Capítulo 5

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BeomGyu era suave, sentía que si lo tocaba mucho se rompería, su piel era suave y frágil. Sus abrazos son lo más tiernos y abrigadores del planeta.

Definitivamente BeomGyu era la persona más soft del mundo.

Ahora ambos estábamos sentados en los columpios del parque mientras comíamos una hamburguesa, desde que BeomGyu me conoce había intentado comer lo que parecía que no comía hace mucho tiempo y eso me da miedo.

—Si fueras un aminal ¿Cuál serías? —me atreví a hablar luego de tanto silencio.

—Soy un oso.

Lo miré obviamente y él soltó una risa—: No me digas, hasta ya te salieron tus orejitas —agarré las orejitas de su pijamas y rodé los ojos, él volvió a reír y sonreí.

—Sería un tigre.

—¿Por qué un tigre? No pareces un tigre.

—Si lo soy ¡Grrr! —rugió y lo mire tiernamente.

—¡Ah cute! —apreté suavemente sus mejillas y él hizo un puchero— Gyu, ese rugido te hizo más tierno, no amenazante.

—¿Entonces seré siempre un oso?

—Exactamente osito.

—Bueno, me conformaré —se encogió de hombros mientras comía de su hamburguesa.

Yo solo negué riendo y seguí comiendo, de repente la pregunta que más rondaba en mi cabeza llegó.

—Gyu... ¿Dónde está tu familia?

—Se fueron.

—¿A dónde?

—No lo sé.

—¿Te abandonaron aquí? ¿Por qué?

—No lo sé SooBin, no quiero hablar del tema.

—Lo siento, no volveré a tocar el asunto.

—No importa...

—Gyu, la señora que nos vende las hamburguesas me invitó a un evento que se realizara en su casa ¿Te gustaría ir conmigo?

—Me gustaría ¿cuándo?

—El sábado, nos encontramos aquí y te llevo.

Él asintió y nos seguimos columpiando suavemente, aunque nos quedábamos en silencio, siempre era un silencio cómodo. Podía estar todo el rato con BeomGyu así y nunca me aburriría.

—Ven.

Tome su mano y lo jale para comenzar a correr por las calles, una lluvia comenzó de repente y aunque BeomGyu le tenía miedo, permaneció a mi lado hasta llegar al lugar donde lo guíe.

—¿Qué es esto SooBin?

—Es un lugar donde venía seguido antes de que te conociera, aquí venía cuando mi papá salía...

Me acerqué al barandal y me apoye en el, BeomGyu me siguió y colocó su mano encima de la mía, lo volteé a ver y ambos sonreímos.

BeomGyu me gustaba, lo sabía, pero no quería dar un paso sabiendo que tal vez saldría mal... no me gustaría lastimarlo.

—¿Cómo falleció? —preguntó.

—Era un día lluvioso, mi mamá había peleado con mi papá y se fue en el carro, dejándome a cargo de la mamá de YeonJun. A los minutos la señora Choi atendió la llamada de que su carro había sido chocado con un árbol al perder el control y se prendió.

—¿Cuántos años tenías?

—Cinco...

—Debió ser difícil, lo siento mucho...

—No pasa nada —sonreí aunque me dolía— ahora que lo pienso, si me hubiera llevado con ella ahora no estaría aquí contigo.

—¿Y tu papá...?

—Mayormente me escapaba de él ya que me pegaba o muchas veces no llegaba y pasaba días sin comer, siempre me iba con la familia de YeonJun por eso ambos crecimos siendo casi hermanos.

—No fuiste a la escuela...

—Aprendí lo básico con la señora Choi.

—Lo entiendo.

—Ya es muy tarde, ¿nos vamos?

—Si es contigo, a lo que sea.

Unimos nuestras manos y caminamos de regreso, durante el camino BeomGyu me dijo que había hecho una amigo de una señora y ella lo había "adoptado" dándole comida y un lugar donde dormir a cambio de que cuidara sus hijas ya que la señora trabajaba.

Lo acompañé a la casa donde me dijo y nos despedimos con un abrazo, por la ventana pude ver como una niñas de aproximadamente seis y siete años nos veían y tenían una sonrisa.

Cuando BeomGyu entró a la casa pude escuchar como las niñas gritaban emocionadas y hablaban sobre "quién era aquel chico" y la risa suave de BeomGyu.

Sonreí y tome camino a mi casa, prendí el cigarro que tenia y me lo llevé a la boca, desde que pude ser más consciente de mi vida, la única manera que encontré fue fumar para despejar mi mente. Miré a mi alrededor, sin BeomGyu mi caminar se sentía vacío y deprimente.

Llegué y entré despacio, cerré la puerta y cuando me volteé sentí un golpe de mi rostro, dejándome en el suelo.

—¿Así que el chico del pijama, no?

Y lo último que pude sentir me golpeaba repetidas veces que ya no sentía el cuerpo y mis párpados pesaban.

"Esa noche mientras mi padre me golpeaba, nunca dejé de pensar en el chico de pijama de oso."

Se viene lo deprimente

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Se viene lo deprimente. </3

Gracias por leer. ;) 💕

el chico del pijama de oso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora