Capítulo 5

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Me posiciono sobre aquel sofá que conozco bastante bien y siento como su mirada se posa en mí de una forma que me hace sentir nerviosa.

- ¿Quieres algo de comer? - pregunta mientras se encamina hacia mí.

- No, gracias.

- Trabajas toda la mañana y parte de la tarde - insiste. - ¿Estás segura?

- ¿Cocinó Sam? - pregunto esta vez con mayor interés. Mentiría si dijera que no se ha abierto mi apetito.

- No - niega con su cabeza. - cocinaré algo yo.

- Oh, umh... estoy bien.

En cuanto mi respuesta es procesada por Tom, me dedica una mirada que me deja ver lo ofendido que se siente por lo que le he dado a entender.

- Tú hermano ama mis platos.

- Mi hermano te ama demasiado como para romper tú corazón.

- Ósea que tú no me amas - El silencio que llega luego de su comentario es interrumpido por su intento de aclarar su garganta. - ¿Algo para beber?

- Agua.

- Voy - sin mirarme se aleja para dirigirse a la cocina. Aquella cocina que Emma y yo solemos frecuentar, sobre todo cuando Sam se encuentra en casa.

Pienso en cómo las cosas han cambiado. Antiguamente quedarme a solas con Tom no importaba demasiado. Sin embargo, nuestra relación cambió cuando comenzamos a crecer, pues inevitablemente nos alejamos. Ya no éramos esos niños que reían mientras jugaban a cualquier cosa que se le ocurriera a mi hermano, porque sí, Lucas era siempre el de las ideas, y fue precisamente con él con quien Tom luego siguió su camino, cómo no, si tienen la misma edad. Mi hermano y Tom son mejores amigos desde el jardín de infantes, allí nuestras familias se conocieron. Por alguna razón la madre de Tom adoraba que su hijo tuviera un
amiguito tan tierno como decía que era Lucas. Por dicho motivo ella invitaba a mis padres siempre a su hogar para que los chicos pudieran compartir aún más. La relación entre las familias se unificó a tal punto que tiempo después se convirtieron en vecinos. El tiempo pasó y como si fuera cosa del destino, nacieron los mellizos Holland, y yo les seguí un par de meses después. Para mí ellos son prácticamente otro de mis hermanos mayores, y debo decir que, se han tomado muy en serio ese papel, así como con Emma, mi mejor amiga. Emma desde pequeña ha tenido que enfrentar cosas que no son fáciles, sus padres, siendo su madre la hermana menor del tío Dominic, fallecieron en un tiroteo que hubo en un centro comercial en uno de sus viajes a Estados Unidos. Emma con solo dos años perdió a aquellas figuras que debían verla crecer, y entregarle ese amor incondicional. Aunque tal como ella me ha dicho muchas veces, ese amor lo siente, ella siempre intenta recordar sus voces, y la última acción que hicieron por ella, esconderla en uno de los probadores para que nada le sucediera, y por suerte, su último cometido se cumplió. Gracias a eso, al padre de Tom le quedó un bello recuerdo de su hermana, su adorada sobrina, que como él y su familia dicen, es una hija más, de allí que los chicos la presenten como su hermana, y la verdad se siente así.

- ¿Qué piensas? - Tom deja el vaso con agua frente a mí.

- Ah, eh... yo... nada - Respondo abandonando el trance en el que me encontraba. Con la intención de ignorar su mirada, llevo mi mano hacia el vaso y comienzo a beber de él.

- ¿Qué te gustaría hacer?

- Cualquier cosa estaría bien. Con tal de no estar con mi hermano - él ríe ante mi última apreciación. Ambos sabemos como suele ser Stive, y a ninguno pareciera agradarle. Si no fuera porque mis padres me regañarían, lo golpearía.

- Bueno, umh... en realidad no tengo mucho tiempo. Luego debo ir a casa de Zendaya.

- Te admiro - suelto intentando sonar desinteresada.

