Capítulo 4

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—¿Entonces él fue quien te metió en la comisaria? —pregunta Terry.— ¿Por qué es que se lo ha dicho a la jefa?

La última pregunta me hace despertar del trance en el que me encontraba.

—¿Que el qué? —abro mis ojos ante la sorpresa.

—Yo quedé igual. Ella me ha comentado que a él le preocupaba que alguien como tú trabajará en el centro, debido a tú incidente en la comisaría. Tienes suerte que tía Leigh sea amiga de tú madre y te conozca.

—Ese tipo está realmente loco. Sabes que terminé en la comisaria por su culpa ¿no?

—Sí, en tu resumen dramático mencionaste eso.

—Es un completo imbécil. Ash. Terminará por darme una horrible jaqueca por su culpa. Es que es un completo idiota, ¿Cómo es que se atreve a...?

—T/n.

Volteo ante aquel llamado. La mirada curiosa de tía Leigh me hace arrepentirme de mis palabras. Espero que no haya escuchado del todo mis quejas sobre aquel joven.

—Acompáñame a mi oficina —dice antes de voltear y seguir aquel camino que muchos conocemos.

—¿Suerte decías? —cuestiono temerosa a Terry, quien se limita a elevar sus hombros.

Así, sin más, emprendo camino a la oficina que todo el mundo evita pisar.

—¿Quién era aquel chico? —pregunta en cuanto sintió que ingresé en la oficina. Da vuelta en su silla para mirarme.— ¿Y por qué dice que no deberías ser voluntaria aquí?

—Es un error.

—Eso es lo que quiero creer.

—Él... él es Timothée, no conocía su nombre hasta hace unos días. Él chocó contra mí cuando escapaba de la policía y terminaron llevándonos a ambos a una comisaria por supuesto robo.

—Parecía realmente preocupado, si lo que dices es cierto, ¿Por qué lo estaría?

—Tía Le... —su mirada me hace comprender que aquí ella no es mi tía, es mi jefa.— Señora Leigh, eso es algo que me estoy preguntando también.

—Debes cuidar tú imagen, los familiares de nuestros pacientes no pueden tener a alguien que cae en pasos similares a ellos —sus palabras me incomodan bastante, pero decido terminar de escuchar lo que tenga para decir.— nuestra labor es mostrarles que se puede estar de un buen lado. No quiero escuchar tú nombre en la boca de otros otra vez, menos para enterarme que eres una supuesta criminal.

—Espero que tenga claro que no lo soy —me limito a comentar con mi mandíbula más que tensada.

—Ahora vuelve, hay muchos llamados que realizar.

—Si no le molesta —dejo entrever algo de ironía en mi tono, y termino por abandonar la oficina.

Resulta increíble como en un par de días las cosas pueden cambiar tanto. Hace tres días atrás mi rutina estaba tranquila, hoy ya me creen delincuente. Supongo que él tenía razón, su presencia sólo trae problemas.

~

La mañana y parte de la tarde se nos pasa realmente rápido, tan así, que Terry me recrimina el hecho de no haberle contado los detalles sobre aquel chico. Honestamente prefiero no hacerlo, suficiente ya he tenido con él tanto ayer como hoy, el solo pensar en su nombre me da dolor de cabeza.

—Supongo que debo rendirme.

—Me da miedo mencionarlo y que vuelva a aparecer —me explico.— ¿Por qué no hablamos de qué haremos en el departamento de Ben mejor?

—Porque yo tengo claro que haré —dice mientras pasa su credencial por el control de salida.— Besaré a mi novio toda la tarde.

—Euw. ¿Quieres pensar en mí? —imito la acción pasada de mi amigo.

—Ummh... tú puedes ver esos dramas que te gustan en Netflix.

—Eres malo —me incorporo a su paso mientras lo observo.

—O irte con el bombón de Tom —comenta. Mi ceño se frunce, y llevo mi vista al frente.

—¿Qué...? —la mano de Terry afirma la mía con fuerza, apresurando nuestro camino a la salida. Una vez allí, veo al mejor amigo de mi hermano observándome a través de la ventana de su vehículo.

—Terry —saluda con simpatía.

—Tom —responde él con una sonrisa.

—¿Qué haces aquí? —pregunto confundida.

—He venido a buscarte —dice sin mayor importancia.— Tú madre me ha pedido el favor de llevarte a casa, así se asegura que no te vayas a otro sitio.

—¡Eso es genial! —comenta Terry animado. Rápidamente le dedico una mirada letal.— ¡No tendrás que caminar a casa! —sonríe nervioso.— Yo... ya debo irme.

—Ben es impaciente ¿no es así? —Tom comenta divertido.

—Terry —digo entredientes.— no puedes hacer...

—Sí, muy impaciente. Te adoro t/n, nos vemos mañana. Un gusto como siempre, Tom.

—Envíale mis saludos a Ben —Tom menea su mano de un lado a otro, mientras el traidor de mi amigo se aleja de nosotros.— Ahora, sube. No quiero tener una multa por estacionarme donde no debo.

El vehículo de Tom se encontraba en el área de estacionamiento de las ambulancias que llegan al centro, es por ello que sin buscar más escapatoria ingreso al auto por la puerta del copiloto. Una vez instalada, Tom arranca para llevarme a casa.

—¿Está Emma en tú casa? —pregunto con la intención más evidente.

—Ni lo pienses, tú madre fue bastante clara.

—Tom —posiciono mi mano sobre su hombro, quien lo mueve para eliminar todo rastro de mi tacto.

—No molestes, estoy manejando.

—Anda Tom, no puedes llevarme con Stive. Eso es una condena.

Una pequeña sonrisa se forma en el rostro de Tom y mi estómago se revuelve. Basta, creo que mejor cambio de opinión.

—Olvídalo, no querrás defraudar a mi mamá —desvío mi vista a la ventana.

Definitivamente es mejor quedar a cargo de Stive que seguir sintiendo que algo me patea el estómago cada vez que Tom sonríe.

—Sólo porque Stive realmente me aterra no te llevaré a casa.

—¿Qué? —mi cabeza gira en su dirección ante el repentino cambio de Holland.

—Emma no está en casa, pero conmigo igual te puedes entretener —dice con absoluta confianza.

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Opiniones?👀

Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora