Capítulo 13

107 8 0
                                    

Las siguientes semanas pasé por ella a su departamento sin excepción, quizás con la excusa de que quería asegurarme que siguiera en su mente la idea de ayudarme, quizás porque realmente me preocupaba.

Con la cantidad de días que nos veíamos a la semana comencé a notar todos aquellos detalles de su persona y que para mí sorpresa resultaban bastante atrapantes. Tiende a mirar hacia abajo cuando ya no sabe qué decir. Aunque pareciera que le teme al contacto, en realidad siempre lo está buscando, por eso, cada vez que puede o siente algo de valentía, choca su brazo con el mío. Su café favorito por una razón que no entiendo, tiene que ser preparado en Starbucks. Sus audífonos son lo más importante para ella. Prefiere caminar a casa porque de esa manera se demora más y no tiene que ver a uno de sus hermanos. Le gusta commpartir con sus amigos, aunque muchas veces prefiere observar el pequeño lago de Hyde Park en silencio y soledad. Pot más que intente ocultarlo, sus ojos reflejan una profunda tristeza, de la cual aún me encuentro invesitgando su causa. Podría decir que finge no tener frío porque dice que no hay mejor estación que el invierno y eso debilitaría su afirmación. Esto no hace mucha falta notarlo porque ella simplemente lo dirá, adora sentir como el viento choca con ella cada vez que camina, y es por eso que no puedo evitar recordarla ahora.

Caminar con el aire fresco colándose por casa fibra de mi cuerpo podía resultar bastante irritante, pero esta vez no lo es. Trato de buscar esa tranquilidad de la que tanto me hablaba, y supongo que la encuentro, pues aquellas preocupaciones que parecían quedarse fijamente en mi cabeza no logran ganar esta vez. No sé si es el efecto del viento o de sus palabras resonando en mi interior, pero logro tener algo de paz.

Una sonrisa se cola en mí cuando la distingo a lo lejos. Su ceño está fruncido y mira en distintas direcciones confundida. 

Aparezco tras de ella y llamó su atención en cuanto toco su hombro, pero en vez de recibir un cálido abrazo, un puñetazo se posiciona en mi estómago. 

—¡Demonios Timothée! Lo primero que vi fue tu sonrisa, no pensé que eras tú —Saoirse dice agitada.— Lo siento. 

—¿Ahora es culpa de mi sonrisa? —pregunto con algo de dificultad. 

—Vamos a casa mejor, ¿si?

—Tendrás que pedir un taxi, creo que me rompiste el bazo.

—Eres un exagerado —comenta sin importancia.

—¡Me golpeaste! ¡Y fuerte!

—¿Por qué sonreías?

—¿Qué? —pregunto evidentemente confundido.

—Tú siempre eres serio, me asusté. No pensé que fueras tú.

—¿Es una broma?

—Pediré un taxi, vamos.

—Tú lo pagas —incinúo para asegurarme que así sea.

—Como sea, vamos —Sonrío satisfecho. La extrañaba.

[]

Tom insiste en que lo acompañe a buscar a mi hermano, pero realmente no me apetece moverme de mi cama. Últimamente Timothée no se cansa de desviar mi camino a vuelta a casa con la excusa de que si lo veo más tiempo no me olvidaré de seguir intentando que ingresen a aquella misteriosa persona en el centro. Ese es el otro punto, el voluntariado se ha puesto cada vez más pesado y realmente apreciaría dormir en este momento.

—Deja que te invite a un helado antes de ir por él —intenta chantajearme y lo noto fácilmente.

—Tú y Emma son iguales, ¿Sabías? —lo observo con una almreohada cubriendo la mitad de mi rostro.

Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora