ALEJANDRA
Mi cuerpo se sentía extraño, no me sentía para nada débil. Al contrario, me sentía más fuerte y ágil, capaz de propinarle un gran golpe en la cara a Connor. Porque sí, es lo que más ansiaba en este momento. No solo jugó con mi mente, sino que tiene secuestrado a mi mejor amigo. Como lo dije anteriormente: «No voy a descansar hasta liberarlo y que nos devuelva hasta la última gota de vida que nos arrebataron.»
Estaba a punto de atacar a Connor junto a Christian, pero algo nos interrumpió. O mejor dicho, alguien.
—Connor, lo mejor será que no gastes tus energías —le dijo Tomás, quien se veía cansado junto a Emma, quien parecía estar a punto de desmayarse—. El guardián de la libreta tiene mucha experiencia en combate.
Dirigí mi mirada a Christian y este me dedicó una sonrisa.
—Tienes un gran aliado, Ale. Te prometo que los vamos a salvar. Por cierto, tenemos que hablar sobre cómo obtuviste tu poder —me dijo Christian mediante lo que parecía ser telepatía.
—¿Se puede saber cómo es posible que dos seres con poder completo perdieran contra un simple guardián sin recuerdos? —preguntó Connor con gran frustración.
—Puede que haya bloqueado mis recuerdos más importantes, pero dejé el más importante: «El poder de la mente no es impulsivo, es analítico». Ustedes dos se dejan llevar por los impulsos muy rápido y eso me permitió ganarles.
—Mejor guarda tu clase de poder para tu aliada. Nosotros sabemos lo que tenemos que hacer —le dijo Connor con mucha rabia, probablemente porque pensó que la cantidad le daría la ventaja—. Además, creo que la va a necesitar, pues esta no será la última vez que nos vamos a ver. Alejandra, tienes algo que quiero y yo tengo algo que tú quieres.
Connor dio media vuelta y noté un fuerte brillo. Estaban por escaparse.
—No, no te vas a escapar —corrí hacia ellos con velocidad—. Devuélveme a Luka y a Masón.
Casi logré alcanzarlos, pero desaparecieron. Me derrumbé en el suelo y algunas lágrimas salieron.
—Los vamos a recuperar —afirmó Christian acercándose a mí.
—¿Cómo lo haremos? Ni siquiera sabemos dónde están. ¿Por qué no me ayudaste a perseguirlos? Todo es tu culpa. ¿Por qué trajiste esa libreta? ¿POR QUÉ? —dije golpeando su pecho.
—Alejandra, echar culpas no nos va a traer a Luka y a Connor de vuelta. Así que levántate y busquemos una solución juntos.
—¿Cómo sé que puedo confiar en ti? —parte de mí dice que sí puedo hacerlo, pero necesito asegurarme de que no será otro hechizo mental.
—Toma —me pasó un collar dorado—. Póntelo y verás por qué puedes confiar en mí.
Dudé unos segundos, pero al final terminé poniéndome el collar y... Una escena se reprodujo en mi mente. Sentí una sensación extraña. En la escena, pude ver la silueta de Connor hablando por teléfono. Escuché cómo hablaba sobre eliminar a Luka o borrar su memoria. Y fue cuando caí en cuenta de que esta escena era un recuerdo de Luka. Acto seguido, Connor se posicionó detrás de Luka y lo durmió mientras le decía que yo no estaba a salvo de él.
Rápidamente, me quité el collar y se lo devolví a Christian.
—¿Cómo es que...?
—Luka y yo planeamos algo en caso de que esto ocurriera. Él desconfiaba mucho de Connor y quería saber la verdad para ayudarte. Nunca te dijo nada porque no quería perturbar la tranquilidad que habías obtenido con Connor.
—¿Por qué no viniste antes a hablar conmigo?
—Lo que le pasó a Luka me afectó un poco. No sabía cómo reaccionar. Juro que iba a hacerlo hoy, pero pasó todo esto —me dijo cabizbajo—. Alejandra, lamento haber traído esa libreta. Juro que no fue mi intención y quiero enmendarlo. ¿Podemos trabajar juntos? —dijo extendiendo su mano hacia mí.
