Capítulo 3

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Camino en dirección al centro de rehabilitación con los audífonos en mis oídos, los cuales me aíslan de las conversaciones que lleva la gente a mi alrededor. La brisa de la ciudad se me hace algo molesta, pero la vista es bastante agradable así que lo recompensa. Durante toda mi caminata rodeo el Holland Park, y voy viendo todo tipo de perro que son llevados por sus familias a pasear.

—¡T/n! —escucho a lo lejos y volteo.— ¡T/n!

—Terry —quito mis audífonos y le sonrío.

—No sabía que tenías turno hoy —comenta cuando llega a mi lado— Pensé que lo habías dejado.

—Bueno, mi intención si era salirme, pero por dos semanas esta será la única actividad que pueda realizar además de estudiar —evito mirar a Terry, sé que él me queda viendo mientras continuamos caminando.

—¿Estas bien? ¿Te enfermaste o algo?

Aquí viene...

—Yo... umh... en realidad... yo... estoy castigada —en cuanto mi respuesta llega a sus oídos deja escapar una ruidosa risa que llama la atención de la gente que camina al rededor, la misma que buscaba evitar.

Comienzo a acelerar mi paso para dejar mi amigo atrás para así también quitar la atención de la gente, y por qué no, dejar de escuchar la risa del rubio.

—¡Oye! ¡Espérame!

Ignoro su llamado y continúo a mi paso el cual claramente él no tarda en alcanzar. Terry es bueno en los deportes.

—¿Qué hiciste? —insiste en continuar con el tema.— Tus padres son agradables y ya eres... grande, una adulta... Fue algo grave, ¿no?

—Te lo diré, pero debes ayudarme con algo.

—Olvídalo niña, hoy es mi día con Ben así que iré a su departamento, no estoy disponible.

—Bien, iré contigo.

—No —se opone a mi idea rápidamente.

—Vamos, Terry. No quiero llegar a casa tan temprano.

—Y yo no quiero que arruines la tarde con mi novio. Además, me estas chantajeando cuando soy tú amigo, no deberías pedir algo a cambio para contarme que pasó.

—Sabes que te contaré de todas formas. ¿Podrías aceptar? ¿Sabes lo que es pasar las tardes con Stive?

—¡¿Stive?! Oh por dios, tú castigo es realmente horrible.

—Por eso lo digo —comento con desesperación.— Le agrado a Ben, y si es necesario me pongo audífonos para no escuchar como rechina la...

—Serás tonta, niña —la mano de Tery se encuentra en mi boca. En un movimiento, él quita su mano de allí.— Eres asquerosa.

—Tú pusiste tú mano en mi boca, la única forma que lo sacaras era languetearla. ¿Y bien? —sonrío como una niña pequeña.

—Sólo porque realmente le agradas a Ben, y porque odio a tú hermano casi con la misma intensidad que tú.

—Gracias —me abalanzo a mi amigo con euforia. Se que mi madre no se opondrá si le digo que estaré en casa de Terry. Nuestras madres son como siamesas.

Él niega con su cabeza pero continúa caminando con mi agarre. Unos cuantos pasos más son necesarios para girar en dirección a la casona roja opaca. Ambos cruzamos aquella ancha puerta que nos da la entrada al centro.

—Entonces ¿me contarás por qué estas castigada?

—¿Tiene que ser ahora? —pregunto mientras rebusco mi identificación en mi mochila.

—¿Un adelanto al menos? —pregunta Terry quién ya está posicionando su tarjeta en el censor.

—Un chico llamado Timothée cayó sobre mí en la calle mientras escapaba de la policía por robar, y me llevaron a la comisaria con él —frunzo el ceño.— ¡Aquí está! —celebro con una amplia sonrisa en mi rostro, la cual poco a poco se va desvaneciendo al encontrar el rostro pálido de mi amigo.

—Wow —es lo único que logra pronunciar.

Dejo el aire escapar por mis pulmones. Recordar aquello no es agradable, después de todo, por esa razón tendré que pasar tardes eternas con el mayor de mis hermanos.

Posiciono la tarjeta de identificación en el censor, y luego llevo mi mano al hombro de Terry.

—Sí, Wow —asiento.— pero bueno, fue todo un error, ya verás, ese sólo era un adelanto algo dramático.

—Bastante dramático —me da la razón.

Continuamos caminando para adentrarnos en la recepción del centro. Una vez allí, mis pies se detienen de golpe. No puede ser.

—Mierda.

—T/n, debes cuidar tú lenguaje si no quieres que es castigo se.... —Terry gira su cabeza levemente.— ¿Qué haces? —pregunta intentando mirarme, pero no lo logra pues me encuentro escondida tras su espalda, la cual por cierto, esta muy bien trabajada, así que resulta ser un perfecto escudo.

—Lo invoqué.

—¿Qué?

—Mierda, mierda... —susurro.

—Pero... ¿Qué estas hablando? ¿Por qué te escondes en mi espalda?

—Eso me pregunto yo —esa particular voz llega a mis oídos, helando por completo mis movimientos.— ¿De qué te escondes?

Siento como la cabeza de mi mejor amigo ya no intenta buscarme a mí, sino, ver quién es aquel que habla.

—Perdona... ¿Tú eres?

—Timothée.

—Wow, tú eres el la... —Entonces ahora mi mano es la que cubre la boca de Terry. Por consecuencia, dejo entrever levemente mi cuerpo.

—No tienes modales, eres mala persona y ahora resulta que eres drogadicta, sorprendente —comenta él.— Un poco hipócrita de tu parte haberte molestado porque terminaste en la comisaria junto a mí ¿no?

Las insinuaciones que hace me recuerdan lo irritante que es, y lo provocador que puede ser su actuar. Es así como sin pensarlo dos veces y en movimientos cortos, me posiciono frente frente a él.

—No soy drogadicta —sentencio.

—¿Sabías que los drogadictos son mentirosos compulsivos? —cuestiona.

—Ella no es drogadicta —Terry interrumpe.

—Déjame adivinar ¿Tú eres el novio? —aquella pregunta saca risas en mi amigo. Timothée frunce el ceño.

—Terry, ve adentro. Yo me encargo.

—No quiero dejarte sola con él.

—Anda, no pasa nada —insisto.— Te alcanzo, y te cuento todo lo demás.

Mi amigo con algo de desconfianza decide hacer caso a mi petición. Lentamente se va hacia las instalaciones del lugar.

—¿Es celoso?

—No es mi novio, y no soy drogadicta. Trabajo aquí —me limito a decir.— ¿Y tú? Además de ser ladrón ¿Tienes problemas de adicción?

—No tienes que saber más de mí —sonríe de una manera que me causa curiosidad.— Pero, no soy ningún ladrón.

—Señor Chalamet —le llama Anne, la recepcionista.

—Ni ningún adicto —es lo último que dice antes de voltear y dejarme sola con mis pensamientos.

De todos los lugares que podría volver a encontrarlo ¿Tenía que ser este? ¿Por qué si nunca antes lo había visto aquí?

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L@s leo!👀

Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora