Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & tú

Capítulo 15

Observo como se sube al auto dedicándome una última mirada y todo en mi estómago parece removerse. ¿Ahora qué que sentido tendrá tener esa torta de oreo esperando por mí si no será ella quien me vea disfrutarla? Mis uñas se presionan con fuerza contra la palma de mi mano y siento la frustración dominarme ¿Acaso no existe una forma menos agresiva de expresarme? Malditas emociones, maldito el día en que decidí que pedir de su ayuda era una buena idea.

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Una vez más el silencio se apodera de nosotros, pero él no parece tener intenciones de mantenerlo y lo confirmo una vez detiene el coche.

-Lo siento -voltea a mirarme.- Realmente lo hago. No quise soltar aquello, no lo pensé, sólo lo dije. Últimamente no sé qué me pasa -baja la mirada. Veo que tiene la intención de decir algo más, pero simplemente lo calla y eso me desespera. Él me desespera.

-Yo tampoco sé que te ocurre, Thomas y te prometo que me desespera. Entiendo que quieres cuidar de mí, protegerme, pero... es más como si te molestara. ¿Por qué lo mencionaste? Sabes que eso es demasiado difícil para mí, odio ese nombre y todo lo que me hace recordar, lo sabes.

-No me molestas, no tuve la intención de hacerte recordar esas cosas. Sólo... perdí el control de mis palabras, yo... no lo sé, realmente no logro descifrar qué pasa conmigo.

Durante las últimas semanas Tom ha tenido cambios frente a mí. Al principio eran sólo pequeños comentarios que de alguna manera me hacían sentir visible para él. Sin embargo, con el tiempo eran más pasivo agresivos, ya no parecía haber una preocupación desde el cariño por mí, era extraño. Lucía irritado cuando estaba conmigo, como si algo le molestara constantemente, y cada vez que estaba en casa con Lucas y yo debía irme al voluntariado el cambiaba su semblante, como si le aliviara que me fuera, como si pudiera volver a estar tranquilo, pero no me dejaba irme sin antes lanzarme alguna frase alentadora. "Esas personas no tiene arreglo, no te esfuerces demasiado." "Ten cuidado a la vuelta, las crisis se pueden volver algo común en ti." Recuerda no ser demasiado débil."

-Llevas días perdiéndolo, y no es algo que pueda descubrir por ti -mi mirada es fría, al menos así es como lo siento. Todo esto me ha estado haciendo daño, ver cómo su figura ha ido cayendo para mí lentamente es doloroso, me ha forzado a dejar de sentir cosas por él y me duele quizás más de lo que me duele que sea un amor unilateral.

-No pretendo que lo hagas, que descubras qué pasa conmigo, digo.

-¿Tienes intenciones de hacerlo realmente? -pregunto evidemente lastimada.- Llevas semanas comportandote como un idiota, no consideras mis sentimientos cada vez que me dices algo... no sé qué pasó con la preocupación de un inicio, Thomas. Quizás lo dejé pasar porque luego te calmabas y volvías a ser tú, pero... ahora fue demasiado. Si vas a descubrir qué es lo que te pasa necesito que lo hagas alejándote de mí.

-¿C-cómo? -sus ojos se abren y cierran en repetidas ocasiones como si intentara despertar, como si lo que acabo de decir sólo hubiera sido producto de su imaginación.

-Estar cerca tuyo me pone muy ansiosa. No sé si me tratarás como antes o te pondrás a actuar como los idiotas que tanto evito. Si no sabes qué te ocurre y puedes volver a equivocarte con tus palabras prefiero no correr el riesgo de que cometas un nuevo error conmigo.

Tom vuelve su rostro al frente una vez termino de hablar. Sus manos golpean costantemente sus muslos, y su mirada parece buscar respuestas en la gente que vemos pasar. Está pérdido y eso me preocupa, él no suele ser muy transparente con sus emociones, no es alguien fácil de descifrar, pero en este momento lo está siendo. ¿Por qué? De pronto sus manos se detienen llamando mi atención nuevamente. A diferencia de antes, ahoras su manos se aferran en sus muslos con fuerza mientras su pecho comienza a subir y bajar. ¿Va a llo...?

-¿Estas enamorada de mí? -cuestiona sin mirarme, como si aquello que acaba de disparar no tuviera ni un efecto en mí.

Los papeles se invierten. Ahora a quien su pecho sube y baja es a mí, ahora quien desvía la mirada soy yo.

-¿Este es otro error tuyo? -pregunto con dificultad. Mi pecho me está traicionando y temo por sufrir una crisis.

-Mírame -pide con cuidado.

-No.

-Por favor, t/n. Mírame -su mano se posiciona en la mía que reposa a un lado de mi muslo. La aparto en un acto reflejo, pero logra obtener mi mirada.- ¿Es así? -no logro interpretar su mirada ¿Es decepción? ¿Es curiosidad? ¿Es miedo?

-¿De dónde sacaste eso? -soy consciente que estoy respirando, pero se siente como si me faltara todo el aire del mundo.

-Podemos ser honestos el uno con el otro, ¿recuerdas? -ahora hay claridad, puedo percibir intranquilidad y dolor en su semblante. Esas dos sensaciones recorriendo tú cuerpo para colisionar y generar caos... eso es lo que soy capaz de deslumbrar. No se aleja mucho de mi estado, en estos instantes soy un tormento de emociones.

-¿Qué quieres lograr con esto? -finalmente ocurre lo inevitable, una lágrima cae por mi rostro.- ¿Para qué quieres saber la verdad?

-Dijiste que... dijiste que debo descubrir qué me ocurre. Creo que para eso necesito saber si es eso cierto.

-¿Qué tiene que ver eso contigo?

-Todo, y lo sabes.

-No puedo darte lo que me pides -la amenaza de desbordarme esta latente por lo que decido llevar mi mano hacia la puerta con la intención de abrirla y largarme de allí.

No sucede. En cambio, su mano me detiene y sin mucho cuidado me jala hacia a él. Si antes pensaba que me faltaba la respiración ahora simplemente se me corta. Con la fuerza que lo ha hecho ha logrado que nuestros rostros se encuentren rozando. Ambos somos capaces de sentir el aire que desprenden nuestras narices.

-Lo siento, no quería ser tan bruto -dice en a penas un susurro.- te lo compensaré.

Es entonces cuando como tantas veces imaginé sus labios se apegan a los míos y sus ojos dejan de observarme para sólo dejarse llevar por el tacto. Su boca busca más en la mía, pero no soy capaz de reaccionar ¿Me está... besando? Lo está haciendo, y no se ha alejado, no tiene intenciones de hacerlo. Mis manos se tensionan realizando puños que él no es capaz de ver, una tensión que me recorre hasta llegar a mis hombros y desaparece al permitirme dejar escapar el aire contenido. Una vez relajadas, mis manos buscan su cuello para acariciarlo, para acercarlo aún más. Si es esto un sueño, lo aprovecharé y luego volveré al dolor que me ha acompañado en los últimos días. Abro mis labios permitiendo que la humedad nos invada a ambos y mi agarre funciona para acercarlo, para sentirlo. Nos toma tiempo, pero somos capaces de sincronizar nuestros movimientos para profundizar aún más el beso. Sus labios se sientes suaves, y sé que lo salado que percibo son mis lágrimas, pero como a mí no me importa a él tampoco parece hacerlo. La desesperación comienza a primar en mí, nunca imaginé que esto sería posible, por lo que me aterra el hecho de que acabe. Sin embargo, se está volviendo difícil regular la entrada de oxigeno para ambos, lo percibo por los jadeos. Es Tom quien se separa y decide cambiar un beso profundo por una mirada profunda. El silencio se apodera del ambiente una vez más, y yo intento evitar continuar con sus ojos en mí, pero tal como antes una de sus manos me lo impide posicionandose en mi mentón.

-No te alejes. No ahora que descubrí qué me sucede.