Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & tú

Capítulo 14

—¿Y t/n? —la voz de mi mejor amigo me obliga a voltearme en su dirección.— Creí haber entendido que vendrías con ella —comenta algo agitado.

—Tardaste demasiado —digo en un tono que expresa mi incomodidad.

—¿Qué dices? Tardé lo de siempre, nunca te ha molestado eso ¿Y bien? ¿Dónde está mi hermana?

El viento mueve el cabello de ambos, los pocos vehículos que transitan en la calle de al lado no son una excusa suficiente para fingir no haber escuchado su pregunta. Observo la cancha tras él, llena de pasto y muchos árboles al rededor, a ella le gusta venir aquí, lo recuerdo. Presiono mi mano en respuesta a mi frustración. Debería estar aquí.

 
—Se encontró con Timothée.

—¡Guaa! ¡Ya veo! esos dos no se despegan últimamente —su sonrisa me molesta.

—¿Estas bien con eso? —pregunto en un tono tosco.

—¿Por qué no lo estaría? —se acomoda el bolso en su hombro.— Se ve que es bueno con ella, la trae siempre a casa.— Noto como su mirada cambia.— ¿Qué traes, Tom? ¿Desde cuándo te importa con quién salga mi hermana?

—Es sólo que... hace un par de semanas nada más que volvió a tener una crisis, me preocupa.

—Sí... y cuando eso ocurrió fue ese muchacho quien la trajo a casa —comenta confundido.

—Olvídalo, vámonos —busco posicionar mi mano en su hombro para ponernos en marcha, pero él me evita.

—Thomas Holland —dice con evidente seriedad.— ¿Hay algo que quieras decirme? —sus ojos me miran con intensidad.

—Yo... —pronuncio temeroso.— creo que no he estado durmiendo bien, eso es todo.

Lucas me observa curioso. Sé en el fondo que no cree en mis palabras porque me conoce más que nadie en este planeta, y eso es lo que más me preocupa en un momento como éste. Sin embargo, como si el universo pareciera adivinar que no me encuentro listo para hablar de ello, un compañero de Lucas nos interrumpe.

—Hey, Lucas, deja de andar olvidando tus llaves ¿si? —a quien recuerdo como Fionn, posiciona su mano sobre la de mi amigo depositando las llaves de las que hablaba. Inmediatamente las mejillas de Lucas cambian de color.

—Yo... otra vez —dice en a penas un murmuro.— Lo siento.

—No hay drama. Nos vemos el otro sábado.

—Nos vemos.

Espero en silencio mientras el chico se aleja lo suficiente. En cuanto lo hace, las palabras escapan de mi boca.

—¿Te gusta Fi...?

—¿Qué? No —niega rápidamente.— Vamos, parece que podría creerte que no has dormido bien.

—Lucas, si así fuera, estaría bien, no hay nada de malo.

—¿Te callas la boca? —espeta.— Sí esperas que te diga lo mismo, estas equivocado. Mi hermana lleva años enamorada de ti, no puedes fingir que no lo sabías. Porque ahora está poniendo a otra persona por sobre de ti, confundes las cosas. No la mereces, Tom.

Tan rápido como lanzó todo aquello se fue, dejándome de una sola pieza observando cómo las hojas de los árboles se mueven a causa del viento que nunca nos abandonó.

[]

El sonido de su móvil vuelve a interrumpirnos, por lo que, se detiene.

Últimamente le he hecho creer a t/n que soy fan de la torta de oreos que ella sabe preparar, y si bien, es deliciosa, comerla todos los días, no lo es. Pero, verla cocinar, ver como disfruta hacer eso y ver que algo de brillo alcanza sus ojos me es una razón más que suficiente para pedirle aquella preparación cada vez que está en mi departamento.