en casa – el británico rodó los ojos, siempre se dejaba algo.

– Está bien yo invito – dijo con confianza el otro.

A veces se olvidaba de que estaba rodeado de millonarios.

– Hm, pero al volver a casa te pago – agarró su bocadillo y al igual que su amigo se lo acabó de una, por suerte su trozo era algo pequeño.

Karl se río mientras le veía masticar, bueno intentándolo, ya que su boca parecía estar a punto de explotar.

– Nuh thueg ruigahs – murmuró mientras masticaba, no logrando el cometido.

El americano pagó mientras que George acababa de tragar todo, bebiendo su batido de fresa para bajar lo comido.

– Bufff, estoy lleno – comentó tocándose la barriga.

– Tranquilo que ahora lo bajarás todo – sintió como lo agarraban de la muñeca, tirándolo fuera de la cafetería, Karl tenía esa manía y no sabía bien el porqué, así que simplemente se dejó guiar por su amigo, quien poco tardo en llevarlo hasta el sitio que quería, una gran tienda de animales delante de sus ojos.

Bueno, seguro tendría muchas cosas por escoger.

Las puertas se abrieron automáticamente cuando entraron, un olor fresco inundaba el lugar, el sonido de los pitidos de la caja registradora y de las ruedas de los carritos les saludaron, las personas caminando alrededor de la gran tienda.

– Ven, agarremos dos carritos.

Una vez cogidos los objetos se adentraron por los pasillos, rápidamente encontrando el sitio donde había cosas para perros.

– ¿Qué tenemos que comprar? ¿Una cama, la comida, algunos juguetes y el bebedero y el comedero? – Preguntó George mientras observaba los estantes llenos de productos, sus ojos fijándose en un muñeco blanco con una sonrisa, recordándole al skin de Dream. Rápidamente lo agarro.

– Seh, compraremos lo necesario – Karl se giró hacia él, viendo lo que tenía en las manos – Pensé que los muñecos eran para el perro no para ti – se burló al ver su sonrisa.

– Idiota, solo me pareció... lindo – dijo aún inspeccionando el muñeco, sus ojos y sus manos sin querer apartarse de la suave textura.

– Ya verás como te lo romperá, más si adoptas un cachorro – Karl se movió observando los otros peluches – Que mal gusto tienes, este panda es más lindo – agarró el peluche, se trataba de un panda con lo que parecía ser una cinta de karate blanca en la frente, una etiqueta que ponía que era resistente a mordidas en su oreja.

Yellow (Spanish ver.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora