✨ CAPÍTULO DOS ✨

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2. "El primer día"


ALEJANDRA.

Un bosque oscuro, lleno de sombras y árboles sin hojas. Siento el ambiente pesado y mi cuerpo... ¿duele? Bajo la mirada y veo marcas en mi piel. ¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? De repente, uno de los árboles cae, llamando mi atención, y dos lobos emergen de la oscuridad mostrando sus colmillos filosos. Uno de ellos tiene algo similar a un delineado. ¿Mason?

—Chica tonta —una voz femenina salió de uno de los lobos, mirándome con desprecio y odio—. No pienses en correr.

Acto seguido, el lobo intentó lanzarse hacia mí, pero mi reacción fue más rápida. Empecé a correr con velocidad, sin embargo, fue inútil. Uno de ellos logró morder mi pierna. No sentí dolor, pero sí un leve destello en mi cabeza que me mostró una libreta. Después, el lobo se posó frente a mi cara, lamió mi rostro y sentí seguridad, calma... pero duró poco. El otro lobo apareció y ambos comenzaron a morderme. Cada mordisco provocaba el mismo destello en mi mente, pero en lugar de una libreta, aparecían eventos pasados de mi vida, eventos que no quería ver. Fue uno en específico el que hizo que abriera los ojos de golpe, revelando que solo fue una pesadilla. Sin embargo, ese último flash no fue una pesadilla, tristemente. Mi mejor amiga, o bueno, la que era mi mejor amiga, y mi ex besándose, sin importarles que yo estuviera ahí, que yo tuviera sentimientos o siquiera la relación que teníamos.

Me levanté tan rápido que mi caída al suelo fue inevitable. Me encantaría decir que es la primera vez que tengo una pesadilla de este estilo, pero la verdad no es así. Tampoco estoy acostumbrada a ellas, ya que siempre que me despierto tengo los ojos empapados de lágrimas. Me levanté del suelo lentamente, pero al ver la hora, esa calma se esfumó por completo.

—¡Carajo! —dije en voz alta. Es tarde para clases, ¡dios! Rápidamente tomé una ducha, me vestí con lo primero que encontré y salí corriendo de casa. Esto es tan cliché. Y sí, hablo de correr como loca hacia el instituto porque, sorpresa, el autobús me dejó. Todo por quedarme dormida cinco minutos. "No vuelvo a leer hasta las 3:00 AM, nunca más", pensé, aunque siendo sincera, no me arrepiento de nada. El libro que terminé valió toda la maldita pena del mundo.

—Oye, chica guapa, ¿quieres que te lleve? —me detuve en seco y observé a Luka, quien venía en el auto de su padre—. ¡Oh por Dios! Aunque con esas ojeras no te ves del todo guapa.

Puse los ojos en blanco.

—Buenos días para ti también, Luka, y sí, me gustaría que me llevaras —subí al auto y le di un beso en la mejilla.

—Déjame adivinar, lectura de madrugada —me miró sonriente mientras yo lo fulminaba con la mirada—. Al menos esta vez no viniste en pijama. ¿Cuándo vas a dejar de usar ese suéter?

—Me encanta este suéter, así que nunca, supongo.

—Ale...

Levanté rápidamente mi mano e hice un gesto para que se detuviera.

—Por favor, no hablemos de eso.

Dicho esto, Luka solo se limitó a conducir. El viaje al instituto transcurrió en un gran silencio entre ambos, hasta que saqué el tema del heladero. Resulta ser que es un chico que asiste al instituto del este. Su familia es de Francia, pero su padre se enamoró de una chica americana, y así fue como terminó acá.

—La verdad es que André es un buen chico, pero creo que solo quedamos como amigos.

—¿Qué? Pero si te vi muy interesada en él —dije confundida.

Escribiendo A Mi Chico Perfecto [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora