✨ CAPÍTULO VEINTIDÓS ✨

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ALEJANDRA

Después de la conversación con Christian, ambos salimos de su casa y nos dirigimos a la mía. Una vez ahí, busqué algo de ropa mientras Christian usaba su poder para convencer a mis padres de que no estaría en casa por algunas semanas. Mis pensamientos eran un gran desastre. Sentía una extraña combinación entre miedo y furia. Quería partirle la cara a Connor, pero a la vez tenía miedo de lo que él pudiera hacerme para arrebatarme la vida. Esto es demasiado. Recuerdo lo que dijo mi poder y, la verdad, es que sí, todo esto me volvió más fuerte, pero... ¿A qué costo? La gente que me importa corre un gran peligro y todo por esa libreta.

—Alejandra, ya terminé con tus padres, y aproveché para dejar varias protecciones alrededor de la casa y en ellos, en caso de que Connor y los suyos planeen utilizarlos en su plan.

—Gracias, Christian —dije algo cabizbaja. Sé que no pasé la mayor parte de mi tiempo con mis padres, pero aún así siento que voy a extrañarlos. Aunque el hecho de que Chris haya puesto protecciones me tranquiliza bastante—. Creo que deberíamos irnos.

—Ellos estarán bien, Ale —dijo mientras ponía su mano en mi hombro, captando mi atención—. Encontraremos la forma de acabar con todo esto y puedas volver cuanto antes.

—Gracias, Chris, pero por favor no uses tu poder en mí. Siento que mi mente ya ha sido manipulada muchas veces —solté una pequeña sonrisa.

Él sonrió—. No puedo usar mis poderes en ti. Verás, los seres con poder sobre la mente tenemos protección contra la manipulación mental, es como si en nuestra cabeza hubiera un antivirus.

—No tenía idea —le dije sorprendida.

—Mientras buscamos cómo resolver este desastre, voy a entrenarte y enseñarte lo que sé. Así, en caso de que no encontremos una solución, podamos luchar por tu vida y por la de Luka.

—No sabes cuánto te agradezco tu ayuda, Chris. Sin ti estaría perdida.

—Es lo menos que puedo hacer. Gracias a ti por confiar en mí —me dijo mientras veía su reloj—. Vaya, se nos ha pasado el tiempo hablando, deberíamos irnos ya mismo.

Asentí con la cabeza y juntos procedimos a bajar por las escaleras, pero antes de salir por la puerta de mi casa, tomé el brazo de Chris.

—Serás el mejor cuñado del mundo —le dije de forma tan directa que él se quedó procesando la información un buen rato mientras yo seguía caminando.

—Alejandra, espera.

—Eso es lo único que voy a decirte.

Conozco a mi mejor amigo, y la sonrisa que tenía al leer los mensajes de Christian lo delataba sin dudas. Mi Luka, voy a salvarte para que así puedas seguir interrumpiendo mis lecturas.

LUKA

Los ojos ya me duelen de tanto llorar en silencio. Estar aquí es una verdadera pesadilla. Escuchar todos esos planes para capturar a tu mejor amiga y deshacerse de Chris, y no poder hacer nada, es muy doloroso y me llena de impotencia. Solo quiero salir de aquí, estar con mi mejor amiga, molestarme por cada cosa linda y estúpida que sale de la boca del insoportable de Christian.

—Ya volví —anunció la morena, trayendo en sus hombros a Masón. Él es la única compañía que he tenido este tiempo. Al principio tenía ganas de golpearlo por todo lo que le hizo a mi Ale, pero después me enteré de la verdad, y fui testigo de todo el daño que le hacía Emma a su persona—. Ya volví a traerte a tu compañía, cariño, para que veas que no soy tan mala después de todo.

—¿No eres tan mala? Eres toda una perra.

—Lo sé, y no puedes hacer nada, absolutamente nada, para detenerme. La perra de tu amiga va a caer y lo que pasó hoy solo es un pequeño retraso.

—Vas a caer, Emma, ya lo verás —dijo Masón entre sollozos.

—Masi, ¿acaso quieres más? ¿No, verdad? Entonces mejor cállate y empieza a entender las reglas. Yo les hablo, tú te callas. Yo te pido un beso y tienes que hacerlo. Todo lo que yo te ordene tienes que cumplirlo. Así que mi petición ahora es que te calles... O si no —su mano se iluminó de un fuerte color blanco y el cuerpo de Masón empezó a levitar.

—Emma, detente, ya tuvo suficiente —le dije preocupado, pues empecé a ver el dolor en el rostro de Masón.

—¿Quieres que me detenga? —volteó ligeramente su cabeza hacia la derecha—. Pero si me estoy divirtiendo mucho viendo su dolor y haciéndole entender a quién le pertenece él —sonrió—. Aunque tienes razón, no puedo pasarme, su cuerpo es tan frágil y delicado —dijo mientras pasaba su lengua por sus labios y soltaba a Masón. No quiero ni imaginarme las adversidades que debe estar imaginando—. Por cierto, a que no adivinas, Luka, ya tenemos un plan nuevo para traer a Alejandra, y esta vez fallar no está en nuestras opciones.

Apreté fuertemente mis puños.

—No sabes cuánto te odio y quisiera golpearte.

—Pero no puedes. Estás condenado a estar tras las rejas hasta el día de la luna en el que tú y tu amiguita volverán a verse solo para morir.

Me acerqué rápidamente para golpearla, pero esquivó rápidamente el golpe y contraatacó con una extraña energía que me empujó hasta una pared.

—Buen intento, Luka. Ahora sí me disculpas, no puedo perderme el inicio del plan —dicho eso, salió del cuarto.

Con rapidez, me acerqué a Masón. Tenía varios moretones en su piel, su cabello era un completo desastre y sus labios tenían una mordida marcada. Si yo lo había pasado mal, Masón lo ha pasado peor.

—Masón —lo llamé, viendo su rostro llorando—. Lo siento tanto —dije con sinceridad.

—Solamente... quiero salir de aquí —dijo con dificultad—, ya no quiero estar aquí.

—Vamos a salir, te lo prometo... ¿Tienes lo que te di?

—Está en mi bolsillo, tómalo tú, yo no puedo moverme.

Con velocidad, busqué el collar que me había dado Chris en su bolsillo. Sin pensarlo dos veces, lo utilicé como me había enseñado Chris y este empezó a brillar fuertemente, pero la luz de este empezó a disminuir.

—¿Qué está ocurriendo? —preguntó Masón—. ¿Funciona?

—No funciona, la luz se está desvaneciendo.

«Hay un bloqueo, es por eso que no funciona, pero estoy aquí para ayudarte».

«¿Quién eres? ¿Qué haces en mi cabeza?»

«Soy poder, tu poder, y puedo ayudarte. Llegué a ti gracias a la libreta. En esta había una pizca de poder bueno y puro, y al sentir que tú me habías tomado, viajé en tu interior y esperé el momento en el que tú me despertarás».

«¿Esto es en serio? ¿Vas a poder ayudarnos?».

«Sí y sí, voy a ayudarlos. Solo debes... dejar de ser tan ingenuo. No vas a salir nunca de aquí».

«¿Qué? Pero...»

En ese momento, la puerta se abrió de golpe y a través de esta entró Connor, quien con un rápido movimiento tomó lo que había en mi mano.

—No, devuélveme eso.

—Ver el dolor en tu rostro es tan satisfactorio, y quitarte la ilusión y la esperanza de salir, aún más. ¿En serio creíste que no tomaría mis precauciones? ¿En serio pensaste que saldrían de aquí? Yo sí tengo poderes mentales y pronto tendré una vida completa. Aunque admito que la idea de usar el collar para informarle al guardián nuestro plan no es mala, solo es... muy desesperada —dijo apretando el collar con su puño hasta romperlo. A este punto yo estaba con algunas lágrimas en mis ojos. Nuestra oportunidad... se ha ido.

—Los odio tanto.

—Odiarnos no va a sacarte de aquí —dijo con simpleza—. Y mucho menos va a impedir algo. Ahora, si me disculpas, tengo algo que crear.

Dicho eso, se retiró de la habitación y yo me tumbé en el suelo con lágrimas en los ojos... Alejandra, Chris, ayúdennos... Por favor.

Escribiendo A Mi Chico Perfecto [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora