Pasado_Perdido (DOUMA X ENMU)

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La mujer en frente suyo, un hermoso color de ojos, Douma sonrió dejando de lado su "angustía" y sus deseos por cortar, regresando a voltear a aquella mujer con un aspecto muy hermoso, un cabello largo, unas mariposas de cada lado de su peinado, tan elegante y delicada, algo en ella le llamó la atención y era que no estaba enojada, sonreía como él, tan tranquila, no sentía la necesidad de atacarla pero por su aspecto no era una mujer común y corriente, era como su amigo Akaza seguramente, una cazadora de demonios. 

-Linda, que linda! hoy Buda me ha bendecido con una hermosa mujer, en esta noche reluciente.

-La luna de hoy brilla más que la anterior, pero hace mucho frío.-respondió ella.

En ese momento la mujer dio un paso al frente, Douma hizo lo mismo. 

-¿Lo hace verdad? seguro es mi culpa, ¿Cómo te llamas?, perdona mis modales jaja.

-Kanae Kochou. 

El nombre que cargaba era imponente, una mariposa, firme, delgada, alta, no se veía delicada, no por completo, el haori que tenía encima asemejaban a las alas de una mariposa en pleno vuelo, cosa que capturó la atención del demonio de ojos arcoíris, procediendo a decir su propio nombre sin temor, lo dijo en voz alta con un tono tranquilo, cerrando sus ojos suavemente, no la atacaría, no tenía porque, ella era muy amable.

Kanae empezó a preguntarle que hacía alguien como él cerca de ese lugar, él ladeó su cabeza e intrigado miró a su alrededor, es verdad, ¿Qué hacía ahí? ¿Qué estaba haciendo antes de llegar a ese lugar? era cierto, la impotencia le había surgido por extrañar a alguien que no puede recordar y está seguro de que no se trata de Kotoha. 

-Solo paseaba. 

-Los demonios suelen caminar mucho de noche.

-Vaya, me has descubierto, soy un demonio como dices .-respondió él.

-Los demonios y los humanos, podemos ser buenos amigos.

Y la mujer dejó ver una hermosa sonrisa cerrada, sus ojos se abrieron rápidamente tan amplio, la imagen de alguien más se le vino a la cabeza, por impulso sacó sus abanicos detrás suyo de la forma más rápida que pudo, a lo que la mujer le dijo algo que no llegó a comprender, algo le estaba ocurriendo, su vista regresó con suma adrenalina, tratando de recordar aquel rostro que le era borroso. "Ya veo que hoy tampoco podré hacer un amigo" fue lo único que escuchó cuando le vio desenvainar su Katana, supo que sería atacado, en un movimiento rápido esquivo el ataque de aquella dama quien había usado un aliento que no había oido antes, las flores, la velocidad de esta cazadora no era nada parecida a alguien que haya enfrentado, supuso que era más fuerte que ellos.

Subió sus abanicos repitiendo con voz ronca.

Técnica de sangre: Nube congelada / Itegumori

El lugar se llenó de un frio que congelaría los pulmones de aquel que lo respirara, Kanae retrocedió dándose cuenta pronto de lo que le pasaría al respirar. La cazadora se puso en posición saltando prontamente al demonio frente suyo pronunciando las palabras que activarían su respiración. 

Respiración de las flores: segunda postura : Sombra honorable de la ciruela/ Ni no kata: Mikage Ume 

Douma había recibido un corte bastante profundo supo entonces que definitivamente no era cualquier chica. 

-Oye! eres muy rápida! ¿Eres una cazadora normal?

-Gracias por notarlo .-respondió con dulce voz.

Kanae mencionó la palabra "Pilar / Hashira", según ella, eran cazadores de mayor rango, entonces su deseo por asesinar subió considerablemente, si ella era un pilar y aquellos tenían más poder, comerla le daría a él la cantidad de sangre necesaria para subir al puesto que Muzan le dijo que aspiraba. Douma miró sus movimientos, todos eran impredecibles salvo uno. Cuando la mujer se abalanzó contra él Douma lanzó las lianas del hielo directo a su Katana, Kanae esquivo el ataque lanzándose hacía atrás, chocando con una pared, Douma era veloz, con fuerza lanzó lianas de hielo a la ajena, usando la técnica del jardín de vid, Kanae contra atacaba con la sexta postura, era divertido, mucho, para el demonio era la mejor pelea que había tenido hasta ese momento, fue de moverse pues la katana ajena casi destroza su ropa.