Sin pensarlo mucho, tomé su mano. Lo acepté. Aún estaba algo insegura, pero no tenía muchas opciones y tampoco podía hacerlo yo sola, a pesar de que tengo poderes y el extraño conocimiento de saber usarlos sin siquiera haberlos practicado por años. Ellos tienen la ventaja numérica.
—Hagámoslo, Christian. Recuperemos a los chicos.
Nada, eso es lo que hemos planeado en estas tres horas, absolutamente nada. Estamos en un punto en el que sabemos sus intenciones, pero no dónde están operando, y es frustrante porque no sabemos por dónde empezar.
—Solamente sabemos que planean utilizar el poder del día de la luna para quitarnos la mitad de la vida —le dije a Christian.
—Y en mis recuerdos no hay nada sobre ese día, y en los libros que tengo sobre elemental no hay absolutamente nada.
Sí, él ya me había contado su historia. No pude evitar abrazarlo. No puedo imaginarme el dolor que tuvo que afrontar. Si perder a un familiar es difícil, perderlos a todos es... No hay palabra para expresarlo.
—¿No hay una forma de desbloquear tus recuerdos? Puede que ahí haya información sobre la libreta... Espera un segundo —un recuerdo pasó rápidamente por mi mente y, al ver la cara de Christian, pude suponer que pensábamos exactamente lo mismo—. Tú tienes la libreta de la creación. Podemos destruirla y acabar con esto.
—Tienes razón. ¿Por qué no se nos ocurrió antes?
—Supongo que estábamos buscando una solución a la fuerza y no dejamos que esto fluyera.
—Tiene sentido —dijo levantándose de su lugar para luego dirigirse a uno de sus estantes. Lo vi buscar, pero no encontró nada—. Acá no está, la libreta no está.
—¿Qué? —pregunté preocupada.
—La dejé acá en una caja de seguridad, pero no está la caja y mucho menos la libreta... Oh, no, otra vez no —dijo Christian entrando en pánico.
—¿Qué ocurre?
—Si la tienen, estamos fritos, ya que si un ser creado por la libreta la tiene, puede usarla a su antojo y no perder una pizca de su vida.
—¿Significa que...?
—Pueden producir lo que sea, incluso la luna que aparece en el día de la luna.
—¿Y por qué no lo han hecho aún?
—Porque no te tienen a ti. Tú estás conectada a Connor. Si tú no estás cerca, él no puede obtener tu vida. Lo más probable es que les haya mentido para que sus aliados no lo cuestionen.
—Esto es demasiado para procesar.
—Lo es, pero al menos ya tenemos más información que antes y sabemos que sin ti aún no pueden operar. Lo mejor será que estemos juntos —dijo Christian con seriedad—. Te acompañaré a casa para manipular la mente de tus padres y así puedas estar acá sin preocuparlos.
Christian se acercó a mí y me tomó de las manos.
—Ale, le prometí a Luka protegerte. Connor no descansará hasta arrebatarte la vida, así que necesito que sepas lo peligroso que es esto y también necesito que confíes en mí. Sé que tal vez tuvimos un estúpido inicio acosadora —me dijo con una sonrisa algo forzada, pues los nervios en él eran notables—, pero en serio necesito tu confianza.
—Yo... Confiaré en ti. Hay una voz interna que me dice que puedo hacerlo, pero tengo miedo de que me estés controlando.
Christian me sonrió.
—Es tu poder, Ale. Tu poder y tú son uno solo. Tienes que confiar en él como él confía en ti.
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Escribiendo A Mi Chico Perfecto [Completa ✔️]
Teen FictionUna extraña libreta capaz de materializar lo que en ella se escriba. Una chica con el corazón roto. Y definitivamente mucho drama. Son los tres ingredientes principales que conforman la historia de Alejandra Cooper, una chica de diecisiete años la...