- ¿Por qué? - deja escapar una nueva risa.

- No podría ser amiga de mi ex.

- No todas las relaciones tienen que terminar mal - se encoge de hombros, restándole importancia. - además también estará Jacob, no lo veo hace muchísimo tiempo.

- ¿Está en la ciudad? - pregunto con asombro.

Él sólo se limita a asentir.

Cuando crecimos, comencé a escuchar que las conversaciones entre Tom y mi hermano cambiaban, ya no hablaban sólo de golf, sino también de chicas, de posibles novias para ambos, sobre cómo se sentía besar a alguien y fue en esos momentos cuando creí experimentar el dolor de un corazón roto, porque sí, como toda hermana menor, me enamoré perdidamente del prohibido mejor amigo de mi hermano. Sin embargo, puedo decir que me rehabilité, con mucha ayuda de Emma, pero lo hice. Luego, mi vida amorosa realmente comenzó y me di cuenta de que un verdadero corazón roto duele mucho más, pero eso será una historia que contaré cuando lo crea necesario.

- Entonces... ¿Aceptarás que te cocine? - es él quien decide romper una vez más el silencio.

- ¿No prefieres que pidamos algo?

- ¿Quieres que te vaya a dejar a casa?

- La cocina es toda tuya - Elevo el vaso como si estuviera realizando un brindis.

- Probarás mi comida y te arrepentirás de tus palabras.

Es lo último que dice y abandona el salón para irse a la cocina.

Luego de una larga espera y mi estómago suplicando por comida, Tom y yo nos encontramos de frente para probar su risotto de champiñones. Le dedico una última mirada y sin poder aguantar más el hambre, decido llevar un poco de ello hacia mi boca. No sé si es por el hambre, o si realmente él ha mejorado su habilidad culinaria, pero esto sabe delicioso, y se por su sonrisa que se siente orgulloso de ello.

- Te dije que te tragarías tus palabras - mantiene aquella sonrisa.

- Es porque tenía demasiada hambre, no te ilusiones - digo con algo de dificultad, pues aún tengo comida en mi boca.

- Sigues igual - niega con la cabeza mientras ríe.

- ¿Umh? - nuestros ojos se encuentran.

- ¿Hace cuánto no pasábamos ratos a solas? - responde con una nueva pregunta.

- Yo... realmente no lo recuerdo.

- Y ahora eres una criminal - dice con evidente burla.

- Oh por favor, no comiences con eso tú también.

- Solo es una broma, yo sí te creo. Sé que no eres capaz de hacer daño, ni hacer nada que salga de la norma. Así eres tú, apegada a las reglas.

- No es tan así, estoy aquí y debería estar en casa.

- Wow, no seas tan malvada - ríe y vuelve a comer de su plato. Yo le imito. - ¿Te gustaría ir conmigo a casa de Zendaya? - pregunta una vez termina de comer, llamando mi atención de sobre manera.

- Oh... eh... umh...

- Vamos, estarás conmigo, cualquier cosa puedo decirle a tú madre que tuve que llevarte conmigo porque ocurrió una emergencia.

- Si, yo creo que si po... - El sonido de mi móvil me interrumpe. Llevo mi mano hacia el bolsillo de mi chaqueta para sacar el aparato. Una vez fuera, chequeo quien llama y me sorprende que sea Terry cuando él sólo había recalcado lo feliz que estaba de que gracias a Tom no le arruinaría su tarde de novios. Con mi mano le señalo a Tom que contestaré, él no despega su mirada de mí.

- ¿Qué sucede?

- ¿Cómo es que se llamaba el chico que te envió a prisión?

- ¿Qué?

- El nombre, t/n. El nombre del chico por el que tuviste problemas.

- Ah, umh... Timothée ¿Por qué?

- Resulta que es vecino de Ben - comenta. - Y está diciendo que quiere verte.

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¿Qué creen? ¿Qué querrá Timothée?

Break the rules ~ Tom Holland, Timothée Chalamet & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora