Por fin pude entrar a verlo, estaba conectado a muchos tubos, su vida dependía de máquinas mientras mantenia los ojos cerrados. Me acerqué lentamente y me senté en la silla que estaba al lado, tomé su mano y la acaricié mientras intentaba no llorar.
—¿Sabes? Nunca había amado tan fuerte a alguien, llegaste a mi vida como un deseo, fuiste la única razón por la cual volví a enamorarme. No entiendo porque el destino es así de injusto con algunas personas, me arrebató a mamá y ahora también quiere llevarte... por favor, no te vayas...
La habitación se mantuvo en silencio, solo se escucha el sonido de la máquina que me mantenía ansioso. Suspiré y acaricié su cabello.
—La mamá de Yeon decía que somos estrellas cumpliendo un objetivo, cuando lo hacemos nos tenemos que regresar al cielo ¿Ese es el motivo de esto? Porque si es así por favor dime que tengo que hacer para que no te vayas. No te puedes ir, aún no por favor...
Sentía la garganta arder, mis lágrimas estaban bajando en cantidades, me dolía ver a la persona que amaba en ese estado. La puerta se abrió y YeonJun colocó su mano en mi hombro.
—Terminó el tiempo Soo, las enfermeras lo cuidarán al igual que la mamá de Gyu.
—No tendré tiempo para venir, serán pocas veces. Necesito despedirme bien...
—Solo unos minutos ¿si?
Se volvió a ir, mis lágrimas bajaron aún más, me acerqué y besé su frente mientras acariciaba su cabello.
—Te amo, escúchame bien BeomGyu, te amo y nunca dejaré de hacerlo. Vendré todos los días, te contaré muchas anécdotas para que nunca te quedes solo y no te pierdas de nada del día a día, vamos a salir adelante ¿si?
Mis labios temblaron un poco, junte mi frente con la suya y dejé un último beso en esta para luego pararme.
—Volveré mañana, solo espérame ¿si? No te vayas.
Salí de la habitación lentamente, avancé hasta salir al pasillo donde estaba YeonJun y la mamá de BeomGyu esperándome.
—¿Usted se quedará aquí hoy?
—Si SooBin, ve tranquilo, no te preocupes.
—Pero ¿y sus hijas...?
—Ellas se quedaron con una vecina, mañana iré por ellas cuando vengas así que no hay prisa. Puedes estar tranquilo con los turnos cuando no puedas venir.
—Haré lo posible para que no sea un carga para usted, solo tengo que organizar-
—Hijo, amo a BeomGyu, lo hago por amor y cuidar de él no es ningún problema para mí. BeomGyu es como mi hijo, jamás sería un problema para mí.
—Lo siento...
—No te preocupes, ve tranquilo ¿si?
Asentí y nos despedimos para salir del hospital, YeonJun estaba en silencio a mi lado.
—Hablamos con los chicos y hemos decidido ayudarte también con los cuidados.
—No tienen porque hacerlo, no quiero que sientan la necesidad de hacerlo...
—Lo hacemos por ti y por él, SooBin, somos amigos y siempre vamos a querer la felicidad el otro primero. Tu felicidad es BeomGyu y sabemos que por los trabajos que has conseguido solo tienes pocos minutos para estar con él y no poder cuidarlo. Cuando la señora no pueda, nosotros estaremos ahí y lo cuidaremos con ustedes lo hacen, porque es tu felicidad y siempre lo vamos a cuidar.
—No sé que decir...
—¿Te acuerdas cuando estaba trabajando y TaeHyun sufrió un dolor fuerte en su vientre? Fuiste tú quien se encargó de llevarlo ya que nadie más podía, su mamá estaba de viaje y yo estaba en el trabajo. Lo cuidaste por mí toda la noche, no dormiste para estar a su lado por si necesitaba algo hasta el día siguiente que recién pude verlo ya que no permitieron que salga antes. Cuidaste de mi pareja y mi hija por mí, es momento de devolverte ese favor.
Choi menor mordió su labio mientras que sus ojos se cristalizaban, Yeon lo paró y lo abrazó.
—Tengo miedo hyung, no quiero que muera, lo necesito a mi lado.
—No lo hará, BeomGyu es fuerte y se recuperará pronto, lo prometo Soo.
—Por favor, no quiero que él se vaya también...
[ el chico de pijama de oso. ]
SooBin terminaba a de atender al último cliente sin darse cuenta que TaeHyung lo miraba de reojo. Se notaba el cambio en Choi, su cuerpo estaba más delgado y sus ojeras eran muy marcadas.
—Hey Soo ¿Estás bien?
—¿Mhm? Si hyung, estoy bien...
—Estás muy delgado ¿Has estado comiendo bien?
—Solo café y ramen instantáneo.
—¿Solo eso? ¿Por qué?
—No tengo tiempo hyung, salgo de aquí y tengo que ir a limpiar una casa luego tengo que hacer guardia en una propiedad privada.
—¿Por qué?
Pasó saliva y suspiró.
—¿Te acuerdas del chico de pijama de oso? —recibió un asentimiento— Está en el hospital... sufrió un ataque cardíaco por la gangrena en su piel.
—¿Gangrena? —preguntó sorprendido— ¿Por qué?
—Sufrió quemaduras en un incendio, murió toda su familia, solo él quedó vivo, pero con cicatrices en su piel para siempre ya que creo que el doctor quería hacerle algo ese día del accidente...
—¿Por qué no me lo dijiste antes? Pude haberte ayudado.
—No lo sé... lo único con lo que me crió mi papá fue que cuando algo pasa tienes que hacerte responsable solo, antes de que conociera a la señora me di la responsabilidad de cuidarlo porque BeomGyu estaba solo en el mundo. Fui la primera persona con la cual se abrió por completo, nos conocimos mutuamente, éramos el lugar seguro del otro, quería cuidarlo, pero solo lo rompí más...
—No te puedes culpar por todo siempre, SooBin, apuesto que el chico está agradecido contigo por querer cuidarlo, pero él sabía que esa gangrena podría traerle consecuencias en un futuro y aún así siguió ocultándolo de ti.
—Él tenía miedo hyung, tenía miedo de que me alejara, nunca me lo dijo, pero lo sentía así. Nunca me dejó verlo, sé que él pensaba que era un monstruo por esas quemaduras y yo nunca hice nada.
Kim hizo una mueca y lo abrazó.
—Si necesitas ayuda no dudes en decírmelo, sabes que puedes contar conmigo en todo lo que necesites.
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el chico del pijama de oso.
أدب الهواةEntre todas las personas, su vestuario resaltó más.